En Abya Yala hay ejemplos cotidianos de dignidad, autonomía y resistencia civil pacífica. Una persona colaboradora de Otramérica ha tenido la suerte de ser testigo este pasado sábado de cómo el pueblo Kuna (Guna) defiende su soberanía territorial frenta al narco y… frente al Estado armado.
La llegada de SENAFRONT a Digir, en Guna Yala, detrás de un helicóptero gringo, es otra página más de la complicada historia del conflicto entre este pueblo originario y los militares panameños.
Equipo Otramérica *
Ya caía el sol. Los agentes de SENAFRONT [Servicio Nacional de Fronteras de Panamá] retrocedían hacia el mar, con expresión grave, mientras la gente les gritaba y los insultaba parados sobre el muelle. Al frente, un hombre con camisa blanca y sombrero sostenía la bandera kuna izada en un palo. Sereno, sin decir nada. Finalmente los agentes de policía militarizada regresaron al bote que los había traído, ante los gritos de alegría los pobladores de Digir. “¡Vaya con Dios!”, gritó burlón uno de los jóvenes, y todos rieron.