Este artículo es el fruto de una investigación desarrollada por el autor en el seno del Instituto Francés del Próximo Oriente: «Palestina internacionalizada» en él se habla sobre las movilizaciones transnacionales y sobre las redes activistas globalizadas alrededor de la causa palestina. No se trata más que de un largo work in progress.
Nicolas Dot-Pouillard, investigador del Instituto francés del Próximo Oriente en Beirut (IFPO). Página personal: www.ifporient.org/nicolas-pouillard. Publicado en Les carnets de l’Ifpo. Traducción: Carmen García Flores para Rebelión
Una cartografía política transnacional.
El 8 de abril de 2012 tuvo lugar en Túnez una ceremonia oficial en el aeropuerto de Túnez-Cartago: el cadáver de Umra Kilani Muqaddami regresaba al país después de veinticuatro años de su muerte en el sur del Líbano en un enfrentamiento con el ejército israelí (1). Nacido en 1962 en Mdhilla en la cuenca minera de Gafsa, una región pobre del sudoeste de Túnez. Umran Kilani Muqaddami era miembro del Movimiento de Patriotas-Demócratas-Watad (2), una formación de extrema izquierda implantada hasta hoy en esta región en el seno de la central sindical de la UGTT (3). En 1984 se va a Siria y se matricula en la facultad de Damasco para continuar sus estudios de psicología, durante dos años (4). Es entonces cuando se adhiere al Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) de Nayef Hazatmen (5). Marcha al Líbano y ahí dirige el 26 de abril de 1988 un ataque contra soldados israelíes en la zona de granjas de Chebbaa donde muere a la edad de 26 años. Su cadáver pasa a manos del ejército israelí. La operación quería ser una respuesta al asesinato de Khalil al-Wazir más conocido por el apodo de Abu Jihad, número dos de de la Organización para la Liberación de Palestina, que fue muerto en Sidi Bou Said, en las proximidades de Túnez por las balas de un comando israelí, el 16 de abril de 1988 (7).
No es hasta enero de 2004 cuando Hezbollah recupera sus restos, merced a un intercambio de prisioneros y de restos mortales con el Estado israelí bajo la mediación alemana. Como el presidente Ben Alí rechaza hacerle una ceremonia oficial en Túnez para recibir el cuerpo, la familia prefiere, entonces, que sus restos permanezcan en el Líbano, al no tener el reconocimiento presidencial. Habría que esperar a la caída del régimen para verlo volver. A principios de abril de 2012, el cadáver es exhumado del cementerio de los mártires (Maqbarat ash-chuhadi) en la zona sur de Beirut, no lejos del campo de refugiados palestinos de Chatila. Una primera ceremonia oficial tuvo lugar en Beirut, el 6 de abril, en presencia de su hermano, Rachid Kilani Muqaddami, de un representante de la dirección de la UGTT que vino para la ocasión al Líbano, Qasim Afiah, un representante de la embajada tunecina, Muhammed Faouz Balout, algunos delegados de organizaciones políticas palestinas y personalidades pertenencientes a asociaciones próximas a Hezbollah, como el Shaij Attat Hamand, presidente de la asociación de prisioneros (Jam`iyat al-Usra) (8). El ocho de abril el cuerpo llega al aeropuerto de Túnez-Cartago. El recibimiento es oficial. Los militares esperan el féretro junto con varios politicos, varias decenas de miembros de la UGTT, del Movimiento de Patriotas Demócratas, del Partido de de los Obreros Comunistas Tunecinos (POCT) (9) y también de formaciones nacionalistas árabes, para celebrar su llegada. El mismo día el féretro parte hacia Gafsa en un avión . Es enterrado el 9 de abril. La fecha, simbólica, ha sido elegido por la familia porque es la fiesta de los mártires en Túnez y se conmemora la muerte de los manifestantes del 9 de abril de 1938 frente a las tropas francesas. (10).