Entrevista a Noam Chomsky sobre el conflicto en Siria ·
En una corta visita a Beirut, Noam Chomsky, reconocido pensador y filósofo estadounidense, se entrevistó con algunos sirios independientes –activistas de medios, personas implicadas en la ayuda humanitaria, y miembros de los campos cultural y económico. Chomsky les dijo que habían venido a escucharlos y a escuchar sus opiniones sobre la situación actual en Siria.
Muhammad al-Attar, en Al-Jumhuriyya.
Tras este encuentro, tuve la oportunidad de realizar con él esta entrevista. A pesar de que al principio le dije que lo que pretendía era que les descubriera a los sirios y les hablara directamente sobre su aproximación a la situación en su país, tras una serie de entrevistas con periódicos libaneses que se acercan a la situación en Siria desde la perspectiva de sus intereses y posicionamientos, el octogenario pensador insistió en que se encontraba en posición de conocer la situación de cerca, más que en posición de sacar conclusiones absolutas. Durante la conversación hablamos de las posturas que Chomsky había declarado en sus entrevistas previas en torno a su visión de la compleja situación en Siria, la injerencia de Hezbollah, la naturaleza de las posturas de EEUU e Israel de cara a la Siria de la revolución y otros temas relacionados.
Sobre la injerencia de Hezbollah y las políticas iraníes:
- ¿Qué piensa de la clara injerencia de Hezbollah en la lucha en Siria para apoyar a las fuerzas del régimen? Algunas declaraciones apuntan a que usted comprende dicha intervención.
Hay una diferencia entre la comprensión de los factores que llevan a la intervención y su justificación. Seamos claros: nada justifica la intervención de Hezbollah. Si me preguntas qué piensan, entonces daré mi opinión sobre lo que piensan ellos. Pero si me preguntas por mi opinión acerca de su decisión, simple y llanamente no deberían haber intervenido. Pero no soy su padre espiritual y no me han pedido consejo.
Volviendo a mi opinión sobre lo que piensan ellos: si no hubieran intervenido en Quseir, esta habría permanecido en manos de los combatientes de la oposición, y ello supone naturalmente un punto de debilidad para el régimen sirio y, en consecuencia, un bloqueo a los suministros que les llegan desde Irán. Así, su fuerza militar se debilitaría paulatinamente de cara a Israel, su pretexto básico para mantener sus armas. De nuevo, mi opción, que claramente no es la suya, habría sido no intervenir en Siria y trabajar por fortalecer su papel como fuerza económica y social dentro de Líbano, aproximándose al concepto de fuerza de rechazo de otra forma. Un concepto este que, en mi opinión, ya no está presente de la misma forma que algunos piensan. Sinceramente, no se tiene en cuenta lo que sucede en Israel en este sentido, y ese es un gran error. Hay rumores de que los israelíes han aprendido de la guerra de 2006 que cualquier guerra venidera en Líbano no será sobre el principio de una larga lucha terrestre con Hezbollah, que posee un gran escudo antimisiles, sino que será una guerra relámpago con el objetivo de provocar una destrucción global, y quizá destruir Líbano en un par de días. La capacidad de rechazo de Hezbollah no se lo impedirá.