El 18 de agosto, un poco más de 500 costarricenses, participaron en una manifestación, azuzada por algunos medios de comunicación. La capital del país centroamericano, San José, se llenó de racismo y fascismo.
El consabido “no soy xenófobo, hasta tengo amigos nicas, pero la migración de nicas es….” No soy racista, pero los nicas son…..” y ahí en los puntos suspensivos se esgrimen frases cargadas de violencia y discriminación en contra de los “otros”.
La sociedad costarricense ha construido su identidad sobre varios mitos: considerarse la Suiza Centroamericana, país de la pura vida, de paz y de la felicidad perpetua. Mitos que tratan de ocultar a una sociedad misógina, homofóbica, lesbófoba y en extremo racista. La gente de Costa Rica se dice mestiza, pero en realidad se asume desde una blanquitud, heredera de sangre europea y blanca. Además muchos se creen superior al resto de países de la región. Costa Rica es incapaz de sentirse parte de Centro América.
Ana Marcela Montanaro, en Revista Íkaro
El pasado sábado 18 de agosto, un poco más de 500 costarricenses, participaron en una manifestación, azuzada por algunos medios de comunicación. La capital del país centroamericano, San José, se llenó de racismo y fascismo. Pero lo más vergonzoso, es que quienes asistieron a esa manifestación no son los únicos fascistas, racistas y xenófobos. Una gran cantidad de perfiles en redes sociales de quienes no participaron en la manifestación, también se suman al odioEl consabido “no soy xenófobo, hasta tengo amigos nicas, pero la migración de nicas es….” No soy racista, pero los nicas son…..” y ahí en los puntos suspensivos se esgrimen frases cargadas de violencia y discriminación en contra de los “otros”.
La sociedad costarricense ha construido su identidad sobre varios mitos: considerarse la Suiza Centroamericana, país de la pura vida, de paz y de la felicidad perpetua. Mitos que tratan de ocultar a una sociedad misógina, homofóbica, lesbófoba y en extremo racista. La gente de Costa Rica se dice mestiza, pero en realidad se asume desde una blanquitud, heredera de sangre europea y blanca. Además muchos se creen superior al resto de países de la región. Costa Rica es incapaz de sentirse parte de Centro América.