Stathis Kouvelakis *, ex miembro del Cté. Central de Syriza y profesor de filosofía. Traducción de Arturo Fernández (www.facebook.com/arturo.arturo.zr). Tomado de VIENTO SUR
Este es un acontecimiento importante en la política griega, pero también para la izquierda radical en Grecia y a escala internacional.
Se deben subrayar tres elementos:
El primero es que "Unidad Popular" es el nombre de un nuevo frente político que reagrupará a trece organizaciones de la izquierda radical, aquellas que firmaron el texto publicado el 13 de agosto a favor de la constitución de un "Frente por el NO". Este frente es por lo tanto el primer resultado tangible de la recomposición de la izquierda radical de Grecia. Una recomposición que extrae todas las lecciones de los últimos cinco años y, por supuesto, de la experiencia de Syriza en el poder y de la catástrofe en la que ha desembocado.
El segundo es que el papel del frente es perfilarse como la expresión política de ese NO que se dio tanto en las elecciones de enero como en referéndum del 5 de julio. Las principales líneas programáticas son la ruptura con la austeridad y los memorándums, el rechazo de las privatizaciones y la nacionalización bajo control estratégico de sectores de la economía, empezando por el sector bancario, y, de manera más amplia, el cumplimiento de una serie de medidas radicales que moverán la correlación de fuerzas a favor de los trabajadores y de las clases populares y abrirán el camino para la reconstrucción progresista del país, de su economía y de sus instituciones.
Estos objetivos no se pueden llevar a cabo sin salir de la zona euro, como ha demostrado el reciente desastre, y sin romper con las políticas institucionalizadas por la UE. El frente también batallará por una lucha internacionalista, a nivel europeo e internacional, y estará a favor de salir de la OTAN, rompiendo los acuerdos entre Grecia e Israel y oponiéndose de manera radical a las guerras e intervenciones imperialistas.
El tercero es que el nuevo grupo parlamentario es el tercero más grande en el parlamento griego, por delante de Amanecer Dorado, el partido neonazi. Esto significa que en los próximos días su dirigente, Panagiotis Lafazanis, recibirá el mandato para constituir un gobierno, en el plazo de tres días, como estipula la constitución griega.
Tras la dimisión del gobierno de Tsipras este mandato queda ahora en manos del segundo partido en el parlamento, Nueva Democracia, el principal partido de la oposición de derechas. Unidad Popular utilizará este margen de tiempo para lanzar un debate amplio y para movilizar a todas las fuerzas sociales que quieran luchar contra la austeridad y los memorándums, tanto contra los anteriores como contra el actual.
El programa del partido y sus apoyos entre las personalidades de la izquierda griega, que se espera que sea bastante impresionante, será hecho público a principios de la semana que viene.
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