Tras un intensísimo trabajo en pos de su liberación, por parte de compañer@s de la solidaridad con el Pueblo saharaui, llegaron Javier Sopeña y Silvia García.
Txema Abaigar, de la Asamblea de Movimientos del FSMM. 15 de noviembre
Tras un intensísimo trabajo en pos de su liberación, por parte de compañer@s de la solidaridad con el Pueblo saharaui, ayer llegaban a Madrid Javier Sopeña y Silvia García. Amb@s, junto a Isabel Terraza y el activista mexicano Antonio Velázquez, han roto el bloqueo informativo que las fuerzas de ocupación y el régimen marroquí han impuesto desde el comienzo de la masacre tras arrasar el Campamento de la Dignidad que 20.000 saharauis habían levantado en las cercanías de El Aaiún.
Iba a escribir en el “títular” de esta nota, que Silvia y Javier salieron de ese infierno en el que se ha convertido el Sahara ocupado… Pero según lo plasmaba me daba cuenta del error de tal redacción. En realidad llegaban a Barajas pero estoy seguro, porque sus rostros así lo reflejaban, de que su corazón y su cabeza siguen allí, con aquell@s con quienes han compartido (jugándose la vida) su lucha, su compromiso y su presente. Así que recomenzaré contando que más de 50 activistas de la solidaridad con el Pueblo saharaui, con pancartas y banderas, esperaban con emoción la llegada de l@s dos compañer@s, que a eso de las 22,55 de ayer domingo atravesaron las puertas de llegada del aeropuerto.
Estos días narrarán lo que han visto, oído y podrán completar las informaciones que han ido enviando a través de sus humildes y grandiosos (porque estaban al servicio de quienes luchan por sus derechos) pertrechos comunicativos, desde suelo saharaui ocupado. Pero, mientras tanto, adjunto un vídeo enviado por Antonio e Isabel, que siguen aún allí, buscados y perseguidos por las fuerzas de ocupación y cuyo dramatismo es una apelación a que no bajemos la guardia, a que no dejemos que el bloqueo informativo con el cual el régimen marroquí quiere silenciar esta masacre reste fuerza al grito del Pueblo saharaui, a que no echemos al saco de las tristes noticias “ya pasadas” la lucha de un Pueblo que quiere ser libre...
Al abrirse las puertas de llegada a Barajas creo que a tod@s nos invadió aún más fuertemente una convicción: que frente a la indignidad de este gobierno que quiere “contrastar” lo que está pasando “antes de opinar” (recogido de ‘Público‘), del cinismo y oportunismo de la derecha española, del silencio cómplice de la UE, la ONU, etc., hoy se agiganta más, si cabe, el enorme ejemplo, el férreo compromiso activo y solidario de Silvia y de Javier, de Isabel y de Antonio, pero también de esa miriada de gentes que va desde quienes han luchado hasta la extenuación por conseguir que volvieran enteros a sus casas, de quienes estos días/semanas se han dejado minuto a minuto, la salud, el curro, su ocio y tantas cosas que conforman lo cotidiano, para unir sus fuerzas con las del Pueblo saharaui y, por supuesto, de quienes durante todos estos años, no han dejado nunca huérfana la solidaridad con la causa saharaui y su derecho a la autodeterminación, reconocido internacionalmente y a través de múltiples resoluciones. Tod@s ell@s tienen nombre, apellidos, una vida…; pero creo que estaremos de acuerdo en que hoy aún es más evidente el que tod@s junt@s han configurado un nombre colectivo y es el que nos concedió una población que lucha y muere por mantenerlo vivo: ‘¡Sáhara Libre!’.
¡Arriba l@s que luchan!. Tod@s somos saharauis.
Txema Abaigar, de la Asamblea de Movimientos del FSMM. 15 de noviembre
Tras un intensísimo trabajo en pos de su liberación, por parte de compañer@s de la solidaridad con el Pueblo saharaui, ayer llegaban a Madrid Javier Sopeña y Silvia García. Amb@s, junto a Isabel Terraza y el activista mexicano Antonio Velázquez, han roto el bloqueo informativo que las fuerzas de ocupación y el régimen marroquí han impuesto desde el comienzo de la masacre tras arrasar el Campamento de la Dignidad que 20.000 saharauis habían levantado en las cercanías de El Aaiún.
Iba a escribir en el “títular” de esta nota, que Silvia y Javier salieron de ese infierno en el que se ha convertido el Sahara ocupado… Pero según lo plasmaba me daba cuenta del error de tal redacción. En realidad llegaban a Barajas pero estoy seguro, porque sus rostros así lo reflejaban, de que su corazón y su cabeza siguen allí, con aquell@s con quienes han compartido (jugándose la vida) su lucha, su compromiso y su presente. Así que recomenzaré contando que más de 50 activistas de la solidaridad con el Pueblo saharaui, con pancartas y banderas, esperaban con emoción la llegada de l@s dos compañer@s, que a eso de las 22,55 de ayer domingo atravesaron las puertas de llegada del aeropuerto.
Estos días narrarán lo que han visto, oído y podrán completar las informaciones que han ido enviando a través de sus humildes y grandiosos (porque estaban al servicio de quienes luchan por sus derechos) pertrechos comunicativos, desde suelo saharaui ocupado. Pero, mientras tanto, adjunto un vídeo enviado por Antonio e Isabel, que siguen aún allí, buscados y perseguidos por las fuerzas de ocupación y cuyo dramatismo es una apelación a que no bajemos la guardia, a que no dejemos que el bloqueo informativo con el cual el régimen marroquí quiere silenciar esta masacre reste fuerza al grito del Pueblo saharaui, a que no echemos al saco de las tristes noticias “ya pasadas” la lucha de un Pueblo que quiere ser libre...
Al abrirse las puertas de llegada a Barajas creo que a tod@s nos invadió aún más fuertemente una convicción: que frente a la indignidad de este gobierno que quiere “contrastar” lo que está pasando “antes de opinar” (recogido de ‘Público‘), del cinismo y oportunismo de la derecha española, del silencio cómplice de la UE, la ONU, etc., hoy se agiganta más, si cabe, el enorme ejemplo, el férreo compromiso activo y solidario de Silvia y de Javier, de Isabel y de Antonio, pero también de esa miriada de gentes que va desde quienes han luchado hasta la extenuación por conseguir que volvieran enteros a sus casas, de quienes estos días/semanas se han dejado minuto a minuto, la salud, el curro, su ocio y tantas cosas que conforman lo cotidiano, para unir sus fuerzas con las del Pueblo saharaui y, por supuesto, de quienes durante todos estos años, no han dejado nunca huérfana la solidaridad con la causa saharaui y su derecho a la autodeterminación, reconocido internacionalmente y a través de múltiples resoluciones. Tod@s ell@s tienen nombre, apellidos, una vida…; pero creo que estaremos de acuerdo en que hoy aún es más evidente el que tod@s junt@s han configurado un nombre colectivo y es el que nos concedió una población que lucha y muere por mantenerlo vivo: ‘¡Sáhara Libre!’.
¡Arriba l@s que luchan!. Tod@s somos saharauis.
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