Comunicado de Anticapitalistas
El atentado, atribuído al Estado Islámico (ISIS), ha producido una escalada de tensión política y represión por parte del AKP, partido en el poder desde el año 2003, contra la izquierda turca representada por el Partido por la Democracia de los Pueblos (HDP) y los enclaves kurdos en la frontera Siria. Más de 900 detenciones en Turquía, prohibición de cualquier tipo de manifestación, bloqueo de redes sociales y diferentes ataques a los campamentos del kurdistán sirio ponen sobre la mesa cual es realmente la intención del gobierno del AKP. La respuesta del gobierno al atentado de Suruç ha dejado al descubierto la prioridad del proyecto de Erdogan mediante operaciones que se han dirigido principalemente contra el PKK, las detenciones de cientos de militantes de la nueva coalición de izquierdas y los bombardeos a los campamentos del kurdistan sirio. Todas estas operaciones, que se pueden caracterizar de terrorismo de estado, lanzan un mensaje a la UE y a la comunidad internacional de la nula voluntad del gobierno turco de avanzar en un plan de paz que definitivamente ha saltado por los aires.
El gobierno de Erdogan, ha venido siendo el mejor aliado del ISIS durante los últimos años, dándole apoyo logístico y mirando hacia otro lado en la permeable frontera con Siria, que los islamo-fascistas del ISIS han utilizado para sus intereses en el conflicto bélico regional.
El Partido por la Democracia de los Pueblos (HDP) sumó el 12’9% de los votos, en las últimas elecciones irrumpiendo en el Parlamento con 80 diputados y abriendo una grieta desde la izquierda al mismo tiempo que el AKP fracasó en su intento de obtener una mayoría suficiente para cambiar la constitución y así apuntalar el régimen de Erdogan convirtiendo Turquía en una república presidencialista.
La estrategia del gobierno de Erdogan parece encaminada a conseguir mediante el terror de estado lo que no consiguió en las últimas elecciones. Así debe entenderse la escalada represiva contra la población kurda y la nueva izquierda que se fraguó en la plaza Gezi en el 2013. Una estrategia que estaría encaminada a la prohibición de la nueva formación política y unas nuevas elecciones a corto plazo con el mejor escenario para que el creciente autoritarismo de Erdogan logre su ansiada reforma constitucional y consolide su posición geopolítica en la zona en un momento histórico donde los EEUU han llegado a un acuerdo con Irán.
Es por todo ello que desde Anticapitalistas condenamos al gobierno de Ankara y sus políticas hipocritas de connivencia con el ISIS, que encubren una maniobra que opera al interior eliminando la nueva oposición de izquierda y al exterior afianzando su posición en la zona cortando los lazos del pueblo del kurdistán sirio y turco y afianzando su alianza con el islamofascismo wahabita.
Por todo ello desde Anticapitalistas manifestamos:
1 Nuestra condena al atentado en Suruç, la exigencia de la puesta en libertad de todos los presos y presas detenidas durante los últimos días así como el fin de la represión de la minoría kurda y del HDP.
2 Nuestro apoyo al pueblo kurdo en sus procesos de lucha popular y de autoorganización.
3 Emplazamos a la comunidad internacional a ser parte activa para reactivar el proceso de paz y la resolución del conflicto mediante el reconocimiento de la realidad plurinacional de Turquía.
Todo nuestro apoyo para aquellos que luchan por la emancipación de los pueblos, la autoorganización y el poder popular
Anticapitalistas, 29 de julio del 2015
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