Bruselas propone que los campos de golf reciban ayudas agrarias
Dejará en manos de cada país la facultad de no exigir ser agricultor activo o empresa agraria para recibir subvenciones agrarias.
Vidal Maté, en ElPais.com
A partir de 2018, las grandes superficies de instalaciones deportivas como campos de golf, compañías que gestionen terrenos ligados a los aeropuertos, compañías de aguas, de ferrocarriles o terrenos de inmobiliarias, las englobadas en su día en la llamada "lista negra", podrían acceder a las ayudas comunitarias directas procedentes de la Política Agrícola Común. Es lo que se desprende de la propuesta de nuevo reglamento "ómnibus" para la simplificación de la PAC planteada por el comisario de Agricultura, Phil Hogan. Este reglamento que debe aprobar el Consejo y el Parlamento de la UE, según fuentes de la Administración, contiene una modificación de gran calado. Se deja en manos de cada Estado miembro la facultad de no aplicar la exigencia de la figura de agricultor activo como el destinatario de las ayudas, tanto a las personas físicas como a las empresas ligadas a las actividades incluidas en esa "lista negra". Esta es la cuarta oleada de medidas presentada por el comisario en el último año para la simplificación de la PAC, en este caso referida específicamente a la figura de los agricultores activos.
Frente a la corriente comunitaria partidaria de una mayor flexibilidad en los pagos a quienes ostenten unos derechos al margen de su actividad o rebajando las exigencias a mínimos, en España, el actual Ministerio de Agricultura, las Comunidades Autónomas y las organizaciones agrarias coinciden en la necesidad de restringir el acceso las ayudas. Por este motivo, parece difícil que el futuro Gobierno opte por ejercer esa facultad de pagos para todos, pero quedará en sus manos.
En Alemania hay unos 320.000 perceptores de estas ayudas, mientras que en Francia son alrededor de 350.000. En España, para un volumen de pagos similar, el número es mucho mayor. Hace tres años, el número de perceptores superaba los 900.000. Actualmente, esa cifra se ha rebajado a unos 797.000, especialmente por la exigencia de ser un agricultor activo para recibir la ayuda, así como por la prohibición de solicitar ayudas de menos 100 euros en 2014, menos de 200 en 2015 y actualmente 300 euros.
Desde el sector agrario se ha defendido radicalmente la necesidad de que las ayudas PAC fueran solamente para los profesionales, fijando la figura de agricultor activo como su destinatario. Para ser agricultor activo es indispensable que los ingresos por la actividad agraria supongan un mínimo del 20% de los ingresos de la explotación, pudiendo corresponder el 80% restante a ayudas públicas. A instancias comunitarias, esas exigencias se fueron rebajando y ahora, para cobrar las ayudas, basta con tener la tierra de laboreo o los pastos en buen estado, sin necesidad de producir, justificando gastos en su mantenimiento. Para las empresas que gestionan actividades de esa "lista negra", las exigencias para ser consideradas "activos" contemplaban que el importe total de sus ayudas directas de la PAC supusiera al menos el 5% de sus ingresos totales por actividades no agrarias o que su objetivo social y en la práctica tuviera una actividad agraria.
Los pagos directos suponen unos 5.000 millones de euros al año.
Estado Español
De los Domecq a la Casa de Alba: aquí van a parar los millones de la UE para el campo
Eva Pastrana, en ElConfidencial.com. 03.08.2015
La Casa de Alba (Fitz James Stuart), la mayor fortuna de Andalucía, obtuvo cerca de tres millones de euros en ayudas en 2014 a través de empresas como Eurotécnica Agraria, en Sevilla, y Euroexplotaciones Agrarias, en Córdoba.
La familia jerezana Domecq, propietaria de la quinta fortuna de Andalucía,con 800 millones de euros en su haber según la revista Forbes, recibió a lo largo de este último año un total de 4 millones de la PAC. Además, tal y como publicó El Confidencial, Micaela Domecq (la esposa de Miguel Arias Cañete) y sus hermanas percibieron hasta 1,81 millones de euros en la época en la que este fue ministro de Agricultura, generando un posible conflicto de intereses.
No son casos aislados. De acuerdo con el informe Beneficiarios de la PAC Andalucía 2013, elaborado por el Sindicato de Obreros del Campo y el Sindicato Andaluz de Trabajadores, las cerca de 80 familias (entre ellas sólo algunas empresas) que se reparten las tierras en Andalucía percibieron en 2013 en torno a 100 millones de euros en concepto de ayudas europeas directas de la PAC.
Mercadona y Don Simón
Supermercados y empresas de alimentación se reparten buena parte de estas ayudas. Así, por ejemplo, Mercadona obtuvo beneficios de 543 millones de euros en 2014, pero además recibió de la Unión Europea 2.438.424,78 en concepto de subvenciones para sus negocios en las regiones periféricas, ayudas que se encuentran en la línea de las que reciben otras empresas del sector.
Desde Mercadona aclaran que los 2,5 M€ recibidos se corresponden al Programa de Opciones Específicas por la Lejanía e Insularidad (POSEI), concretamente, el REA (Régimen Específico de Abastecimiento), que tiene como objetivo garantizar el abastecimiento de productos esenciales y su finalidad es bajar los precios de esos alimentos.
Otros ejemplos los recoge la Ong VSF Justicia Alimentaria Global. Ebro Foods (SOS, Brillante, La Fallera, La Cigala...), líder mundial en el sector del arroz y la pasta, se ha llevado casi 3 millones de euros en subvenciones sólo en este ejercicio. Es la misma cantidad que percibe J. García Carrión (fabricante de Don Simón), una de las empresas líderes del sector de vinos y zumos a escala nacional y europea.
Incentivos perversos para percibir ayudas
La Política Agraria Común, buque insignia de la UE, representa año tras año la tajada más generosa del presupuesto comunitario, entre el 40% y el 50%. La PAC busca fomentar la producción agrícola y evitar la dependencia del exterior para vender. Por eso, el criterio para dar más o menos ayudas era en el origen la producción agrícola: se pagaba al agricultor por el kilo o el litro producidos.
A mediados de los 80, la PAC funcionaba a buena marcha. Para evitar excedentes, la OMC (Organización Mundial del Comercio) impuso que las ayudas dejasen de estar ligadas a la producción.
Por eso, a partir de los años 2000 se decide cambiar el criterio de concesión de las ayudas: se empieza a pagar a los agricultores según la superficie cultivada. Además, se establece que, si una empresa dedica más del 5% de su objeto social a la agricultura, recibirá ayudas. "Eso hace que se desvirtúe la idea original de la PAC", considera Ignacio López, director de Relaciones Internacionales de Asaja.
La fiesta de los 'cazaprimas'
Esta época constituye el apogeo de los llamados 'cazaprimas' o 'agricultores de sofá', que "arriendan la tierra a un tercero para que la explote pero cobran la PAC sin moverse de casa", según López.
Además, hay empresas que poco o nada tienen que ver con el mundo de la agricultura (ferroviarias, propietarias de campos de golf, constructoras...) pero que se han convertido en perceptoras de ayudas por el mero hecho de contar con terrenos.
Tal y como publicó El Confidencial, más de 100 empresas han estado recibiendo subsidios agrarios pese a que declaran dedicarse a la construcción como actividad principal. Así, por ejemplo, el Institut Català de Sòl (Incasòl), organismo público dependiente de la Generalitat de Cataluña, ha estado recibiendo puntualmente, todos los años, una subvención agraria que ronda los 80.000 euros.
¿El fin de los agricultores de sofá?
Lo decía el comisario de Agricultura: "No tenemos la vocación de pagar a los agricultores de sofá". Este 2015 entran en vigor los nuevos criterios de la Política Agraria Común. Ahora no sólo se exige a los agricultores que cultiven tierras, sino que además deben probar que llevan a cabo una actividad comercial.
"Tienes que demostrar que eres agricultor activo, que sufres un riesgo empresarial", explican desde Asaja. En concreto, los agricultores tendrán que probar que al menos el 20% de sus ingresos agrarios procede de la actividad comercial. Para comprobarlo, llevarán a cabo controles administrativos, cruzando datos con Hacienda y labores de vigilancia sobre el terreno.
La pregunta es: ¿será, como decía el comisario de Agricultura, "un reparto justo"?
En España cobran PAC un millón de personas; de ellas 350.000 perciben menos de 1.000 euros. "Si la PAC representa el 20% de los ingresos de la agricultura, ese señor cobra 3.000 euros de ingresos anuales por el total de su actividad agraria. A eso hay que restarle la mitad en gastos... Son apenas 100 euros al mes. Ese señor seguramente viva de otra cosa y no necesita la PAC", considera Ignacio López.
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