Luiza Toscane, activista en Francia, particularmente en la solidaridad con las luchas árabes. Internationalviewpoint. Tomado de Punto de Vista Internacional
Han participado en huelgas (Egipto, Túnez y Bahrein) y en las asambleas generales (en Omán); han marchado y ocupado plazas y campos (en Bahréin, Omán y Yemen). Cualquiera que sea el tipo de manifestación, con contingentes mixtos (como en Marruecos) o separados (como en Libia y Omán), las mujeres han salido a la calle y continúan haciéndolo cada día. Y en algunos países, sus movilizaciones específicas han desempeñado un papel notable (estudiantes en Arabia Saudita y Sudán). Sólo los procesos de militarización de revoluciones (como en Libia y Siria) las han mantenido en un segundo plano. Y aun así, las mujeres soldado en el ejército de Gadafifueron parte de la insurrección armada, cuando el ejército regular cambió de bando.
Al principio, las mujeres no se desmarcaron del movimiento en su conjunto, exigiendo, al igual que los hombres y el resto de minorías, la "caída" o la "reforma" del régimen. Sufrieron la represión: al igual que sus compañeros, fueron detenidas, torturadas y encarceladas (en Siria y Sudán), o asesinadas.Y específicamente padecieron violaciones cometidas a escala masiva (en Libia, Egipto y Siria), incluyendo en el término violación las "pruebas de virginidad". En Sudán, las mujeres fueron azotadas públicamente, al estar prevista en la ley el castigo corporal, como la flagelación pública por "moral o vestimenta indecente" y "prostitución", cuyas definiciones son tan amplias que las autoridades pueden usarlas para reprimir a las mujeres. Las mujeres desaparecen de la historia, no diez años o cien años después, sino en tiempo real. Los sirios rinden homenaje cada día a decenas de "mártires" caídos todos los días de la revolución. La "Gloria a los mártires", expresión seguida de un recordatorio del nombre, la fecha de nacimiento y la fecha de la muerte, y a veces incluso de más detalles, mencionados razonablemnet en los medios de comunicación de la revolución siria, está dirigida sólo a los hombres; las mujeres son excluidas, porque no se paga tributo a una mujer violada. Desaparecen inmediatamente de la memoria colectiva.
Junto a los antiguos o nuevos movimientos de mujeres, hay una tercera actitud, que sin duda constituye una minoría, pero que ha surgido a raíz de estas revoluciones: en lugar de exigir derechos ¡los ejercitan! Este fue el caso del "beso de Nadhor" (en Marruecos), cuando a raíz de la detención y el encarcelamiento de un par de adolescentes que se habían besado públicamente, niñas y jóvenes decidieron besarse en público, en la calle. En el funeral deChoukri Belaïd en Túnez, su viuda Basma lanzó un llamamiento a las mujeres invitándolas a participar en el funeral, a pesar de que ese día está reservado en principio a los hombres. Las mujeres respondieron de forma masiva y fueron al cementerio. En Siria, las mujeres de Salamiyeh declararon en las redes sociales que iban a enterrar a los muertos. Una mujer se quitó la blusa en público (en Túnez) y otra las prendas inferiores (en Egipto). En Sudán las mujeres desafían al gobierno y marchan con la cabeza descubierta. Y en Arabia Saudí, las mujeres toman el volante de un coche regularmente y están empezando a alcanzar pequeñas victorias. Queda por ver si estas actitudes son el resultado de un momento de euforia revolucionaria, un aldabonazo de la decisión de momento, o si representan un patrón más general de comportamiento. Resulta difícil, sin embargo, imaginar a las mujeres sauditas abandonando el asiento del conductor. Depende de nosotras no renunciar a ello.
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