Nuestro compañero y miembro de la redacción de Info Gaia, Txema Abaigar, fue entrevistado sobre su presencia (con vari@s compañer@s más de IA y de otras organizaciones sociales y políticas) en una misión a Honduras de observación de DD.HH. y electoral. Reproducimos la entrevista completa, así como la página en la que aparece, lógicamente resumida, en 'Madrid Sindical' (al final del texto).
Entrevista a Txema
Abaigar, miembro de una Delegación internacional de DD.HH. a Honduras organizada
por La Vía Campesina
Txema nos da su visión
personal (dicha Delegación ya está elaborando un informe oficial de las
denuncias recogidas sobre el terreno) sobre la situación de represión
contra los Movimientos Sociales y también su análisis sobre las elecciones
realizadas en noviembre pasado, de cuyo seguimiento participaron de la mano de
las organizaciones de la sociedad civil hondureña.
Todo ello sobre un
país que, frente a lo que se informa internacionalmente, es muy dinámico en su movilización y en
el cual aparece en su horizonte la posibilidad de importantes cambios
impulsados desde los movimientos sociales, sindicales y políticos.
Juan Klett, para
Madrid Sindical.
Foto: Txema junto a Bertha Cáceres, dirigente de la COPINH y otr@s miembros de la Delegación (autora: Maureen Z.).
Foto: Txema junto a Bertha Cáceres, dirigente de la COPINH y otr@s miembros de la Delegación (autora: Maureen Z.).
MS - Honduras es un país poco
conocido, incluso en el ámbito de la solidaridad y del sindicalismo
internacional, ¿podrías hacernos una breve introducción, sobre el periodo más
reciente de este país centroamericano?
Tx.A. - En los
años 80 Honduras sufrió la 'Doctrina de Seguridad Nacional' que aplicó Estados
Unidos en el área, para combatir la movilización pacífica y armada contra las
dictaduras que sometían a los países del área y que, en algunos casos,
coadyuvaron al fin de aquellas y a la consecución de determinados avances
sociales y políticos. Pero las secuelas de ser base militar y económica de USA,
tuvo en Honduras un brutal reflejo en la represión y asesinatos de miembros de
la sociedad civil organizada y en la pauperización aún más profunda de la mayor
parte de su sociedad. Y, por ende, generó una dinámica de violencia estructural
que dura hasta hoy: es uno de los países más violentos del mundo.
En esos
años, como en los anteriores, el control oligárquico de la política del país se
amparaba en 2 partidos (PN y PL), que alternaban el poder. Pero en las
elecciones de 2006 es elegido un candidato (Mel Zelaya) de uno de esos partidos
(el Liberal), que modifica su actuación y servidumbre tradicional y comienza a
incorporar medidas sociales, pero también políticas que cuestionan su histórica
dependencia exterior (entra en el ALBA) y el control del país por familias
oligárquicas. Ello da lugar a que en 2009 se produzca un golpe de estado contra
el presidente elegido, con la implicación de distintos actores (oligarquía,
militares, embajada USA) con una represión terrible y con el resultado de
llevar a Honduras a convertirse prácticamente en un ‘estado fallido’.
MS - Y ¿que utilidad consideras que
tienen este tipo de actuaciones de verificación u observación?
Tx.A.- En el
caso concreto de Honduras hay un tupido silencio a nivel internacional. Tras el
golpe de estado de 2009, se produjo una movilización casi permanente de los
MM.SS. hondureños en resistencia y pareció no existir informativamente. La
represión política, la violencia ‘común’ (que en muchos casos se imbrican), que
deja una cifra de muertos superior incluso a las relacionadas con las guerras,
no son de conocimiento general, porque no interesa. La idea de esta Delegación
internacional era recoger información y traducirla en datos objetivos, para
enviarla a organismos internacionales y socializarla. Y sí, es necesario
fortalecer la observación internacional que canalice la denuncia y garantice la
transparencia de los procesos y así pudimos confirmar su operatividad sobre el
terreno
MS - Hablas de un clamoroso silencio internacional sobre lo
que ocurre en Honduras, ¿a qué crees que se debe?
Tx.A. - Honduras
es cabeza de playa de la geopolítica militar de Estados Unidos en el
continente americano, pero también es fundamental para ese país y para las
transnacionales en lo que denominan la “integración productiva”, que implica
desarrollo logístico, extractivismo sin medida, ni límite en todo lo
relacionado con hidrocarburos, agua, territorios, biodiversidad, en el despojo
territorial a las comunidades que habitan zonas de ‘interés turístico” o de
posible producción agrícola intensiva, etc. Pero en todo ello también juegan un
papel medular los países de la Unión Europea y sus empresas (o la confluencia
de intereses de ambas), reflejados en los Acuerdos de Asociación
firmados.
MS - ¿Cual fue el principal recorrido de la misión promovida por La Vía Campesina?
MS - ¿Cual fue el principal recorrido de la misión promovida por La Vía Campesina?
Tx.A. - En
concreto, las gentes que fuimos desde aquí, estuvimos en ‘zona de conflicto’,
en las cuales se desarrolla una intensa actividad relacionada con la denuncia
de la usurpación de tierras por parte de transnacionales, por parte de
numerosos Movimientos Campesinos. Nos reunimos con organizaciones de defensa de
derechos humanos, con organizaciones sindicales, con represaliados del mundo de
la judicatura, con activistas magisteriales, con colectivos feministas, con
coordinaciones indígenas y populares, con campesin@s encarcelad@s (en una
especie de ‘ejemplaridad’ contra quienes se movilicen), etc,
MS - Qué os permitió atestiguar…
Tx.A. - Nos
permitió comprobar sobre el terreno los datos sobre las tierras usurpadas por
empresas que son escandalosos y que existen verdaderos ejércitos privados (y en
algunos casos, seguridad con dinero público) en defensa de dichos intereses, y
que en esos marcos hay verdaderos desiertos legislativos, donde solo impera el
poder de quien ostenta la fuerza. Pudimos observar el precio terrible de una
resistencia heroica a la arbitrariedad y el robo, de l@s campesin@s que
recuperan tierras que les pertenecen (son propiedad del Estado para la Reforma Agraria, que se las quedan trans y nacionales) y las
defienden, pagando por ello una elevada suma de muertos, desaparecidos y
torturados. Y de hecho vivimos alguna situación más que comprometida.
Pudimos
recoger denuncias de las decenas y decenas de casos de violaciones de DD.HH. en
el campo y la ciudad. De cómo se ‘quitan’ desde el gobierno magistrados que
‘incumplen’ órdenes dictadas por el aparato gubernamental, de cómo existe un
latente feminicidio que los poderes fácticos desconsideran, de cómo la
‘violencia común’ tiene diversos trasfondos (sobre todo el económico), de cómo
los recortes implementados por pactos con el Fondo Monetario Internacional
(FMI) abocan a unos números relacionados con la pobreza insufribles para
cualquier sociedad mínimamente articulada (casi el 50% de la población bajo
'pobreza absoluta’).
MS - De lo que comentas de la
violencia contra las mujeres. ¿Podrías considerar como un escenario de
feminicidio, la situación que se vive allí?.
Tx.A.- Desde el
golpe de estado se ha producido un desmantelamiento notable
de instituciones que se habían creado para la promoción y protección de
los derechos y la vida de las mujeres. Y las cifras hablan por sí solas: el Tribunal
contra el Feminicidio informa de que una mujer es asesinada cada 15 horas
en Honduras. Pero la toma de conciencia de la necesidad de enfrentarse a esa
lacra está muy presente entre los Movimientos Sociales, entre otras razones por
el importante papel de un movimiento feminista muy sólido y combativo.
MS - ¿Te atreves a resumir la
situación política en el momento previo a las elecciones?.
Tx.A.- Las
últimas actuaciones del presidente Lobo, de su posterior sucesor Juan Orlando
Hernández y de su partido (Nacional) como voceros o en alianza con los sectores
dominantes tradicionales de Honduras, habían estado implementando políticas muy
graves contra la población: un aumento progresivo y desaforado en gastos
militares, crecimiento raudo del déficit público, creación de una policía
militar (denominada TIGRE), con una clara identidad persecutoria sobre los
activistas sociales y políticos, privatizaciones sin fin y corrupción, entrega
de territorios a transnacionales y otra de las ‘medidas estrella’ tomadas por
el anterior gobierno: destitución de los magistrados que habían dictaminado
como ‘inconstitucional’ la legislación que permite las concesiones de territorios a
multinacionales por tiempo indefinido, para la creación de zonas
con moneda propia, leyes definidas por consorcios privados, etc. Suena
tremendo, pero es obvia la entrega de la soberanía a manos privadas (a cambio,
claro está, de intereses económicos en los que están implicados los impulsores
de dicha legislación).
En ese
estado se llega a estas elecciones (que buscan lavar la cara definitivamente al
pasado golpe, tras una farsa de consulta electoral en 2009). Y pienso que una
parte mayoritaria de la sociedad hondureña llegó a estas con claras
aspiraciones de pasar página, de romper con todo esto. Pero como nos decía una
conocida activista de DD.HH. allá: ‘no dieron el golpe de estado para
devolver en las elecciones el poder y, después, dar cuenta de toda la represión
y saqueo al que nos han sometido en este tiempo…”. Y así fue.
MS - ¿Que pasó durante el periodo
electoral? ¿Y en el recuento?
Tx.A.- Hemos conocido diversas opiniones sobre
lo que aconteció en el desarrollo del proceso electoral, antes, durante y
después. Mi opinión coincide, y disculpa la ironía, con lo que vi y oí, pero
como me pides brevedad, simplemente te comento que, además de los asesinatos
producidos durante la campaña, el ‘exilio’ temporal de candidat@s populares
amenazad@s de muerte, y la evidente manipulación gubernamental, el día de las
elecciones prácticamente comenzó con el entierro de 2 activistas sociales. Lo
que siguió después ya es más conocido, aunque diversas ‘instancias
internacionales’ hablan de razonable normalidad. Datos irrefutables de
fraude, con distintas técnicas (incluso bastante avanzadas informáticamente),
etc.
Un simple apunte: se produjo una legitimación "express" del
proceso electoral la misma noche de las votaciones, aún con un 20% del
escrutinio sin atender. Las denuncias de fraude por parte de LIBRE y el PAC fue
un ejemplo claro de esto. Obviamente creo que tenía razón nuestra
interlocutora: ‘no iban a devolver el poder al pueblo’…
MS - ¿Cómo crees que se relacionan las
organizaciones sociales con el proyecto político de LIBRE?.
Tx.A.- Durante
el periodo electoral se ha producido una imbricación evidente entre las
organizaciones sociales y el partido Libre. El apoyo a su programa y actividad
ha sido obvio. Pero en la actualidad, una vez tomado posesión los diputados del
partido, que tendrán que llevar una práctica de oposición al fraude, pero
también de presencia “institucional” (con lo que ello implica de positivo y
negativo), el movimiento social, organizado en torno al Frente Nacional de
Resistencia Popular (FNRP) conformado en los días de la Resistencia al golpe y
actor fundamental en la articulación unitaria de lo social, pero también de lo
político en la izquierda, se está fortaleciendo para una mayor autoorganización
e independencia en la toma de posturas y en la movilización. Este dato es
importante porque parece claro que la respuesta popular en la calle ante el
fraude, la corrupción, represión, subida impositiva, etc., etc., va a un jugar
un papel medular en el horizonte de un cambio, no solo de gobierno, sino
también de paradigmas en la articulación del estado, que ya se plantea como
fundamental y determinante.
MS - ¿Con esto último, en relación a
un cambio de modelo social, quieres indicar que existe un debate amplio sobre
la posibilidad de la transformación?.
Tx.A.- Las
elecciones eran un paso más para lavar la cara a los actores que estaban detrás
del golpe y, con ello, empujar en el sentido de la recomposición final del
Estado oligárquico. Por supuesto con apoyo internacional (ni que decir tiene
que en primer lugar de la ‘embajada estadounidense’, pero también la UE). Ante
ello, el discurso programático de LibRe y especialmente de los Movimientos
sociales inciden en la urgente necesidad de lo que han dado en llamar estos
sectores progresistas y de izquierda como insoslayable “proceso de
refundación del estado, para democratizarlo”. Y hacen especial hincapié,
especialmente desde el FNRP, en que la libertad, la justicia, la democracia,
los derechos humanos, son incompatibles con un sistema de explotación
neoliberal como en el que se desarrolla esta lucha por la vida del Pueblo
hondureño.
MS - ¿Cómo es la realidad laboral y
sindical que has conocido en Honduras?.
Tx.A.- Los
derechos laborales y sociales que ganaron el movimiento sindical y otros
durante el tiempo de gobierno de Zelaya (algunos de ellos muy notables: aumento del salario mínimo en un 40%, mantenimiento de la inflación a
niveles bajos para el país, reducción de la pobreza extrema en un 10% en 2008,
etc.), han sido arrasados durante los gobiernos golpistas de Micheletti y su
heredero pepe Lobo. En la actualidad los datos hablan de un trabajo
mayoritariamente irregular, salarios ínfimos y represión sindical.
MS - Sobre la situación de los DDHH,
¿alrededor de que asuntos y personas conviene mantener la vigilancia?, ¿ha
cambiado algo la situación de DDHH tras las elecciones?.
Tx.A.- “Apareció”
una Lista con nombres de líderes sociales y
políticos amenazados de muerte. Con muchas de las personas que aparecen en este
listado emanado de la ‘garganta profunda’ del ministerio público hondureño, nos
entrevistamos allá. En lo que a mi refiere, solo puedo decir que me impresionó,
me conmovió, la entereza de est@s activistas y su compromiso total con
las causas y luchas en las que participan. Al precio que sea. En sociedades
como las europeas, donde el individualismo se acomoda en tantas parcelas,
incluidas las del compromiso con una vida justa, libre y solidaria, estas
personas son un ejemplo. Y nosotr@s tenemos la obligación de estar a su lado,
ofrecer todo nuestro apoyo y articular todas las formas posibles de solidaridad
con ellas.
Que el
‘vencedor’ de las elecciones haya sido un político connotado por su persecución
de los movimientos sociales y su impulso de la policía militar, creo que dice
todo en relación a los peligros que se ciernen contra los derechos humanos. En
definitiva: tenemos que estar, todas las organizaciones sindicales, sociales,
políticas internacionalistas y de derechos humanos, permanentemente atentas y
en pié de solidaridad con quienes sufren esos ataques y, por supuesto, con
tod@s los trabajadores hondureños.
ENTREVISTA PUBLICADA EN PAPEL:
Txema Abaigar, miembro de una Delegación de varias organizaciones en una misión internacional organizada por Vía Campesina a Honduras
"Una mujer es asesinada cada 15 horas en Honduras"
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