Diagonal. Foto: Barco llegando a Lampedusa (Ara Prestianni)
Día de discursos en el Parlamento europeo: "¿Hemos aprendido la lección del holocausto cuando vemos lo que pasa en el Mediterráneo? ¡No! ¡Es una vergüenza!". Henri Malosse, presidente del Comité Europeo Económico y Social, ha sido el primero en comparar la situación en la frontera sur con el genocidio llevado a cabo por los nazis durante la II Guerra Mundial. Otra comparación: la del representante de los armadores noruegos (Norwegian Shipowners' Association) quien ha dicho que el mar Mediterráneo es un cementerio, en el que las víctimas ya son incontables. También ha indicado el número de refugiados rescatados en el mar es el más alto desde la guerra de Vietnam. Las llamadas a la acción y al diálogo han sido constantes en la segunda jornada del European Migration Forum, en el que participan desde ayer actores de la sociedad civil e instituciones europeas, pero las cifras siguen indicando que el discurso va muy por detrás de los hechos. Según Acnur, sólo en 2014, 3.200 personas murieron en el mar Mediterráneo. El proyecto The Migrant Files cifra en 27.000 las personas que han muerto en el camino a Europa desde el año 2000. La última tragedia conocida ha tenido lugar cerca de las costas de Malta, donde se da por muertos a 21 desaparecidos que viajaban desde Libia hasta esa isla mediterránea.
Más de 5.000 de los interceptados en la operación Mos Maiorum procedían de Siria y casi 1.500 personas vienen de Afganistán
Devoluciones en caliente
Una decena de carteles de 'Stop deportaciones ilegales' han servido para recibir a Avramopoulos, y denunciar así esta práctica llevada a cabo sistemáticamente por el Gobierno español, que se dio a conocer al gran público a raíz de la tragedia en la playa del Tarajal, en Ceuta, cuando 15 personas murieron al ser repelidos por la Guardia Civil mediante el uso de material antidisturbios. Las ONG se ha reclamado un diálogo real con el comisario y el fin de las devoluciones en caliente, las deportaciones ilegales que se producen cotidianamente en las fronteras de Ceuta y Melilla. Según Rights International Spain constituyen una clara violación del derecho comunitario y de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y del derecho de los refugiados contraídas por España. La práctica de devoluciones sumarias ha sido certificada mediante una adición a la Ley Mordaza aprobada en diciembre, a pesar de que, como señala RIS, contraviene las directivas europeas de Retorno y Asilo, el Tratado Schengen y la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. José Palazón, de la ONG Prodein, ha comparecido en el Foro para denunciar que en la frontera española no se informa proceso de asilo a las personas migrantes: "Es distinto llegar a una frontera que a un muro", ha denunciado Palazón.
'Mos Maiorum'
El mismo día que el medio maltés Times of Malta informaba sobre el naufragio frente a las costas maltesas, el Gobierno italiano enviaba al Consejo Europeo de los resultados de la Operación de "caza" de migrantes en territorio europeo "Mos Maiorum", que fue encabezada por Italia durante su presidencia rotatoria del Consejo. La operación, en la que participaron 27 países entre el 13 y el 26 de octubre. En total, según el informe, se interceptó a 19.234 personas "irregulares", en palabras del Consejo. 9.890 en las fronteras exteriores y 9.344 en territorio europeo. Como en la anterior operación Perkunas, Italia, Hungría y Alemania fueron los países más duros a la hora de identificar e interceptar personas. En el Estado español se produjeron 346 identificaciones, 304 dentro del territorio.
Del total de interceptados, 2.721 fueron menores de edad. Los ecos de las guerras abiertas en oriente medio se reflejan perfectamente en el informe: más de 5.000 de los interceptados procedían de Siria y casi 1.500 personas vienen de Afganistán. En 2.000 casos no se pudo identificar el origen de la persona interceptada. Aunque uno de los principales objetivos de Mos Maiorum era luchar contra las redes organizadas de facilitadores del tránsito, las supuestas mafias de transporte de inmigrantes, durante la operación sólo se ha identificado a 257 facilitadores.
Más de la mitad de las personas que han sido interceptadas por las policías europeas solicitaron asilo. La mayoría de ellos fueron identificados en la frontera externa de la UE, en su mayoría en el barco que los transportaba a Italia, el país que más se ha afanado en el control del Mediterráneo. Según el Consejo Europeo, Libia se ha convertido en el principal punto de salida hacia Europa. Personas de hasta 53 nacionalidades, sobre todo sirios, eritreos, malienses y nigerianos toman rumbo a Europa desde los puertos libios, motivo por el que el Consejo Europeo ha mostrado su preocupación porque tras la caída de Gadafi "no hay autoridades para implementar medidas para el control de los flujos migratorios". Sin embargo, el Gobierno italiano se felicita de la cooperación entre Marruecos y España como un pilar fundamental "para prevenir la migración irregular" en la zona del Mediterráneo occidental.
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