Dan la Botz, en VIENTO SUR
En la primavera de 2012, los 26.000 miembros del sindicato de profesores de Chicago (CTU), se pusieron en huelga provocando el cierre de las escuelas de la tercera ciudad más grande de los Estados Unidos, a la que acuden 350.000 niños. Esta huelga enfrentó al sindicato con el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, antiguo jefe del gabinete de la Casa Blanca bajo la presidencia de Barack Obama. De una forma más general, la huelga se dirige contra Arne Duncan, Secretaria de Estado para la Educación, que promovió las chared schools [escuelas privadas laicas subvencionadas por las autoridades públicas] y defendió la armonización de programas y eventos escolares a nivel nacional. Duncan había sido hasta ahora el jefe de las Escuelas Públicas de Chicago, designado por el alcalde Richard M. Daley, hijo del famoso Richard J. Daley, quién había dirigido la ciudad por el Partido Demócrata de 1955 a 1976 y quién organizó, según algunos testimonios, el fraude que permitiría a John F. Kennedy ganar las elecciones de 1960.
Del combate sindical a la lucha política
Los profesores de Chicago se opusieron a la política escolar de Duncan y plantaron cara al alcalde Emanuel con una huelga de más de una semana que se ganó el apoyo de otros sindicatos, de diversas asociaciones comunitarias, de padres y de alumnos. Ésta fue –aunque nadie lo ha reinvindicado como tal– una huelga contra el Partido Demócrata, realizada por un sindicato que históricamente ha apoyado a los demócratas y por los profesores que mayoritariamente votan por éstos. Y lo que comenzó como una huelga continúa ahora como una rebelión política que amenaza con desafiar al Partido Demócrata en uno de sus principales feudos nacionales.
A principios del mes de enero, la CTU votó a favor de crear una organización política independiente. La resolución adoptada "decide que el Sindicato de profesores de Chicago (CTU), impulsa una organización política independiente con aliados importantes de sectores progresistas del movimiento obrero y asociaciones comunitarias, capaz de participar en las campañas electorales y legislativas a favor de las familias trabajadoras, de nuestros miembros activos y retirados y de nuestras comunidades". La CTU apoyará a los que luchan por la justicia social. Éstos podrían ser demócratas ya electos, nuevos candidatos demócratas, o independientes.
¿Hacia una alternativa socialista en Chicago?
La idea de que un sindicato clave de una gran ciudad pueda romper con el Partido Demócrata y apoyar a sus propios candidatos a las elecciones es algo desconocido en la política de EE.UU.
En todo el país, prácticamente todos los sindicatos apoyan a los demócratas, gestionan las llamadas electrónicas a los votantes, llaman a sus puertas y los animan a votar. Aunque no sabemos exactamente qué va a hacer la nueva organización política de la CTU, es posible que ésta apoye a candidatos independientes. Si este sindicato fuera capaz de recrear a nivel político la solidaridad que ha desarrollado en los centros de trabajo y de apoyar de la misma forma a un candidato independiente, esto podría suponer una evolución importante. Así, algunos han sugerido que la presidenta de la CTU, Karen Lewis, afroamericana, se presente como candidata contra el alcalde Emanuel.
Al mismo tiempo, un grupo de unos 80 socialistas de diferentes organizaciones de Chicago, inspirados por la victoria electoral de Kshama Sawent en Seattle, se reunieron para explorar la posibilidad de una candidatura socialista a las próximas elecciones de su ciudad. Ese grupo comenzó a trabajar el pasado noviembre, formando comités para redactar una declaración de intenciones y organizar una plataforma, pero también para evaluar las posibles candidaturas, encontrar financiación y asesoramiento jurídico. Como en Seattle, su proyecto de plataforma socialista plantea un aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora entre otras reivindicaciones. Hasta el momento, los activistas que participan en este proyecto vienen casi enteramente de la izquierda socialista blanca, por lo que será indispensable ganar el apoyo de los latinos y los afroamericanos para que la campaña tenga alguna oportunidad de éxito.
Candidatura de izquierdas a la alcaldía de Oakland
Hay también algo nuevo en San Francisco, donde, a principios del mes de enero, Dan Siegel, abogado y conocido militante de izquierdas, anunció que se presentaba a candidato a la alcaldía. Desde los años 60, la bahía de San Francisco ha sido una de las regiones más radicales del país, que es conocida por sus sindicatos, por su movimiento LGTB, o por la militancia de sus comunidades étnicas. El alcalde actual de Oakland, Jean Quan, que viene de la izquierda maoísta, fue elegido bajo las siglas demócratas. Cuando el movimiento Occupy se instaló en una plaza de la ciudad, su jefe de policía envió a sus hombres a desalojar el lugar usando gases lacrimógenos, balas de caucho y granadas aturdidoras. Quan felicitó al jefe de la policía por su pacífica resolución de la situación, lo que animó a Siegel, uno de sus asesores de confianza, también de origen maoísta, a romper con él.
Hasta aquí, Siegel parece presentarse como independiente y su reivindicación central en la campaña es elevar el salario mínimo a 15 dólares la hora. También llama a reforzar la seguridad en Oakland, no con un mayor despliegue policial, sino mejorando las condiciones de vida de sus habitantes. Siegel anunció su candidatura rodeado de dirigentes sindicales y comunitarios que le han declarado su apoyo. Su página de twitter lo presenta como "activista de los años 60 y abogado de izquierdas. Un aventurero al aire libre. Un hombre decidido a acabar con el reinado del capital".
Oakland, una ciudad principalmente obrera y afroamericana, en la bahía de San Francisco, ha sido el escenario de las acciones más masivas y significativas a nivel nacional del movimiento Occupy, donde miles de activistas lograron bloquear uno de los principales puertos del país, en noviembre-diciembre de 2011. Las protestas de los afroamericanos contra la muerte de Oscar Grant, el día de año nuevo de 2009 y el movimiento Occupy de 2011 han conseguido movilizar a miles de personas y ha movido a la creación de un poderoso núcleo activista en la región de la bahía de San Francisco, que cuenta con una larga tradición de la izquierda.
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