En el último año asesinaron a 105. Cada seis días fallece un activista de derechos humanos.
Juan Camilo Pedraza, en El Tiempo
Mientras las muertes por el conflicto armado han disminuido en los últimos ocho meses a los niveles más bajos en 51 años, como consecuencia del cese unilateral del fuego de las Farc y la suspensión de los bombardeos de parte de las Fuerzas Armadas, hay alerta en el país por el repunte en los asesinatos de líderes sociales.
Si bien las cifras de instituciones y organizaciones que siguen el tema varían, todas registran un aumento de los crímenes a partir del 2015 con una tendencia similar en lo que va del 2016.
El Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto (Cerac) indica que en el 2015 los asesinatos selectivos aumentaron un 35 % con respecto al 2014. Se pasó de 78 muertos a 105 el año pasado.
Según el programa Somos Defensores, en el 2015 cada seis días fue asesinado un activista de derechos humanos. La ONU en Colombia registra la misma cifra.
Frente a lo que va del 2016, la Fundación Paz y Reconciliación dice tener documentados 30 casos y la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, 16. Por su lado, el Cerac registra ocho asesinatos.
Entre los muertos están una líder campesina, un gobernador indígena, un militante de la Juventud Comunista, un integrante del movimiento Marcha Patriótica, un escolta del secretario general de la Unión Patriótica y un reclamante de tierras.
Cuatro son los asesinatos más recientes. Uno de ellos, el de Adrián Quintero, integrante de Marcha Patriótica y líder de las comunidades afrodescendientes del Valle del Cauca, que fue atacado en Buenaventura en una acción atribuida a los ‘Urabeños’.
Los otros tres ataques fueron contra tres campesinos del municipio de Cabrera (Cundinamarca). Sus cuerpos fueron hallados el 18 de marzo, amordazados, a orillas del río Sumapaz en su paso por el municipio cundinamarqués de Ricaurte.
Los campesinos habían desaparecido una semana antes. Los tres, dice la presidenta de la Unión Patriótica, Aída Avella, eran líderes campesinos que se oponían a proyectos mineros en su región.
También Marcha Patriótica reporta que desde su fundación, en el 2012, han sido asesinados 113 de sus integrantes. Piedad Córdoba, una de las dirigentes, sostiene que 28 de los crímenes han ocurrido en lo que va del 2016.
En medio de las insistentes denuncias, la Fiscalía confirmó esta semana que ya está investigando 10 de los asesinatos selectivos, y el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, anunció la conformación de un grupo especial de investigación sobre la ola de crímenes.
¿Son responsables los paramilitares?
El hecho es que los movimientos o grupos a los que pertenecían las víctimas señalan a paramilitares como los responsables de los homicidios. También la organización Somos Defensores indica que dos terceras partes de las desapariciones, detenciones arbitrarias, atentados, robos de información y asesinatos de líderes provienen de grupos paramilitares.
La Fundación Paz y Reconciliación dice tener identificados 93 de esos grupos en distintos niveles y regiones del país. “No son banditas criminales, como lo quiere hacer parecer el Gobierno; el fenómeno es muy complejo”, dice Ariel Ávila, subdirector de Paz y Reconciliación.
Agrega que un 30 % de los paramilitares están dedicados a “vender seguridad” a personas “que se han beneficiado del conflicto armado”. “Los asesinatos y amenazas no los hacen esos grupos por iniciativa propia, son mercenarios que cualquiera puede contratar”, subraya Ávila.
También el director del Cerac, Jorge Restrepo, afirma que “el paramilitarismo no desapareció por completo de Colombia, pero el de hoy es diferente al de los años 90 porque está más ligado a conflictos de restitución de tierras, reclamos de derechos, y es más selectivo”,
La alerta por la nueva ola de asesinatos selectivos está prendida. Incluso la delegación de la Unión Europea en Colombia exhortó a las autoridades a tomar medidas para proteger a los líderes sociales.
Preocupa que en momentos en los que el Gobierno y las Farc discuten en la mesa de negociación de La Habana el fin del conflicto y las garantías de seguridad para hacer el tránsito a la política, esté rondando otra vez el fantasma del paramilitarismo.
Seis de los asesinados este año
William Castillo: Líder de Marcha Patriótica
Habría recibido amenazas de paramilitares por su activismo en contra de la minería ilegal en Bolívar.
Habría recibido amenazas de paramilitares por su activismo en contra de la minería ilegal en Bolívar.
Alexánder Oime: Líder indígena del Cauca
Este gobernador del resguardo de Río Blanco se oponía a la intervención del páramo de Barbillas.
Este gobernador del resguardo de Río Blanco se oponía a la intervención del páramo de Barbillas.
Hernando Pérez: Reclamante de tierras en Sucre
Representaba a su familia en un proceso de restitución de predios. Víctimas en la región denuncian a terratenientes.
Representaba a su familia en un proceso de restitución de predios. Víctimas en la región denuncian a terratenientes.
Marisela Tombé: Líder comunitaria
Presidió la Asociación de Campesinos de Playa Rica y trabajó en la junta de acción comunal de la vereda Las Brisas (Cauca).
Presidió la Asociación de Campesinos de Playa Rica y trabajó en la junta de acción comunal de la vereda Las Brisas (Cauca).
Klaus Zapata: Líder comunista de Soacha
Este miembro de la Juventud Comunista denunció la presencia en su barrio de paramilitares dedicados al microtráfico.
Este miembro de la Juventud Comunista denunció la presencia en su barrio de paramilitares dedicados al microtráfico.
Milton Escobar: Escolta de líder de la UP
Era hijo de un integrante de Marcha Patriótica y trabajaba en la seguridad del secretario general de la Unión Patriótica en Arauca.
Era hijo de un integrante de Marcha Patriótica y trabajaba en la seguridad del secretario general de la Unión Patriótica en Arauca.
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