sábado, 16 de mayo de 2020

Defender el territorio en Honduras: «Guapinol libertad», Guapinol somos tod@s

«Guapinol libertad», Guapinol somos tod@s

Txema Abaigar  y  Rocío Sánchez *

No es una excepción: cualquiera que siga la realidad sobre los países de América Latina, la que «no sale» en las televisiones europeas, sabe que la vida de l@s defensoras/es ambientales en muchos de esos países está en peligro. Cuando no son paramilitares ultraderechistas que hablan de «la patria» mientras sirven con plomo a multinacionales, a oligarquías nacionales explotadoras o a gobiernos corruptos o a ejércitos que con «falsos positivos» (1), cubren sanguinarios expedientes, pues lo son por la represión judicial, vinculada a los intereses de saqueo de los anteriores…

HONDURAS O «LO MÁS TERRIBLE SE APRENDE ENSEGUIDA…»  

En Honduras «funcionan» muy engrasadamente dichos paramilitares, judicatura al servicio de la extorsión de los citados poderes fácticos o, cuando lo requiere, se utiliza la pobreza, recurriendo al sicariato, para acabar con quienes quieren acabar con la pobreza y la desigualdad. Podríamos explicarlo más detalladamente o, incluso, con datos pormenorizados… pero basta con conocer que en este país centroamericano, esos intereses combinados decidieron acabar con una lideresa reconocida mundialmente por la defensa del territorio y que, por ello, recibió el Premio Goldman (un Nobel del Medio Ambiente) y que, supuestamente, recibía protección de la Comisión Interamericana de DDHH (CIDH)… y lo hicieron: asesinaron a Berta Cáceres Flores la madrugada del 3 de marzo de 2016. Berta es hoy todo un símbolo nacional e internacional; y que, a pesar de ello y de la presión internacional, solo han recibido condena los asesinos materiales, mientras los intelectuales siguen impunes. Pues, dicho esto, se entienden mejor muchas otras situaciones que, como el caso de Berta, pero menos conocidas internacionalmente, se han estado dando en los últimos años o (con algunos breves interregnos) en los últimos decenios de transición entre «república bananera» a «narcoestado» (2). Y estas situaciones se reproducen cada vez que un sector de la población se levanta contra una injusticia en la que están implicados actores gubernamentales y privados. Éstos son también culpables de que estos casos se desconozcan medios, think tank, gobiernos cómplices, trasnacionales beneficiarias, organismos internacionales «permisivos» con un gobierno salido del fraude electoral: el de JOH en Honduras, etc. (3).

GUAPINOL O COMO DEFENDER EL TERRITORIO, CUESTA LA LIBERTAD Y LA VIDA

En septiembre de 2018, mujeres, hombres, niñ@s, jóvenes y ancian@s instalaron un campamento en el sector de Ceibita, del municipio de Tocoa (departamento Colón), para defender los ríos y el área protegida, desde 2012, del Parque Nacional Montaña de Botaderos Carlos Escaleras de Guapinol y sector San Pedro, frente a la explotación que realiza la Minera Inversiones Pinares. Lo que podría parecer una lucha de intereses, entre un Pueblo que defiende sus ríos, y transnacionales y oligarquías que quieren usurparlos y que, para sus intereses extractivistas, quieren que estos cauces fluviales desaparezcan, cuesta la libertad y la vida de quienes apuestan por su medio natural. Mientras unos hablan de «patria», otr@s mueren por defender su naturaleza: al menos 6 personas asesinadas, a lo que hay que sumar el procesamiento inicial de más de 60 (incluida un fallecido antes del «conflicto»), desplazamientos familiares, conflictos intercomunitarios (sí, efectivamente, estas empresas compran también voluntades vecinales) … Y es que «prometen desarrollo para las comunidades, es como un enamoramiento, después la realidad es otra» (vecina de Guapinol).

Más de año y medio después de formalizar en una acampada la respuesta a este intento de «terricidio» (4), la vida de las familias que resisten en Guapinol, se ha convertido en una lucha diaria por salvar su medio natural, sus formas de vida, su integridad física y la libertad de, actualmente 8 de sus vecinos presos en la cárcel de Olanchito (Porfirio, Arnold, Daniel, Ewer, Kelvin, José y Orbin), y en La Ceiba (Jeremías). Íbamos a hablar de las acusaciones sobre ellos, pero… es igual, podrían ser otras cualquiera…, pues su verdadero «crimen» es defender el agua y la vida de su comunidad, en fin, eso que eufemísticamente los patriotas de pulserita llaman «territorio nacional», allí y en todas partes y con el mismo objetivo: llevarse todo lo posible de su suelo y de su Pueblo. Y a quien se enfrente o se le compra o se le encarcela o se le asesina. No hay más.

Tras múltiples gestiones por parte de movimientos sociales, organismos de DDHH e incluso organismos estatales ante el peligro real que están corriendo los presos políticos de Guapinol en estos más de 8 meses transcurridos, por hacinamiento, amenaza de su integridad y militarización (5), el resultado prácticamente no ha variado. Así, ante estos rehenes sociales, la judicatura hondureña, que está situada de parte con la Empresa Minera Inversiones los pinares y Ecotek, ha desoído citaciones para habeas corpus o el llamado de organismo estatal («Mecanismo Nacional de Prevención»-CONAPREV) a cambiar a cárcel menos peligrosa o permanentes emplazamientos judiciales y llamados sociales pidiendo su libertad por no existir razones jurídicas válidas. La saña «ejemplarizante», de cara a esta/s comunidad/es (amenazadas por otras 6 empresas más) y otras en toda la tierra hondureña  que se movilizan por la defensa del agua, la vida y el territorio, insiste en que sigan encarcelados y sin variación sustancial de su situación.

DE CARA A LOS PRESOS, ¿COMO AFECTA EL COVID-19?

Esta pregunta suena a ingenua en Honduras, aunque no solo, pues mientras se escriben estas líneas en el Estado español sale de la cárcel Rato, pero continúan pres@s Junqueras y resto de encausad@s del Procés, jóvenes de Altsasua, F. Molero, etc…. Esa judicatura subordinada a intereses de todo tipo, incluido el de un presidente fraudulento, está tentando e intentando dejar en libertad por la pandemia del coronavirus a los condenados por asesinos materiales de Berta Cáceres, mientras hace oídos sordos hacia las peticiones de libertad de los presos de Guapinol. Podríamos extendernos, pero solo opacaría la realidad citada: los encarcelados de Guapinol seguirán presos para demostrar que la lucha por defender lo que es de tod@s, frente a los intereses de las élites económicas y la oposición a su saqueo constante, se paga con la muerte o con la prisión. Y a pesar de ser tan brutal, ni está desmovilizando ni desmoralizando ni acallando a familiares, compañeros, solidaridades varias ni al resto de poblaciones que resisten en las mismas situaciones.

Y SOBRE «NOSOTR@S» Y «NUESTRA» SOLIDARIDAD, QUE?
LA SOLIDARIDAD POR CONSTRUIR EN ESTA LUCHA COMPARTIDA

Tal vez suene muy básico, pero toca reafirmar aquello de asumir siempre y como nuestras, las injusticias acaecidas en cualquier lugar, a cualquier orilla del océano. De ello sabe mucho la «Historia» de/en ambos lados. Decenas de miles de personas huidas de las guerras, hambrunas y precariedades han surcado, en todo tiempo, las aguas en una u otra dirección. Asimismo, y de manera bidireccional y horizontal debe seguir surcando un mundo cada vez más reducido, tal como lo estamos comprobando de primera mano con el covid-19, ¿o no? Mostrando además que la globalización también garantiza que las medidas de saqueo que se dan en un punto del orbe, tarde o temprano llegan al otro… y también las rebeliones.

La retroalimentación de nuestras solidaridades se resume muy bien en la frase «Solo el Pueblo salva al Pueblo» y lo experimentamos día a día: ante catástrofes, pandemias, enfrentamientos contra las trasnacionales (casi siempre las mismas en todo el mundo) y oligarquías (que operan similarmente en todas partes), ante las represiones y, claro está, en la solidaridad con/en las luchas. En fin, nos gustaría no descubrir nada nuevo, si decimos que creemos que junt@s, sin barreras hegemonistas, somos más fuertes, los Pueblos, l@s de abajo, frente al capitalismo, el terror contra la naturaleza, el patriarcado, la neocolonización, la desigualdad… Ojalá la consciencia de que podemos cambiar el mundo de base sea pronta y efectiva, pero, antes de conseguirlo, veremos a nuestros compañeros de Guapinol en libertad.

«Es la lucha de siempre, defender el agua y la vida. La comunidad era de paz, no necesitábamos el «desarrollo» ese que nos decían…. El desalojo de la acampada se produjo con bombas, balas y gas, pero sobrevivimos y sobreviviremos» (vecina de Guapinol). Es nuestra lucha… es  de tod@s.

* Txema Abaigar P. de Vinaspre y Rocío Sánchez, internacionalistas e integrantes de la Delegación política de la Plataforma por Honduras febrero-marzo 2020.

Notas:

(1) Leer: https://www.opendemocracy.net/es/cu%C3%A1ndo-se-har%C3%A1-justicia-por-falsos-positivos-en-colombia/

(2) Muy conveniente leer: https://madj.org/index.php/2020/02/19/opinion-de-republica-bananera-a-narcoestado/

(3) Aquí información cronológica del fraude: https://notibomba.com/cronologia-del-monstruoso-fraude-electoral-en-honduras/

(4) Información: https://kaosenlared.net/terricidio-mujeres-indigenas-luchando-por-justicia-y-construyendo-suenos-colectivos/

(5) Ver: http://www.pasosdeanimalgrande.com/index.php/en/denuncias/item/2731-abogados-denuncian-injustificadas-demoras-del-sistema-de-justicia-para-resolver-recursos-a-favor-de-defensores-de-guapinol

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