El Centro Palestino para los Derechos Humanos (CPDH) expresa su extrema preocupación por la suerte de Samer al-Eissawi, que está en huelga de hambre en las cárceles israelíes desde hace más de 200 días. El CPDH considera que las autoridades de ocupación israelíes son responsables de su bienestar, y hace un llamamiento a la comunidad internacional para que ejerza presión sobre las autoridades israelíes para que lo liberen inmediatamente a él y a los otros detenidos administrativos.
Samer al-Eissawi, de 33 años, de Jerusalén, está en Huelga de hambre desde el 1 de agosto de 2012, para protestar por ser detenido de nuevo y puesto bajo detención administrativa. Su segunda detención se produjo después de ser liberado en el contexto del intercambio de prisioneros entre los grupos armados palestinos y las autoridades israelíes en octubre de 2011, por el que 1.027 presos palestinos fueron liberados a cambio del soldado israelí capturado, Gilad Shalit.
Según varios grupos de derechos humanos, el estado de salud de al-Eissawi, que se encuentra detenido en la enfermería de la prisión de Ramla, está en constante deterioro como consecuencia de su prolongada huelga de hambre; y recientemente ha dejado de beber agua, tomar vitaminas o tomarse la presión arterial, en un intento de presionar a las autoridades israelíes para que lo liberen.
Según fuentes médicas, el estado de salud de al-Eissawi se agrava constantemente; su peso bajó a 46 kilos; ya no puede andar y tiene que usar silla de ruedas para moverse; también sufre de debilidad general. En un mensaje enviado ayer desde la prisión, al-Eissawi dijo que los médicos le habían informado de que "yo estoy sujeto a sufrir un derrame cerebral, taquicardia, azúcar bajo y presión arterial baja. Mi temperatura corporal es baja y me he vuelto insomne debido al dolor constante".
El CPDH tiene una extrema preocupación por la suerte de al-Eissawi, que está en huelga de hambre en las cárceles israelíes, y:
1. Exhorta a la comunidad internacional para ejercer presión sobre las fuerzas israelíes para que lo liberen inmediatamente, a fin de salvar su vida;
2. Exhorta a las organizaciones de derechos humanos y de solidaridad internacional a continuar los esfuerzos para terminar con el abuso de las detenciones administrativas por las fuerzas israelíes, en violación del derecho fundamental a un juicio justo;
3. Observa con profunda preocupación el deterioro de las condiciones de vida de más de 4.700 prisioneros palestinos en las cárceles israelíes.
TEXTO ORIGINAL EN INGLÉS:
PCHR Appeals to the International Community to Save the Life of Palestinian Administrative Detainee, Samer al-Eissawi, Who Remains on Hunger Strike.
Palestinian Centre for Human Rights (PCHR)
The Palestinian Centre for Human Rights (PCHR) expresses extreme concern over the fate of Samer al-Eissawi, who has been on hunger strike in Israeli jails for more than 200 days. PCHR holds the Israeli occupation authorities responsible for his wellbeing, and calls upon the international community to exert pressure on the Israeli authorities to immediately release him and other administrative detainees.
Samer al-Eissawi, 33, from Jerusalem, has been on hunger strike since 1 August 2012, in protest against being re-arrested and placed under administrative detention. His re-arrest took place after he was released in the context of the prisoners’ exchange between Palestinian armed groups and Israeli authorities in October 2011, under which 1,027 Palestinian prisoners were released in exchange for the captured Israeli soldier, Gilad Shalit.
According to various human rights groups, the health conditions of al-Eissawi, who is detained in Ramla Prison Hospital, is continuously deteriorating as a result of the protracted length of his hunger strike, and him recently abstaining from drinking water, taking vitamins or having his blood pressure checked, in an attempt to pressurize the Israeli authorities to release him.
According to medical sources, al-Eissawi’s health condition is continuously deteriorating; his weight dropped to 46 kilograms, he is unable to walk and uses a wheelchair for movement, and he also suffers from general weakness. In a message sent yesterday from prison, al-Eissawi said that doctors had informed him that “I am subject to strokes as I suffer from tachycardia, shortage of sugar and low blood pressure. My body temperature is low and I have become insomniac due to the constant pain."
PCHR has extreme concern over the fate of al-Eissawi, who is on hunger strike in Israeli jails, and:
1. Calls upon the international community to exert pressure on the Israeli forces to immediately release him, in order to save his life;
2. Calls upon human rights organizations and international solidarity organizations to continue their advocacy efforts to end to the misuse of administrative detentions by the Israeli forces, in violation of the fundamental right to a fair trial;
3. Notes with grave concern the deterioration of living conditions of more than 4,700 Palestinian prisoners in Israeli jails.
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