En EE UU emerge un nuevo movimiento por los derechos civiles. Desde Nueva York a California, todas las principales ciudades han conocido manifestaciones militantes y disruptivas en las que han participado decenas de miles de personas contra el asesinato de Michael Brown y Eric Garner, así como contra el hecho de que los grandes jurados de Missouri y Nueva York han absuelto a los policías implicados.
Dan La Botz, periodista, veterano activista sindical y de la organización socialista estadounidense SOLIDARITY. Traducción: VIENTO SUR
Estas protestas, que se iniciaron en Ferguson (Missouri, cerca de San Luis) en agosto, continuaron durante todo el otoño, culminando en un movimiento masivo durante varios días en diciembre. Después, el 13 de diciembre, centenares de miles de manifestantes convergieron en Nueva York, Washington y otras ciudades. Puede ser que nos encontremos al principio de algo realmente nuevo, grande e importante.
Las y los manifestantes levantaban los brazos gritando "¡Tenemos las manos en alto, no tiréis!", como lo hizo Garner cuando estaba muriendo y que fue visto por millones de personas en el video grabado en un móvil. Las y los manifestantes son de origen diverso: afroamericanos, blancos, latinos y asiáticos de todas las edades pero, sobre todo, jóvenes.
¡Por fin! Se ha abierto el debate nacional
Mientras que la conservadora cadena Fox News apoya sistemáticamente a los policías blancos al mismo tiempo que denigra a las víctimas negras, una periodista de la CNN lloraba cuando describía la diversidad y el idealismo de las y los manifestantes. La cobertura ofrecida por los media "liberales" fue ampliamente favorable y ha provocado un debate nacional sobre el estatuto de los afroamericanos, que va más allá de los problemas policiales o jurídicos, y se adentra en problemas económicos como el empleo, la vivienda y la educación. Algunos comentaristas de los media han descrito estos acontecimientos como un nuevo movimiento por los derechos civiles. ¡Y tienen razón!
Los hechos comenzaron en julio y agosto. El 27 de julio, un oficial de policía, sirviéndose de una "llave de estrangulamiento” ilegal, prohibida en la policía de Nueva York, mató a Eric Garner, una persona desarmada que era buscada como vendedora de tabaco de contrabando. Poco después, hubo pequeñas manifestaciones de protesta en Staten Island. Más tarde, el 9 de agosto, Michael Brown, también desarmado, fue detenido por la policia, lo que produjo un altercado. Un policía abatió a Brown con doce tiros de bala. Cuando el Gran Jurado rechazó inculpar a dicho policía, estallaron violentas protestas en la ciudad de Ferguson, en las que un barrio comercial terminó en llamas mientras que en el resto del país estallaban manifestaciones de solidaridad.
Más tarde, en diciembre, el Gran Jurado de Nueva York anunció que no inculparía al policía que había matado a Garner en julio, a pesar de que el procurador consideró que la muerte de este hombre constituía un homicidio como consecuencia de un estrangulamiento. Por supuesto, estas no eran más que dos víctimas de la larga lista de personas afroamericanas asesinadas por la policía. El Malcolm X Grassroots Movement ha realizado un estudio en el que demuestra que la policía mata a una persona afroamericana casi a diario. Así pues, nada de sorprendente en el hecho de que el policía que mató a Garner no fuera inculpado.
La primavera estadounidense
Las manifestaciones estallaron a nivel nacional. Algunas de ellas fueron organizadas por formaciones de la vieja izquierda o redes preexistentes, pero la mayoría se organizaron espontáneamente, a través deFacebooko Twitter. Los líderes afroamericanos comprometidos desde hace mucho tiempo en la defensa de los derechos civiles, tales como el reverendo Jesse Jackson, que se hizo famoso en los años 1960, o el reverendo al Sharpton, que emergió en los años 1980, ambos muy activos en el Partido Demócrata, intentaron mantener las protestas en el habitual marco "liberal". Pero quienes descendieron a las calles tienen en su mayoría entre 20 0 30 años y lo que cuentan estos antiguos dirigentes del movimiento por los derechos civiles no les dice nada, ni creen que se dirijan a ellos. Lo que ocurre también con los viejos grupos de izquierda que han intentado de situarse en el centro del movimiento. Realmente, la enorme dimensión y la fluidez del movimiento hacen imposible impactar sobre el mismo a los pequeños grupos de la izquierda en EE UU.
Como Occupy, donde se curtieron algunos líderes de este nuevo movimiento, éste es sobre todo espontáneo, descentralizado, avanza muy rápido, es creativo y audaz. La mayoría de sus activistas jamás han participado en una manifestación y casi ninguno o ninguna ha formado parte de alguna organización política o social. El movimiento no tiene más programa que un simple grito moral: "¡La vida de los negros tiene valor!"La gente desciende a la calle impulsada por el dolor, la tristeza y la indignación moral porque desean vivir en un país mejor que el actual. Como dicen algunos, ésta es la "Primavera estadounidense".
Una vez más, estas manifestaciones nos sitúan -al igual que se vio con los Indignados en la Plaza del Sol en Madrid, en la Plaza Tahrir en el Cairo y en las protestas de Occupy Wall Street- ante la misma pregunta: ¿logrará un movimiento de masas tan espontáneo dar nacimiento a nuevas organizaciones, hará emerger nuevos dirigentes, desarrollar un programa social y político, o el reflujo de la ola dejará las cosas como antes? El movimiento afroamericano a favor de los derechos civiles del período 1955-1975 dio nacimiento a toda una serie de organizaciones -SCLC, CNCC/1 y Panteras Negras- así como a líderes importantes como Martin Luther King, Fannie lou Hammer, Ella Baker y Malcolm X. ¿Creará este nuevo movimiento sus propias organizaciones, líderes, análisis y programas para responder a las exigencias actuales? Esa es la cuestión.
Notas
1/ Southern Christian Leadership Conference (SCLC) - Student Nonviolent Coordinating Committee (SNCC)
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