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Las tres líneas del metro de Roma permanecieron cerradas, el transporte público de la capital funcionó irregularmente y lo mismo ocurrió en otras grandes ciudades, donde los medios de transporte o no operaron o lo hicieron de manera restringida.
En Turín, comenzó una manifestación en la que participó la líder del sindicato CGIL, el mayor del país, Susanna Camusso, quien apeló al Gobierno de Matteo Renzi a tomar medidas a favor del empleo en una situación que calificó de “emergencia”.
Precisamente en esta ciudad del norte de Italia se produjeron algunos altercados violentos cuando la policía trató de impedir el desarrollo de una manifestación mediante represión y cargas policiales. La jornada finalizó con seis heridos y nueve detenidos. También en Milán se vivieron momentos de tensión cuando algunos participantes lanzaron huevos, piedras y petardos contra la policía.
Hubo también cargas policiales en Roma, donde la concentración sindical partió de la plaza del Esquilino para llegar al centro de la capital, hasta la plaza Santi Apostoli, en la que los manifestantes expresaron las reivindicaciones que lanzan al Gobierno.
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, declaró desde Turín que la huelga general de este viernes “es una señal de una destacada tensión entre los sindicatos y el Gobierno”.
La de esta jornada es la primera huelga general convocada contra el Gobierno de Renzi por los principales sindicatos del país y con movilizaciones en la mayoría de ciudades italianas en protesta contra las políticas capitalistas de su Gobierno.
Polémica reforma laboral
En el centro de las reivindicaciones está la reforma laboral que, según Renzi, fomentará la contratación, pero que ha levantado ampollas entre los trabajadores y en el seno de su propio partido. Según el sindicato italiano mayoritario y el principal impulsor de este paro, la CGIL, “la Ley de Empleo y la Ley de Estabilidad no contienen medidas para revitalizar el trabajo y la economía”.
En Roma el sector de los transportes públicos se adhirió a la huelga en torno a las 9:00 horas hasta las 16:00 horas, mientras que en Milán el cese empezó a la misma hora aunque finalizará a las 19:00 horas.
También participaron en esta huelga los profesionales del sector público ferroviario, según anunció este jueves el ministro de Infraestructuras y Transportes italiano, Maurizio Lupi en un comunicado. Lupi había prohibido previamente a estos empleados adherirse al paro para “proteger los derechos constitucionales de los ciudadanos”.
Problemas en los aeropuertos
La jornada de huelga general también provocó problemas en los aeropuertos, donde las principales compañías se vieron obligadas a retrasar o cancelar algunos de sus vuelos y a ofrecer a sus pasajeros la alternativa de cambiar el billete de forma gratuita o, en algunos caso, reembolsar su coste.
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