domingo, 25 de enero de 2015

18 muertos por represión en las movilizaciones del 4º aniversario de la Revolución egipcia. La activista Shaima al-Sabbagh asesinada (Vídeo)

Al menos 18 personas murieron y otras 80 resultaron heridas por la represión de la policía y el ejército a los manifestantes en Egipto, en el cuarto aniversario de la rebelión popular que en 2011 derrocó al presidente Hosni Mubarak.


Fuente: Agencias

La imagen del asesinato este sábado de la joven activista socialista, Shaima el Sabag, conmovió las redes sociales.

El portavoz del Ministerio egipcio de Sanidad informó que 12 de las muertes se registraron en la zona de Al Matariya, a las afueras de El Cairo, mientras que una persona perdió la vida en el distrito de Guiza y otra en la ciudad mediterránea de Alejandría.

Los agentes antidisturbios reprimieron otra manifestación en la plaza de Abdelmoneim Riad, cerca de la céntrica plaza de Al Tahrir, y detuvieron a 12 personas por su supuesta pertenencia a los Hermanos Musulmanes, declarados grupo terrorista.

Las manifestaciones habían sido prohibidas por las autoridades como “gesto de respeto” por la muerte del rey saudí, Abdalá bin Abdulaziz. Arabia Saudí es un gran aliado de Estados unidos y de Occidente y respaldó el golpe de estado en Egipto por al Sisi.

En este clima represivo, ayer fue asesinada por la policía la activista socialista egipcia Shaima el Sabag, cuando participada en una manifestación de un centenar de personas, que llevaban flores en homenaje a los que murieron en la Plaza Tahrir hace cuatro años.

La policía egipcia silencia a la activista Shaima al-Sabbagh con un tiro en la cabeza

18 días duró aquella Primavera Árabe que el 25 de enero de 2011 hizo que cientos de miles de personas salieran a las calles de El Cairo para luchar por lo que ahora, cuatro años después, continúa siendo una utopía. Desde entonces, la represión policial se ha llevado por delante más de 5.000 víctimas, entre ellas la de Shaima al-Sabbagh, una conocida activista egipcia que se ha convertido en el último gran símbolo de la revolución.



Este sábado, en la víspera del cuarto aniversario de las protestas que derrocaron a Hosni Mubarak, Shaima decidió dejar en casa a su hijo de cuatro años para depositar una corona de flores en la plaza Tahrir, epicentro de una primavera que se ha convertido en un frío y crudo invierno. Su último sueño, honrar a los cientos de manifestantes que murieron en las protestas de 2011, se rompió en los adoquines de El Cairo cuando varios perdigones le alcanzaron en la cabeza y en el cuerpo. Casi sin aliento, un escudo humano surgió alrededor de la activista, que fue llevada en brazos del abogado Sayyed Abu el-Ela a un hospital de la capital egipcia donde certificaron su muerte.

Miembro del Partido Alianza Popular Socialista, Shaima al-Sabbagh, de 31 años, llegó a El Cairo procedente de Alejandría pocas horas antes de su muerte. Sin intención de generar ningún tipo de incidente, Shaima y un grupo de activistas se acercaron a las inmediaciones de la plaza Tahrir sosteniendo carteles con el lema: “Pan, libertad y justicia social” acompañados de varias decenas de flores. En un momento de la pacífica manifestación, un agente de la policía tapado con un pasamontañas oscuro y un casco reglamentario disparó a la multitud con una escopeta de perdigones que alcanzaron a Shaima cuando caminaba por la acera.

A pesar de los acontecimientos, la policía ha negado cualquier implicación. “No se utilizó ningún arma, ya sean rifles o de perdigones. Sí hubo balas de goma. Era una pequeña protesta que no requería el uso de tales armas pero sí de gas lacrimógeno”, ha insistido Abdel Fattah Osman, un funcionario del Ministerio del Interior a los medios. En su página de Facebook, este mismo ministerio ha insinuado que varios terroristas de los Hermanos Musulmanes podrían haberse “infiltrado” en la protesta, acusándoles a ellos del asesinato de Shaima al-Sabbagh.

Sin embargo, esta versión oficial no ha convencido a ninguno de los activistas que participaron en la marcha. “La muerte de Shaima es un mensaje de atención del Ministerio del Interior a todas las voces discrepantes con el poder”, apuntan. Aunque aún no está clara la autoría, Shaima ha sido enterrada este domingo en Alejandría, su tierra natal, dejando huérfano de madre a un niño cuyo futuro ella defendía con sus ideales.

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