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Algunas lecciones del huracán. Rafael Bernabé
Algunas lecciones del huracán. Rafael Bernabé
Rafel Bernabé,
profesor de historia y literatura en la Universidad de Puerto Rico y portavoz del Partido del Pueblo Trabajador.
profesor de historia y literatura en la Universidad de Puerto Rico y portavoz del Partido del Pueblo Trabajador.
La preparación desigual refleja las desigualdades que, a pesar de los llamados a la unidad, definen a la sociedad puertorriqueña: los más pobres, los que menos tienen, son los que peor pueden prepararse para el huracán, los que son más duramente impactados por su paso y los que más tiempo requieren para recuperarse, si es que se recuperan.
La fe ciega en el mercado, la iniciativa privada y la competencia como resuelvelotodo y forma de gestionar procesos interdependientes, generan una cultura que no fomenta la previsión consciente, ni la planificación. De ahí que no se aprovechen experiencias como las de Andrew y Katrina, para no hablar de adaptarlas a la realidad insular de Puerto Rico. Esto aplica, no solo a las agencias del gobierno de Puerto Rico, sino también a la burocracia federal de atención a desastres (FEMA). A más de dos semanas del huracán, se han recibido tres de los más de cien generadores grandes que previsiblemente eran y son necesarios para mantener y restaurar el servicio de agua potable con celeridad, para mencionar un ejemplo ofrecido por la prensa.
La privatización y el desmantelamiento del sistema de salud y la dependencia absoluta en el automóvil privado (denunciada desde hace décadas), es decir el desmantelamiento de algunos sistemas públicos y la incapacidad de crear otros, que ya tenía efectos sociales y ecológicos terribles, entorpece tremendamente la recuperación luego del paso del huracán.
La hipertrofia del presupuesto militar en Estados Unidos y otros países conlleva que parte importante del apoyo logístico para la reconstrucción adquiera una dimensión militar: esto no demuestra la bondad del aparato militar, sino hasta qué punto el militarismo acapara recursos que debieran estar en manos de agencias civiles dedicadas a la atención de las necesidades no satisfechas de vivienda, salud, educación, entre muchas otras.