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Madrid.- Es la segunda vez que México empuja a Nestora Salgado fuera de su tierra. La primera vez tenía 20 años y era una madre soltera que, como tantos compatriotas, buscaba un futuro mejor en EEUU. Esta vez tiene 44, es una figura de la soberanía indígena frente a la opresión de los cárteles del narcotráfico en connivencia con el gobierno y si se queda será encarcelada o asesinada.
Salgado nació en Olinalá, "en el narco-estado de Guerrero", al sur de México, aunque tiene la nacionalidad estadounidense. La consiguió tras una década trabajando como inmigrante irregular en el país de Donald Trump mientras criaba a sus tres hijos.
Establecida en Seattle, en cuanto su economía familiar lo permitió organizó un viaje a casa. Como irregular se puede salir de EEUU, pero nadie te asegura volver a entrar.
"Durante 11 años no pude regresar porque no tenía papeles. Cuando regreso me encuentro con un pueblo sumido en el abandono. Me doy cuenta de que no hay avance, de que no hay escuelas, el gobierno no se preocupa por la sanidad, la educación…"
Olinalá es un localidad de poco más de 5.000 habitantes. Pertenece a una región tan inhóspita que recibe el nombre de La Montaña. Se trata una de las zona más pobres y marginadas de toda América Latina, habitada en su mayoría por grupos indígenas. Cuenta con un hospital de 35 camas para una población de 50.000 habitantes repartidas en 17 municipios. En algunos de ellos el analfabetismo es del 71%; la media es del 50,5%. La presencia del Estado es prácticamente inexistente.
Cuando Salgado vuelve a su pueblo decide empezar a trabajar en la gestión comunitaria. Organiza la asesoría jurídica, médica y pide artículos escolares que pueden ser conseguidos fácilmente en EEUU. Empieza a ser una figura conocida, pero no está atajando el principal problema de La Montaña, que se ha convertido en la primera región productora de amapola del continente, atrayendo al crimen organizado.
"Cuando empiezo a organizar la Policía Comunitaria es porque el pueblo estalla y dice basta. Por todos los asesinatos, secuestros, extorsiones, robos, los delincuentes patrullaban nuestras calles armados… Todos estábamos sumidos en el temor. Ya nadie decía nada, hicieran lo que hicieran. A las siete de la tarde las calles estaban vacías".
Ayuda europea
Ahora Nestora Salgado se encuentra realizando una gira por Europa que confía que la lleve a poder explicar su caso en el Parlamento Europeo. En España se ha reunido con Miguel Urbán, eurodiputado de Podemos y con representantes de Izquierda Unida, así como con concejales de Ahora Madrid, que gobierna el Ayuntamiento de la capital de la mano de Manuela Carmena.
"Pedimos a los países europeos y a EEUU que paren el apoyo que le dan a México, con dinero y con armas, porque esas armas solo han servido para derramar sangre, mientras que a nosotros los pueblos originarios nos tienen abandonados. Las comunidades indígenas estamos totalmente olvidadas, y esas armas solo sirven para asesinarnos".
Madrid.- Es la segunda vez que México empuja a Nestora Salgado fuera de su tierra. La primera vez tenía 20 años y era una madre soltera que, como tantos compatriotas, buscaba un futuro mejor en EEUU. Esta vez tiene 44, es una figura de la soberanía indígena frente a la opresión de los cárteles del narcotráfico en connivencia con el gobierno y si se queda será encarcelada o asesinada.
Salgado nació en Olinalá, "en el narco-estado de Guerrero", al sur de México, aunque tiene la nacionalidad estadounidense. La consiguió tras una década trabajando como inmigrante irregular en el país de Donald Trump mientras criaba a sus tres hijos.
Establecida en Seattle, en cuanto su economía familiar lo permitió organizó un viaje a casa. Como irregular se puede salir de EEUU, pero nadie te asegura volver a entrar.
"Durante 11 años no pude regresar porque no tenía papeles. Cuando regreso me encuentro con un pueblo sumido en el abandono. Me doy cuenta de que no hay avance, de que no hay escuelas, el gobierno no se preocupa por la sanidad, la educación…"
Olinalá es un localidad de poco más de 5.000 habitantes. Pertenece a una región tan inhóspita que recibe el nombre de La Montaña. Se trata una de las zona más pobres y marginadas de toda América Latina, habitada en su mayoría por grupos indígenas. Cuenta con un hospital de 35 camas para una población de 50.000 habitantes repartidas en 17 municipios. En algunos de ellos el analfabetismo es del 71%; la media es del 50,5%. La presencia del Estado es prácticamente inexistente.
Cuando Salgado vuelve a su pueblo decide empezar a trabajar en la gestión comunitaria. Organiza la asesoría jurídica, médica y pide artículos escolares que pueden ser conseguidos fácilmente en EEUU. Empieza a ser una figura conocida, pero no está atajando el principal problema de La Montaña, que se ha convertido en la primera región productora de amapola del continente, atrayendo al crimen organizado.
"Cuando empiezo a organizar la Policía Comunitaria es porque el pueblo estalla y dice basta. Por todos los asesinatos, secuestros, extorsiones, robos, los delincuentes patrullaban nuestras calles armados… Todos estábamos sumidos en el temor. Ya nadie decía nada, hicieran lo que hicieran. A las siete de la tarde las calles estaban vacías".
La comandanta
Las Policías Comunitarias están contempladas en las leyes estatales de Guerrero y en la constitución nacional, reconocidas directamente como sistema de seguridad de México. Dependen de las asambleas indígenas, quienes eligen a sus miembros entre los habitantes de los pueblos e imparten justicia comunitaria. Pueden portar armas y efectuar detenciones.
Nestora es elegida por la asamblea comunitaria de Olinalá. Nace así La comandanta,personaje al que ella da vida y que representa la sublevación de los pueblos indígenas contra el dominio del narco y la lucha por sus derechos humanos. Organiza a sus vecinos para que puedan defenderse de los cárteles que actúan en la región y ataca sus actividades, llegando a ser coordinadora de las Policías del municipio.
Inicia entonces una investigación sobre corrupción de menores y trata de blancas que apunta directamente al presidente del Ayuntamiento, Eusebio Gonzalez Rodríguez, y empiezan sus problemas.
La comandanta es detenida y acusada de más de 50 secuestros en agosto de 2013, a causa de las detenciones que había llevado a cabo como miembro de la Policía Comunitaria. Pasa 31 meses en prisión, el primer tercio de ellos en un centro de máxima seguridad, sin acceso a un abogado. Cuando cumple un año encarcelada, un juez federal ordena su puesta en libertad inmediata reconociendo que actuaba como miembro de este cuerpo de seguridad, pero una orden del gobierno mexicano la mantiene en la cárcel.
La ONU denuncia su detención "arbitraria e ilegal"
"Mi caso demuestra cómo se violan los derechos humanos y cómo se fabrican delitos contra los que los defienden, contra cualquiera que defienda una causa justa. Les fabrican delitos solamente porque ellos pueden hacerlo. Hemos evidenciado esta arbitrariedad y este abuso del gobierno... Bueno, nosotros le decimos narco-gobierno"
La decisión del gobierno mexicano de mantenerla en prisión generó protestas en La Montaña y numerosas denuncias de organizaciones de defensa de los derechos humanos, que la concedieron varios premios por su labor al frente de las Policías Comunitarias.
Finalmente, en diciembre de 2015, la comisión especial de la ONU para Detenciones Arbitrarias reclamó su inmediata puesta en libertad, denunciando que su procesamiento fue "injusto" y su dentención, "ilegal". Ante la presión, el gobierno mexicano acepta liberarla en marzo de 2016, no sin antes abrirle otros tres procedimientos penales. Ella cree que México intenta amedrentar a los indígenas e impedir que se autogestionen.
"Es un mensaje a los pueblos organizados. En mi pueblo, en el grupo que yo representaba, éramos 250 policías. Pero no agarraron a nadie más, solamente a mí. Por ser la líder, por ser la cabeza, por ser la representante. Ningún otro policía fue preso, no puede ser por casualidad. ¿Cómo secuestré yo sola a casi 60 personas?"
Las Policías Comunitarias están contempladas en las leyes estatales de Guerrero y en la constitución nacional, reconocidas directamente como sistema de seguridad de México. Dependen de las asambleas indígenas, quienes eligen a sus miembros entre los habitantes de los pueblos e imparten justicia comunitaria. Pueden portar armas y efectuar detenciones.
Nestora es elegida por la asamblea comunitaria de Olinalá. Nace así La comandanta,personaje al que ella da vida y que representa la sublevación de los pueblos indígenas contra el dominio del narco y la lucha por sus derechos humanos. Organiza a sus vecinos para que puedan defenderse de los cárteles que actúan en la región y ataca sus actividades, llegando a ser coordinadora de las Policías del municipio.
Inicia entonces una investigación sobre corrupción de menores y trata de blancas que apunta directamente al presidente del Ayuntamiento, Eusebio Gonzalez Rodríguez, y empiezan sus problemas.
La comandanta es detenida y acusada de más de 50 secuestros en agosto de 2013, a causa de las detenciones que había llevado a cabo como miembro de la Policía Comunitaria. Pasa 31 meses en prisión, el primer tercio de ellos en un centro de máxima seguridad, sin acceso a un abogado. Cuando cumple un año encarcelada, un juez federal ordena su puesta en libertad inmediata reconociendo que actuaba como miembro de este cuerpo de seguridad, pero una orden del gobierno mexicano la mantiene en la cárcel.
La ONU denuncia su detención "arbitraria e ilegal"
"Mi caso demuestra cómo se violan los derechos humanos y cómo se fabrican delitos contra los que los defienden, contra cualquiera que defienda una causa justa. Les fabrican delitos solamente porque ellos pueden hacerlo. Hemos evidenciado esta arbitrariedad y este abuso del gobierno... Bueno, nosotros le decimos narco-gobierno"
La decisión del gobierno mexicano de mantenerla en prisión generó protestas en La Montaña y numerosas denuncias de organizaciones de defensa de los derechos humanos, que la concedieron varios premios por su labor al frente de las Policías Comunitarias.
Finalmente, en diciembre de 2015, la comisión especial de la ONU para Detenciones Arbitrarias reclamó su inmediata puesta en libertad, denunciando que su procesamiento fue "injusto" y su dentención, "ilegal". Ante la presión, el gobierno mexicano acepta liberarla en marzo de 2016, no sin antes abrirle otros tres procedimientos penales. Ella cree que México intenta amedrentar a los indígenas e impedir que se autogestionen.
"Es un mensaje a los pueblos organizados. En mi pueblo, en el grupo que yo representaba, éramos 250 policías. Pero no agarraron a nadie más, solamente a mí. Por ser la líder, por ser la cabeza, por ser la representante. Ningún otro policía fue preso, no puede ser por casualidad. ¿Cómo secuestré yo sola a casi 60 personas?"
Ayuda europea
Ahora Nestora Salgado se encuentra realizando una gira por Europa que confía que la lleve a poder explicar su caso en el Parlamento Europeo. En España se ha reunido con Miguel Urbán, eurodiputado de Podemos y con representantes de Izquierda Unida, así como con concejales de Ahora Madrid, que gobierna el Ayuntamiento de la capital de la mano de Manuela Carmena.
"Pedimos a los países europeos y a EEUU que paren el apoyo que le dan a México, con dinero y con armas, porque esas armas solo han servido para derramar sangre, mientras que a nosotros los pueblos originarios nos tienen abandonados. Las comunidades indígenas estamos totalmente olvidadas, y esas armas solo sirven para asesinarnos".
- CON NÉSTORA SALGADO -
El miembro de Anticapitalistas y diputado de Podemos en la Comunidad de Madrid, estuvo reunido con Néstora Salgado y en esta reseña nos informa de su entrevista con ella.
Raúl Camargo, en su Facebook
Raúl Camargo, en su Facebook
Ayer estuve reunido con la activista indígena mexicana Nestora Salgado, que fue comandanta de la Policía Comunal del Narco-Estado de Guerrero en México. Esa policía, formada por activistas sociales de pueblos golpeados por el cártel y la trata de mujeres y niños, se autoorganizó para frenar el acoso y los asesinatos de las diversas mafias locales. Cuando Nestora empezó a investigar una trama de pedofilia en el Estado de Guerrero, descubrió unos vídeos terribles con abusos y asesinatos de menores. Lo puso en conocimiento de la Policía Federal y la respuesta fue implacable: la llevaron a una prisión de máxima seguridad, 18 meses en una celda de aislamiento y hasta 2 años y medio en otras cárceles hasta que la presión internacional y una resolución de la ONU obligaron al Gobierno mexicano el corrupto Peña Nieto a ponerla en libertad hace apenas dos meses. Desde su exilio en Seattle( donde el Alcalde y la concejala revolucionaria Kwana Sawant la están apoyando mucho) ha estado de gira por España para contar su caso. Ni que decir tiene que Nestora investigaba algo que la policía, el gobierno y el Narco mexicano no querían que saliera a la luz. Estos días que se habla tanto de Venezuela es necesario conocer cuál es la realidad de otros países de América Latina donde el crimen organizado se sienta en las más altas instancias. ¿Para cuándo un viaje de Rivera al Estado de Guerrero?
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