Decenas de personas irrumpen en
la sede de la secretaría de Universidades para pedir que rompa lazos académicos
con las instituciones israelíes.
De
acuerdo con el programa Horizon 2020, exigen que no vayan a parar el dinero
público a centros ubicados en territorios ocupados.
Pau Rodríguez, en El Diari de l'Educació. Tomado de Catalunya Plural
La campaña internacional que reclama Boicot, desinversiones y sanciones a Israel hasta que cumpla los derechos humanos ha llamado este jueves a las puertas de la secretaría de Universidades de la Generalitat de Catalunya, a quien se pide que rompa todos los lazos académicos que mantiene con el Gobierno israelí y, en este caso, con sus universidades. Desde la campaña BDS catalana llevaban semanas pidiendo una reunión con el secretario Antoni Castellà, pero al ver que no obtenían respuesta decenas de personas han irrumpido hoy por sorpresa en la sede de la secretaría, en la Via Laietana de Barcelona, donde se han concentrado hasta que tres representante del Govern han accedido a reunirse con ellos.
"No queremos ser cómplices de las políticas de colonización y apartheid a las que se somete al pueblo palestino desde el Gobierno israelí", explicaba Laura Haurie, una de las portavoces de la campaña y profesora de la UPC. Según los activistas, las universidades israelíes no son ajenas al conflicto entre Israel y Palestina, porque denuncian que en muchos casos financian investigación y desarrollo en armamentística. La acción de hoy se enmarcaba dentro del 66 º aniversario de la Nakba -el éxodo palestino-, y lo impulsaba la campaña Negocios Ocultos -dentro de la cual está BDS Catalunya-, con el apoyo de varias ONG.
Esta última demanda –que no vayan a parar fondos públicos a instituciones emplazadas en territorio ocupado– no es exclusiva de los activistas catalanes, sino que forma parte del programa europeo de investigación científica Horizon 2020 , acordado por los países de la Unión Europea y también por Israel. Desde BDS Catalunya señalan que el sistema universitario israelí incluye centros como la Universidad de Ariel, ubicada en un asentamiento, y piden un compromiso de la Generalitat de que ni directa ni indirectamente vaya dinero ahí. Es la misma cláusula que recientemente Alemania puso al Gobierno israelí para renovar las concesiones a empresas de alta tecnología y la cooperación con centros de investigación.
La Generalitat considera Israel un modelo y referente mundial en I+D, lo que los activistas que han ocupado esta mañana la sede de Universidades no niegan, pero consideran que mantener acuerdos al nivel que sea –en este caso académicos– equivale a dar legitimidad a sus políticas. No lo han incluido en sus demandas hoy, pero lo que piden desde BDS Catalunya es un boicot a todos los niveles institucionales de Israel.
Esta campaña cuenta en Catalunya con el apoyo de 300 profesores universitarios –entre ellos, 50 catedráticos–, que firmaron su manifiesto junto con más personal de administración y servicios y sindicatos docentes. A nivel internacional la campaña ha recibido muestras de apoyo como la de Stephen Hawking, que se negó a impartir una conferencia académica en Israel, o de la Academic Studies Association de los Estados Unidos.
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