El NPA llama a manifestarse el 1º de Mayo y el 5 de Mayo. La crisis económica, la ofensiva del gobierno y la patronal contra el mundo del trabajo, así como el seísmo político provocado por las confesiones de Jérôme Cahuzac, requieren una respuesta en el terreno social y político. La estupefacción provocada por las mentiras arrogantes de Jérôme Cahuzac da paso a una ira legítima, a la revuelta.
Nouveau Parti Anticapitaliste. Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista
La evidente complacencia de François Hollande, del gobierno y del PS frente a este siniestro personaje conmociona con toda razón. ¿Cómo estas personas se atreven, con tal arrogancia y descaro, a convertirse en los campeones de la austeridad? La más escandalosa mentira de Cahuzac es querer convencer a los asalariados y las clases populares que la austeridad es necesaria para salir de la crisis.
Es la misma mentira que une a los diputados del PS votando la “flexiseguridad” que da nuevos poderes a la patronal para disponer de los trabajadores como consideren conveniente, en función de sus propias necesidades e intereses, invocando la competitividad. Une también a los de la UMP (Unión por un Movimiento Popular), que han dejado hacer al PS absteniéndose, después de haber participado, bajo Sarkozy, de la misma política dictada por la MEDEF (patronal francesa).
Esta mentira de estado reúne a todos los ministros y antiguos ministros o diputados de la derecha y de la izquierda liberal. Y en este mundo de mentirosos, el Frente Nacional no se distingue más que por su particular demagogia y grosería. ¿La millonaria Marine Le Pen no tiene entre sus amigos al abogado de negocios que abrió la cuenta suiza de Cahuzac?
Para los amantes del dinero, servirse de todos los medios para evadir impuestos es del todo normal, natural. La evasión fiscal alcanzaría de 60 a 80 mil millones de euros en Francia, cerca del 20% de los ingresos brutos. ¡Lo que representaría el doble del presupuesto de las economías incluidas en la ley de finanzas de 2013!
Son aproximadamente 590 mil millones de euros de activos franceses escondidos en paraísos fiscales, entre ellos 108 mil millones en Suiza. En los últimos años, los grandes bancos franceses han multiplicado la creación de sociedades en las Islas Vírgenes británicas, las islas Samoa o en Singapur para permitir a sus clientes más ricos escapar del control fiscal.
¡Sí hay dinero! Es lo primero que se demuestra con esto. ¡No somos nosotros los que tenemos que pagar! ¿En nombre de qué tendríamos que resignarnos al desempleo masivo, a la amputación de salarios, pensiones y subsidios, al desmantelamiento de las conquistas sociales y los servicios públicos? Al igual que los empleados del PSA Aulnay o de Goodyear, es más que nunca legítimo luchar contra los despidos y la degradación de nuestros logros.
Es legítimo más que nunca reivindicar medidas de urgencia para los trabajadores, como el aumento de 300 euros para todos los salarios, la prohibición de los despidos y la reducción del tiempo de trabajo.
François Hollande presumía de una “República irreprochable” después de que Sarkozy se hubiera reivindicado de una “República ejemplar”, ¡ahora reclama moralizar la vida política! Es un voto piadoso querer moralizar a los políticos profesionales y a las instituciones de la Vª República, así como reclamar moralizar un sistema social basado en la rentabilidad económica, la búsqueda del beneficio y la especulación. Este sistema produce, para servirlo, hombres e instituciones a su imagen.
¿Cómo habría una democracia real mientras subsisten los paraísos fiscales? ¿Cómo habría una democracia real cuando más de la mitad de los trabajadores ganan un salario neto inferior a los 1700 euros, el desempleo afecta a 5 millones de trabajadores, la precariedad se generaliza, cerca de 10 millones de personas viven con menos de 900 euros al mes, mientras que en el otro polo se acumulan inmensas fortunas?
¿Cómo habría una democracia real cuando las finanzas públicas, las finanzas del estado, están en manos de esta oligarquía a las que el estado paga una renta anual de más de 50 mil millones de euros en intereses de la deuda? ¿Cómo habría una democracia real mientras que las clases medias están en manos de esta oligarquía financiera?
El caso Cahuzac, después de los negocios de Bettencourt, Woerth y otros, actúa como indicador de la corrupción generalizada del sistema.
Este gobierno de ricos al servicio de los empresarios no es el nuestro. Para poner el dinero y la economía al servicio de la población no podemos más que contar con nuestras luchas. Habrá que construir movilizaciones excepcionales como las de Junio de 1936 o Mayo del 68. Hoy se preparan en la convergencia de las luchas contra los despidos y todas las medidas antisociales.
Queremos acabar con el arribismo político y la especulación. El régimen presidencial que concentra poderes desorbitados en las manos de uno es un arcaísmo monárquico. El Senado no es más que un refugio para políticos jubilados. Somos partidarios de una única asamblea elegida proporcionalmente. Queremos desprofesionalizar la política: prohibición de acumulación de mandatos, más de dos o tres mandatos para retomar el trabajo, fijación de renta de los elegidos al nivel del salario medio de la población.
Somos partidarios de una democracia directa que no se detiene en la puerta de las empresas y que no se limita a votar a los delegados. Reivindicamos la autogestión de las empresas por los trabajadores y trabajadoras y el control de los servicios públicos por los asalariados y usuarios. La democracia es la toma en manos de la población de sus asuntos, a todos los niveles de la sociedad, y el rechazo a confiar el poder a expertos o dirigentes profesionales.
Esto implica un poder real de elaboración de las políticas por todas y todos con el fin de romper con la pasividad en la que la oligarquía actual encierra a la mayoría de la población.
La democracia es la igualdad de derechos, el poder de control por la población pero también otro reparto de las riquezas. Es la retirada del secreto bancario e industrial, la confiscación de los bienes de los evasores, el fin de los paraísos y regalos fiscales, la expropiación de las principales empresas bajo control de los asalariados y la población, la anulación de la deuda, la expropiación de quienes mueven los hilos, los capitalistas, la creación de un banco público.
Para salir de esta crisis económica y política, no hay otro camino que la intervención directa de los trabajadores, de la población, en el terreno político, para conquistar la democracia e imponer sus derechos sociales y políticos.
Estaremos en la calle, el 1º como el 5 de Mayo, para llevar estas exigencias y perspectivas, trabajando en agrupar a todas las fuerzas, a todas y todos los que quieren actuar para cambiar el curso de las cosas, para imponer otra política que responda a las necesidades de toda la sociedad.
Nuestras razones para manifestarnos son total y diametralmente opuestas a las de los reaccionarios y homófobos que combaten la igualdad de derechos y el matrimonio para todas y todos. La derecha más reaccionaria y la extrema derecha están a la ofensiva y multiplican, bajo la cobertura del colectivo “Manifestación para todos”, las concentraciones y violencias homófobas. Frente a sus provocaciones, más que nunca nada hay que ceder en la lucha contra la extrema derecha, el racismo y la homofobia.
Ya es hora de que una oposición de izquierdas al gobierno se reagrupe, se construya y ofrezca una alternativa a los partidos de la austeridad.
Jean Luc-Mélenchon y el Front de Gauche han tomado la iniciativa unilateralmente de llamar a manifestarse el 5 de Mayo por una VIª República. No compartimos ni este modo ni su objetivo, sino que queremos contribuir a agrupar de la manera más amplia posible para poner en jaque la política del gobierno y defender la perspectiva de una democracia real, desde abajo, que someta a los mercados financieros y a sus amigos políticos.
El NPA estará en la calle, el 1º y el 5 de Mayo, con todas y todos los que, en la izquierda, no quieren sufrir ni capitular ante el gobierno y los poderes del dinero al que sirve, defendiendo nuestras propias propuestas.
Nouveau Parti Anticapitaliste. Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista
La evidente complacencia de François Hollande, del gobierno y del PS frente a este siniestro personaje conmociona con toda razón. ¿Cómo estas personas se atreven, con tal arrogancia y descaro, a convertirse en los campeones de la austeridad? La más escandalosa mentira de Cahuzac es querer convencer a los asalariados y las clases populares que la austeridad es necesaria para salir de la crisis.
Es la misma mentira que une a los diputados del PS votando la “flexiseguridad” que da nuevos poderes a la patronal para disponer de los trabajadores como consideren conveniente, en función de sus propias necesidades e intereses, invocando la competitividad. Une también a los de la UMP (Unión por un Movimiento Popular), que han dejado hacer al PS absteniéndose, después de haber participado, bajo Sarkozy, de la misma política dictada por la MEDEF (patronal francesa).
Esta mentira de estado reúne a todos los ministros y antiguos ministros o diputados de la derecha y de la izquierda liberal. Y en este mundo de mentirosos, el Frente Nacional no se distingue más que por su particular demagogia y grosería. ¿La millonaria Marine Le Pen no tiene entre sus amigos al abogado de negocios que abrió la cuenta suiza de Cahuzac?
Para los amantes del dinero, servirse de todos los medios para evadir impuestos es del todo normal, natural. La evasión fiscal alcanzaría de 60 a 80 mil millones de euros en Francia, cerca del 20% de los ingresos brutos. ¡Lo que representaría el doble del presupuesto de las economías incluidas en la ley de finanzas de 2013!
Son aproximadamente 590 mil millones de euros de activos franceses escondidos en paraísos fiscales, entre ellos 108 mil millones en Suiza. En los últimos años, los grandes bancos franceses han multiplicado la creación de sociedades en las Islas Vírgenes británicas, las islas Samoa o en Singapur para permitir a sus clientes más ricos escapar del control fiscal.
¡Sí hay dinero! Es lo primero que se demuestra con esto. ¡No somos nosotros los que tenemos que pagar! ¿En nombre de qué tendríamos que resignarnos al desempleo masivo, a la amputación de salarios, pensiones y subsidios, al desmantelamiento de las conquistas sociales y los servicios públicos? Al igual que los empleados del PSA Aulnay o de Goodyear, es más que nunca legítimo luchar contra los despidos y la degradación de nuestros logros.
Es legítimo más que nunca reivindicar medidas de urgencia para los trabajadores, como el aumento de 300 euros para todos los salarios, la prohibición de los despidos y la reducción del tiempo de trabajo.
En este mundo del rey dinero, el dinero domina la política
François Hollande presumía de una “República irreprochable” después de que Sarkozy se hubiera reivindicado de una “República ejemplar”, ¡ahora reclama moralizar la vida política! Es un voto piadoso querer moralizar a los políticos profesionales y a las instituciones de la Vª República, así como reclamar moralizar un sistema social basado en la rentabilidad económica, la búsqueda del beneficio y la especulación. Este sistema produce, para servirlo, hombres e instituciones a su imagen.
¿Cómo habría una democracia real mientras subsisten los paraísos fiscales? ¿Cómo habría una democracia real cuando más de la mitad de los trabajadores ganan un salario neto inferior a los 1700 euros, el desempleo afecta a 5 millones de trabajadores, la precariedad se generaliza, cerca de 10 millones de personas viven con menos de 900 euros al mes, mientras que en el otro polo se acumulan inmensas fortunas?
¿Cómo habría una democracia real cuando las finanzas públicas, las finanzas del estado, están en manos de esta oligarquía a las que el estado paga una renta anual de más de 50 mil millones de euros en intereses de la deuda? ¿Cómo habría una democracia real mientras que las clases medias están en manos de esta oligarquía financiera?
El caso Cahuzac, después de los negocios de Bettencourt, Woerth y otros, actúa como indicador de la corrupción generalizada del sistema.
¡Se hunden en sus asuntos, ocupémonos de los nuestros!
Este gobierno de ricos al servicio de los empresarios no es el nuestro. Para poner el dinero y la economía al servicio de la población no podemos más que contar con nuestras luchas. Habrá que construir movilizaciones excepcionales como las de Junio de 1936 o Mayo del 68. Hoy se preparan en la convergencia de las luchas contra los despidos y todas las medidas antisociales.
Queremos acabar con el arribismo político y la especulación. El régimen presidencial que concentra poderes desorbitados en las manos de uno es un arcaísmo monárquico. El Senado no es más que un refugio para políticos jubilados. Somos partidarios de una única asamblea elegida proporcionalmente. Queremos desprofesionalizar la política: prohibición de acumulación de mandatos, más de dos o tres mandatos para retomar el trabajo, fijación de renta de los elegidos al nivel del salario medio de la población.
Somos partidarios de una democracia directa que no se detiene en la puerta de las empresas y que no se limita a votar a los delegados. Reivindicamos la autogestión de las empresas por los trabajadores y trabajadoras y el control de los servicios públicos por los asalariados y usuarios. La democracia es la toma en manos de la población de sus asuntos, a todos los niveles de la sociedad, y el rechazo a confiar el poder a expertos o dirigentes profesionales.
Esto implica un poder real de elaboración de las políticas por todas y todos con el fin de romper con la pasividad en la que la oligarquía actual encierra a la mayoría de la población.
La democracia es la igualdad de derechos, el poder de control por la población pero también otro reparto de las riquezas. Es la retirada del secreto bancario e industrial, la confiscación de los bienes de los evasores, el fin de los paraísos y regalos fiscales, la expropiación de las principales empresas bajo control de los asalariados y la población, la anulación de la deuda, la expropiación de quienes mueven los hilos, los capitalistas, la creación de un banco público.
Para salir de esta crisis económica y política, no hay otro camino que la intervención directa de los trabajadores, de la población, en el terreno político, para conquistar la democracia e imponer sus derechos sociales y políticos.
Más que cambiar de República, se trata de transformar toda la sociedad
Nuestras razones para manifestarnos son total y diametralmente opuestas a las de los reaccionarios y homófobos que combaten la igualdad de derechos y el matrimonio para todas y todos. La derecha más reaccionaria y la extrema derecha están a la ofensiva y multiplican, bajo la cobertura del colectivo “Manifestación para todos”, las concentraciones y violencias homófobas. Frente a sus provocaciones, más que nunca nada hay que ceder en la lucha contra la extrema derecha, el racismo y la homofobia.
Ya es hora de que una oposición de izquierdas al gobierno se reagrupe, se construya y ofrezca una alternativa a los partidos de la austeridad.
Jean Luc-Mélenchon y el Front de Gauche han tomado la iniciativa unilateralmente de llamar a manifestarse el 5 de Mayo por una VIª República. No compartimos ni este modo ni su objetivo, sino que queremos contribuir a agrupar de la manera más amplia posible para poner en jaque la política del gobierno y defender la perspectiva de una democracia real, desde abajo, que someta a los mercados financieros y a sus amigos políticos.
El NPA estará en la calle, el 1º y el 5 de Mayo, con todas y todos los que, en la izquierda, no quieren sufrir ni capitular ante el gobierno y los poderes del dinero al que sirve, defendiendo nuestras propias propuestas.
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