viernes, 24 de mayo de 2013

Iniciativa de encuentros de la izquierda francesa no gubernamental

La resolución política de la reunión de la dirección nacional del 23 y 24 de Marzo del Nouveau Parti Anticapitaliste (NPA) instaba a “actuar hacia las fuerzas políticas de izquierda que no participan en el gobierno, LO (Lucha Obrera), la Alternativa Libertaria, los diferentes componentes del Frente de Izquierda, el MOC (Movimiento de objetores de consciencia), por medio de discusiones, debates estratégicos y acciones conjuntas contra la austeridad y los temas que hacen resistencia para oponerse a la mayoría presidencial”. Esta solicitud fue acogida positivamente desde los primeros encuentros. 

Roseline Vachetta, en NPA. Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista 

Se trataba de debatir sobre nuestros análisis, las propuestas de unos y otros y para el NPA tomar en consideración la construcción activa de una oposición de izquierdas a este gobierno. Nos hemos reunido en estas últimas semanas con Alternativos, la Alternativa Libertaria, la GA (Izquierda Anticapitalista), LO (Lucha Obrera) y el MOC.

El primer balance hace resaltar, sin ninguna sorpresa, convergencias de análisis en la aceleración de la crisis vivida diariamente por millones de asalariados con el cierre de empresas. El apoyo a las luchas de los trabajadores nos ha juntado a menudo en los últimos meses, aunque nos parece que sin la generalización de las luchas y su convergencia, las victorias decisivas serán difíciles. Son puntos de vistas también compartidos contra el mantenimiento de obras inútiles, costosas y peligrosas, independientes de las opiniones y necesidades reales de la población y del respeto a los equilibrios ecológicos. Y además nos encontramos en esta lucha, con muchos de estos movimientos políticos, en contra del “Ayraultport”, que bien podría ser la primera gran victoria contra este gobierno.

Cada uno ha podido observar la crisis política en muchos países como Francia, donde el asunto Cahuzac ha contribuido de manera significativa a alejar a los ciudadanos de la esfera de los electos. Durante el debate sobre la ley del matrimonio para todas y todos, la derecha y la extrema derecha han ocupado la calle durante muchas semanas. Entre los escándalos financieros, mentiras de estado, agresiones racistas y homófobas, el gobierno pierde impulso. Pero hay que constatar la fuerza que no tiene, frente a él, una verdadera oposición de izquierdas.

El sentido de la participación del NPA con propias reivindicaciones en la manifestación del 5 de Mayo ha sido apreciado de manera diversa por nuestros interlocutores: los componentes del Frente de Izquierda ya reunidos con nosotros (Alternativos e Izquierda Anticapitalista) han encontrado políticamente adecuada la participación del NPA en esta manifestación para desalojar de la calle a la derecha y afirmar la exigencia de otra política al servicio de los trabajadores. Todas las organizaciones políticas han expresado el deseo de encuentros regulares entre las diferentes direcciones para continuar el debate político y actuar juntos cada vez que esto sea posible. Aunque la dirección de Lucha Obrera piensa que no es el momento de organizarla, el principio de una manifestación nacional contra los despidos, con las empresas en lucha y las diferentes organizaciones políticas, como sucedió en 2001 con los despidos de Danone, no parece totalmente excluido.

Encuentros específicos entre los militantes de organizaciones políticas con vocación ecologista y de la comisión nacional de ecología del NPA van a tener lugar. Algunos participan también en la cumbre altermundista de Junio en Grecia. La propuesta es también la de trabajar juntos en las diversas iniciativas lanzadas por unos y otros. El tema de las próximas elecciones se puso sobre la mesa aunque las decisiones, sobre todo por parte del NPA, se tomarán en Junio. La posición política es compartida: contra la derecha y la extrema derecha, contra la política llevada a cabo por el gobierno actual y en las ciudades que la izquierda gubernamental dirige, no a la gestión de las instituciones y compromiso con el matrimonio igualitario.

Sobre la cuestión de la unidad entre las diferentes organizaciones que se encuentran en las bases, ¡el debate todavía se encuentra ante nosotros!

Golpear juntos, marchar separados

François Sabado, en NPA


Fueron decenas de miles de personas las que respondieron este pasado Domingo 5 de Mayo a la convocatoria del Frente de Izquierda y otras organizaciones, entre las cuales estaba el NPA, que se manifestaba con sus propias reivindicaciones. Fue un éxito.

En una situación marcada por la sucia tarea gubernamental, la brutalidad de los ataques patronales, repliegues del movimiento social y la ofensiva de la derecha y de la extrema derecha contra el matrimonio para todos, hacía falta retomar la calle. Después de la manifestación del 30 de Septiembre contra el Tratado europeo, fue una gran muestra de la oposición de izquierdas a la política del gobierno. Más allá de las posiciones de la dirección del FG, miles de personas expresaron sus rechazos a las políticas de austeridad.

Ahora hay que apoyarse en esta manifestación, la movilización militante que ha demostrado para construir la resistencia social a los planes de despidos, para defender el empleo, aumentar los salarios, relanzar los servicios públicos. Se debe prolongar en la manifestación nacional del 11 de Mayo contra el aeropuerto de Notre-Dame-des-Landes, o en la movilización pro la igualdad de derechos, en particular la defensa de los derechos de los homosexuales. Hay que golpear juntos para cambiar la correlación de fuerzas entre el movimiento social y el gobierno, la derecha y el Frente Nacional. En la carrera de velocidad entre la extrema derecha y el pueblo de izquierdas es decisivo arrancar victorias parciales, activar una dinámica de movilización, construir una oposición de izquierdas al gobierno que bloquee los planes de austeridad e imponga satisfacer las necesidades sociales de la población.

La unidad de acción, con el Frente de Izquierda como con Lucha Obrera, es decisiva para hacer bascular la correlación de fuerzas a favor de las clases populares. Pero hay que construir también una alternativa anticapitalista frente a la profundidad de la crisis del sistema, una política de ruptura con las exigencias de la Unión Europea, la cancelación de la deuda ilegítima, la socialización pública de los bancos y de los sectores clave de la economía.

Y en este espacio hay diferencias con los dirigentes del Frente de Izquierda: no se puede combatir la política del gobierno Hollande y exigir a la vez convertirse en primer ministro del mismo Hollande, como hace Mélenchon. Las diferencias entre el social-liberalismo y una izquierda que defienda los intereses de las clases populares no son, como explican los responsables del FG, una cuestión de cursor mal situado en el seno de una misma mayoría de PS, Verdes y Frente de Izquierda

Contra un gobierno social-liberal hace falta un gobierno anti-austeridad que se apoye en la movilización social e inicie una ruptura con el sistema capitalista. Esto implica marchar separados para desplegar una política anticapitalista independiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario