viernes, 10 de junio de 2016

Israel: Giro total a la derecha y ¡directos contra la pared!

Conmoción general, tanto dentro como fuera de Israel: Avigdor Lieberman ha sido nombrado Ministro de Defensa por Benjamin Netanyahu.

Michel Warschawski, en L'Anticapitaliste nº 340. Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR

Alucinante”, declara el diputado de derechas Beni Begin. “Nos vamos de este país” amenazan los pijos de Tel Aviv. Y Roni Daniel, el muy reaccionario corresponsal de la segunda cadena de TV para cuestiones militares, el denominado “portavoz oficioso del ejército”, declaraba, con lágrimas en los ojos, que “no está seguro de querer ver a sus hijos seguir viviendo en este país”…

Es cierto que el jefe del partido “Israel es nuestra casa” huele a azufre: había amenazado con destruir la presa de Asuán; en su programa electoral, exigía de los ciudadanos palestinos de Israel una declaración de lealtad a Israel como “Estado judío y democrático” para poder mantener derecho a voto y llama a destruir a Hamás. En numerosas ocasiones Lieberman ha declarado que la imagen democrática de Israel no debía ser ya un factor en las decisiones políticas y de sociedad.

¿Depurar el ejército?

Racista sin complejos, hombre de negocios ligado según numerosos periodistas a la mafia rusa, mezclado en siniestras historias de corrupción que hasta ahora no han tenido repercusiones en los tribunales entre otras cosas a causa de desapariciones misteriosas de los testigos clave… Lieberman es también megalómano: quiere poner orden en el ejército y no ha ocultado su voluntad de depurar el estado mayor de los oficiales izquierdistas (sic) que lo infectan.

Ahora bien, es claramente aquí donde el nuevo Ministro de Defensa puede romperse los dientes: el ejército es el lobby más poderoso de Israel, y hará todo lo que pueda para defender a la vez sus intereses de casta, y su concepción del “interés nacional”. Por otra parte es importante comprender que en Israel, el aparato de seguridad es quien, históricamente, ha moderado las veleidades guerreras de los políticos de extrema derecha e impide aventuras suicidas como el ataque a Irán que era hasta muy recientemente la obsesión del actual Primer Ministro. Si Lieberman quiere depurar el ejército, sí, corre el riesgo de partirse los dientes.

Nada de negociación

Sin embargo, ha sido él a quien Netanyahu ha elegido para ampliar su mayoría parlamentaria, más que a Yitzhak Herzog, del Partido Laborista, aunque éste se haya arrodillado vergonzosamente ante Netanyahu y estuviera dispuesto a vender su camisa para participar en el gobierno de extrema derecha.

Esta decisión por parte del jefe del Likud es a la vez política y politiquera. Politiquera, pues neutraliza así a un potencial adversario para la cabeza del gobierno. Política, pues refleja la orientación del gobierno: aún más a la derecha y una negativa clara a negociar algo con los palestinos.

El discurso de Bar Ilan sobre la solución de dos estados es humo. La respuesta al presidente egipcio Sissi según la cual Israel contemplaría discutir el plan de paz de la Liga Árabe si éste fuera enmendado, ¡humo también!. La nominación de Lieberman es también la respuesta del gobierno israelí a la iniciativa francesa de una conferencia internacional sobre la paz en Palestina-Israel: ¡niet!.

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