sábado, 8 de marzo de 2014

La izquierda revolucionaria griega en un momento crucial

En un contexto social siempre marcado por los brutales ataques por parte de la clase dominante y después de resistencias sociales, Grecia se acerca a un importante ciclo electoral. Las elecciones municipales, regionales y europeas tendrán lugar en Mayo.


Emil Ansker, en NPA. Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista.


La coalición gubernamental PASOK (partido Socialista)-Nueva Democracia, cuya política socava su propia base social, no cuenta más que con una mayoría de dos diputados. Es probable que el primer semestre de 2014 vea el final de este gobierno sin aliento y que se añadan al calendario las elecciones legislativas, llevando a SYRIZA al poder.

SYRIZA de camino al poder

Nacida en 2004, la coalición de la izquierda radical SYRIZA se convirtió en las elecciones de Junio de 2012 en la primera fuerza de oposición y la segunda del país. Los dieciocho meses transcurridos han visto sufrir una serie de inflexiones políticas en un sentido de recentralización gestionaría, mientras que se hacía constantemente objeto del fuego mediático y político de los “loros del sistema”.

Así, en este periodo reciente, Alexis Tsipras se ha mostrado tranquilizador ante los acreedores afirmando, durante un discurso en Texas, que Grecia no saldría en ningún caso de la zona euro por su propia voluntad “pues las soluciones alternativas son peores y esto sería un desastre para Europa”.

Esta posición, que garantiza a priori el respeto a los marcos de la UE y de la eurozona, por otro lado está de acuerdo con las posiciones del Partido de la Izquierda europea (expuestas en su reciente congreso de Madrid), que decidió en Octubre presentar a Tsipras a la presidencia de la Comisión Europea. Pero internamente, el escenario de una salida forzada de la zona euro no se excluye, lo que lleva al “camarada presidente” a abrirse a las observaciones de la izquierda del partido. Si durante el último congreso SYRIZA ha adoptado unos textos programáticos que establecían las grandes orientaciones de un gobierno de izquierdas, parece en cambio que la dirección apunta a la gestión de éstos ý de trabajos de comisiones internas por parte de la organización de siete “foros temáticos de personalidades y movimientos”. Éstos buscan abrir SYRIZA a personalidades procedentes de la socialdemocracia y reformular las orientaciones programáticas. Un ejemplo emblemático de esta “apertura”: la exdiputada del PASOK Louka Katselli había votado a favor del primer memorándum de 2010, y todavía sostiene que aquello era inevitable. La serpiente de mar de su acercamiento a SYRIZA podría encontrar una modalidad concreta e estos foros.

Durante este giro a la derecha, el congreso constituyente en Julio de 2013, que hizo de la coalición un partido unificado, ha permitido a la dirección imponer la disolución del conjunto de organizaciones participantes en SYRIZA. Esta medida buscaba hacer de la elección del presidente un plebiscito, y acallar los desacuerdos expresados por la izquierda del partido. Pero esto no impidió la constitución de la Plataforma de Izquierdas, que agrupó al 30% de los delegados (más de 10.000 de los 35.000) y la permanencia de organizaciones revolucionarias dentro de SYRIZA.

La construcción de una oposición a contrarreloj

La Plataforma de Izquierdas tiene como principal componente la antigua Corriente de Izquierda de Synaspismós (eurocomunista, fuerza mayoritaria de SYRIZA hasta el último congreso), dirigida por Panagiotis Lafazanis, portavoz del grupo parlamentario del partido. Salido del KKE, el Partido Comunista griego, que abandonó en 1991 para participar en la construcción de Synaspismós, Lafazanis tiene vínculos y una audiencia importante entre los trabajadores y los sectores sindicales de SYRIZA.

Aunque reformista, su posicionamiento de clase más acentuado que el de la mayoría y su compromiso con la perspectiva del socialismo hacen de él la figura más conocida y radical del partido. A pesar de un incontestable alejamiento de la herencia “patriótica” y estalinista del KKE, las posiciones de la Corriente de Izquierda a menudo están marcadas por un enfoque muy economicista de las cuestiones estratégicas, con el tema del euro como punto central. Veremos que esta problemática atraviesa a toda la izquierda griega.

Constituida a finales de 2012, la Red Roja (que se expresa en la web Rproject) es el segundo componente de la Plataforma de Izquierdas. Es la suma de tres organizaciones trotskistas de las que la principal, DEA (Izquierda internacionalista de los trabajadores), cuenta con unos 250 militantes. Kokkino (Rojo), no tiene más que unos 40 desde la salida de su minoría en 2012, que sostiene ahora a la dirección de Tsipras. APO (Organización política anticapitalista) es una red más pequeña que gira alrededor de un militante, Giorgos Sapounas.

Un proceso de unificación de DEA y Kokkino esá en curso pero no debería completarse antes de otoño de este año. La principal causa es que al ser el modo de intervención y las características organizativas de estas dos corrientes bastante diferentes dar este paso obliga a ir aún despacio.

Es en este doble nivel en que la posición de izquierda se estructura. En esta etapa se deben señalar los siguientes logros: el resultado de la plataforma en el congreso fue ampliamente retransmitido por los medios, la existencia de una oposición interna es público y conocido por todos. Por otra parte, a pesar de la tendencia natural de la Corriente de izquierda a buscar acuerdos con la dirección, la actitud de la plataforma se ha radicalizado ligeramente en el último período de sesiones del comité central.

En Septiembre, ante un texto que consideraba bastante correcto políticamente, se abstuvo emitiendo críticas de fondo. Luego en el comité central de Octubre, la plataforma presentó un texto alternativo sin someterlo a votación y absteniéndose respecto al mayoritario. Cuando en Diciembre de 2013 votó contra la resolución política y el texto sobre política europea de la dirección, publicó un texto alternativo. El intento de la dirección el verano pasado de acallar las voces discordantes con la publicación de una unidad ficticia estodavía hoy muestra de un fracaso.

Sin embargo, la construcción de esta oposición interna está cargada de limitaciones y debilidades. El grado de la integración de las estructuras de la plataforma y de la Red Roja es aún muy débil o incluso nulo. Por ahora, los militantes de los diferentes componentes siguen interviniendo en el marco de sus organizaciones anteriores, lo que se debe en parte a la gran heterogeneidad de las perspectivas contempladas por unos y otros en caso de constitución de un “gobierno de izquierdas”.

Si DEA se autoexcluye de participar, Panagiotis Lafazanis y otros dirigentes de la Corriente de Izquierda podrían ocupar puestos ministeriales. Así, mientras que algunos quieren mantener su independencia organizativa y dicen estar preparados para asumir uan eventual ruptura, otros (mayoritarios) juegan la carta de la crítica constructiva y la moderación frente a la dirección. Esto complica la estructuración de la oposición en el plano local y frena su capacidad para ganar y organizar a los miembros de SYRIZA.

La Red Roja es el ala más radical de SYRIZA, pero sigue siendo en gran medida tributaria de los diputados de la Corriente de izquierda en impulsar la oposición en las instancias del partido y en el grupo parlamentario. La Plataforma de Izquierdas cuenta entre sus filas con 8 de los 71 diputados de SYRIZA, de los cuales 2 son de DEA. La conservación de organizaciones separadas por parte de los iniciadores de la Red Roja presenta un problema a medio plazo. El acuerdo en el que la dirección había consentido consistía en dejarles un “plazo razonable” para disolverse en las estructuras del partido, plazo jamás definido. La interpretación de ese plazo razonable indudablemente significa que está ligada a los acontecimientos políticos generales, y la voluntad de la dirección no es sobrecargar demasiado tiempo a uan oposición interna, por otra parte ilegítima desde el punto de vista de los estatutos del nuevo partido reunificado.

ANTARSYA y el frente común

La coalición anticapitalista ANTARSYA reagrupa desde 2009 a una decena de organizaciones de extrema izquierda de tradición diversa, de las que OKDE-Spartakos es la sección griega de la Cuarta Internacional. Las fuerzas más estructuradas dentro de ella son NAR (Nueva Corriente de izquierda), salida de una antigua escisión del KKE, y SEK (Partido Socialista de los Trabajadores), vinculada al SWP británico. Sin representación en el parlamento, obtuvo el 0,33% de los votos en las elecciones de Junio de 2012.

ANTARSYA lanzó en Junio de 2013 una propuesta para las elecciones europeas a las fuerzas de la “otra izquierda”. Esta convocatoria se tradujo en una reunión el pasado 3 de Octubre en la que participaron seis organizaciones: ARAN (Reconstrucción de izquierda), escisión trotskista de NAR, EEK (Partido Revolucionario de los Trabajadores), ligado al PO argentino, OKDE, Lucha Obrera, Combate Obrero (grupo en constitución del KKE) y Plan B. Si la mayor parte de ellas se sitúa en la puesta en marcha de un frente común, es la negociación con el Plan B la que concentra todos los debates.

Este movimiento creado hace dos años por Alekos Alavanos, que fue presidente de Synaspismós y portavoz de SYRIZA antes de Alexis Tsipras, reúne a personalidades bastante influyentes mediáticamnete pero sin base militante. Es heterogéneo políticamente, al ser Alavanos miembro saliente como Lafazanis de la izquierda de Synaspismós. Cuenta también en sus filas con el grupo Parémbasi (Intervención), escisión de un grupo maoísta que apoya hoy a la mayoría de Tsipras en SYRIZA.

El discurso del Plan B está centrado en la salida del euro como principal medio de reconstruir el aparato productivo griego (a través de un dracma devaluado) y la cancelación de la deuda. Esta postura aparentemente más radical que la de la dirección de SYRIZA es relativa: este monetarismo obsesivo con el euro no ha desembocado en un programa de ruptura anticapitalista, sino en el salvamento económico del país en el marco del sistema burgués y un refuerzo de la retórica patriótica. Esta idea de reconstrucción de un capitalismo nacional contra el imperialismo, apoyada en una concepción estratégica etapista, es el primer desacuerdo con ANTARSYA.

El segundo reside en el hecho de que Alavanos sostiene y apuesta por que este programa avanzado en el frente común sea bastante “razonable” para no asustar a la pequeña burguesía. De este modo, la cuestión de la salida de la UE se elimina (mientras que la salida de la eurozona se avanza como tema central), aunque esta reivindicación ya no sería comprensible. Para ANTARSYA los dos puntos están indisociablemente ligados.

Por último, existe también un desacuerdo serio sobre la inmigración. Si ANTARSYA apoya la idea de la regularización de todos los inmgrantes, Alavnos insiste en la derogación de los acuerdos de Dublín II para que puedan abandonar el país...dejando entender que son demasiados en Grecia.

La propuesta de declaración conjunta formulada por ANTARSYA tras la reunión del 3 de Octubre fue rechazada por el Plan B debido a que era demasiado anticapitalista. Posteriormente se retomaron nuevas discusiones sobre bases muy edulcoradas. ANTARSYA se ha dividido en tres sectores: los “neoalthusserianos” de ARAN y ARAS (Agrupamiento de izquierda) mantienen una alianza con el Plan B por poco que éste clarifique su posición sobre la salida de la UE (apoyándose en que una parte del Plan B está más a la izquierda que Alavanos). Por su parte, NAR piensa poder cerrar un acuerdo haciendo adoptar al Plan el programa básico de ANTARSYA. Por último, las organizaciones trotskistas SEK y OKDE-Spartakos consideran que no se reúnen las condiciones para una alianza con el Plan B, pero en cambio sí defienden la alianza con otras fuerzas que están impicadas en el proceso y no participan por ahora en la coalición anticapitalista.

De forma paralela a estas discusiones, ANTARSYA dirige la campaña contra la presidencia griega de la Unión Europea. El 8 de Enero, la manifestación que convocaban todas sus organizaciones en bloque fue prohibida y reprimida brutalmente por la policía. El KKE y SYRIZA condenaron esta prohibición sin llamar a la manifestación, mientras Tsipras boicoteaba la fiesta oficial de la inauguración. La ausencia de la mayoría de la izquierda esta vez es más lamentable que en 2003, la anterior presidencia griega había logrado una campaña masiva y unitaria.

ANTARSYA está en el corazón de las movilizaciones populares desde 2010, lo que no se ha traducido en aumento importante de sus tendencias sindicales tanto en el sector público como privado. En el último congreso de ADEDY, la federación de trabajadores públicos, obtuvo dos representantes en el comité ejecutio (también dos para el KKE, tres para SYRIZA). En la unión local de Atenas de la federación del sector privado GSEE, la izquierda tiene 16 puestos de 31y la izquierda anticapitalista ya es mayoritaria en la federación de profesores. Estos resultados sin precedentes dan a ANTARSYA nuevas perspectivas para pesar en los acontecimientos futuros. Cualquiera que sean los avances parciales y las dificultades encontradas de unos y otros, el próximo periodo será otra vez de enfrentamientos y tests políticos, sin duda en el contexto nuevo de una izquierda en el poder...y de un Amanecer Dorado siempre vivo como segundo partido de la oposición. A pesar del arresto de sus dirigentes tras el asesinato del rapero Pablos Fyssas, el partido fascista consigue mantener los porcentajes de 2012. Aunque subestimado de forma regular en todas las intenciones de voto, algunas encuestas lo colocan peligrosamente delante de Nueva Democracia para las próximas elecciones. Un elemento que deberá ser tenido en cuenta para la izquierda revolucionaria en el próximo ciclo político.

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