Agnese Marra, en Público.es
Tras la sorpresa de la primera vuelta electoral, Brasil intenta descifrar las tendencias ideológicas de un nuevo Congreso que ha renovado un 47% de la Cámara de los Diputados y que ha incorporado 6 nuevos partidos, sumando un total de 28. A principios de la semana el DIAP (Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentar) denunciaba el conservadurismo que apuntaban los primeros datos: "Este Congreso es seguramente el más conservador desde el fin de la dictadura", aseguraba su director, Antônio Augusto Queiroz.
El PT está entre los tres partidos que ha perdido más votos en esta elección
Los asientos que pertenecían a representantes sindicales han disminuido casi un 50%, de 83 a 46 asientos. El número de diputados asociados a movimientos sociales también se ha reducido a la mitad, mientras que los vinculados a la Policía y a las Fuerzas Armadas, conocidos como la "Bancada da bala" (lobby de la industria armamentística) han aumentado un 30%, según datos del DIAP. Lo mismo ha sucedido con los representantes de la "Bancada Evangélica" que ha incrementado en un 14% su espacio en el Congreso. Considerada una de las alas más conservadoras, en diversas ocasiones han descrito a los homosexuales como "enfermos", y tienen entre sus principales preocupaciones convertir el aborto en crimen hediondo.
A pesar de mantenerse líder en el Congreso, el PT está entre los tres partidos que ha perdido más votos en esta elección. En la Cámara de los Diputados han pasado de 88 a 70 asientos, lo que les hace más dependientes de su principal aliado, el conservador PMDB, que se mantiene como segunda fuerza en la Cámara y primera del Senado. El PSDB, el partido de Aécio Neves, adversario de Dilma en el segundo turno, ha aumentado sus diputados en la Cámara, pero también ha perdido a dos de sus representantes en el Senado, manteniéndose la tercera fuerza del Congreso.
El PMDB y la mayoría del agronegocioA pesar de mantenerse líder en el Congreso, el PT está entre los tres partidos que ha perdido más votos en esta elección. En la Cámara de los Diputados han pasado de 88 a 70 asientos, lo que les hace más dependientes de su principal aliado, el conservador PMDB, que se mantiene como segunda fuerza en la Cámara y primera del Senado. El PSDB, el partido de Aécio Neves, adversario de Dilma en el segundo turno, ha aumentado sus diputados en la Cámara, pero también ha perdido a dos de sus representantes en el Senado, manteniéndose la tercera fuerza del Congreso.
Los grandes ganadores han sido los terratenientes del campo y sus políticos afines. El Frente Parlamentario Agropecuario (FPA), conocido como "Bancada ruralista", la mayor del Congreso, ha aumentado un 33% sumando 273 asientos entre diputados y senadores. En la Cámara de los Diputados junto a otros 131 parlamentarios vinculados al agronegocio, conseguirían una mayoría de 257 representantes del sector ruralista (políticos dueños de grandes latifundios), frente a los 256 no ruralistas. Entre sus prioridades está la aprobación de la Propuesa de Enmienda Constitucional que haría que la demarcación de las tierras indígenas fuera una cuestión del Legislativo y no de la Funai (Fundación Nacional del Indio), lo que sería un retroceso para la causa indígena, ya que con mayoría ruralista en el Congreso, sus tierras se reducirían a la mínima expresión.
"La presidenta Dilma gobierna a expensas del PMDB, un partido lleno de terratenientes"
El PMDB es el partido mayoritario de esta bancada formada también por otras agrupaciones. Este año ha vuelto a conseguir una mayoría en el Senado que les servirá para implementar políticas favorables a los terratenientes y vetar aquellas que les perjudiquen. Según el periodista brasileño Alceu Castilho, en su libro Partido de la Tierra, en 2010 el PMDB fue el partido dentro del Congreso nacional con mayor número de senadores, diputados autonómicos y nacionales propietarios de grandes latifundios. "La presidenta Dilma gobierna a expensas del PMDB, un partido lleno de coronoles (terratenientes). Su vicepresidente, Michel Temer, tiene en Goiás (estado cuya capital es Brasilia) varias hectáreas", denuncia Castilho en su citado libro.
Los grandes latifundios son los que más están ganando con las políticas neoliberales basadas en la explotación del terreno para la exportación de comodities. De 1997 a 2013, el agronegocio hizo que el saldo de la balanza comercial pasara de 15 billones de dólares a 80 billones. En este sentido Castilho afirmaba en una conferencia: "Estos hombres públicos poseen intereses directos en relación al territorio brasileño. No es que tengamos una bancada ruralista, más bien tenemos un sistema político ruralista".
Pero el PMDB no es sólo un partido de terratenientes, sino que es la formación que en las últimas décadas se ha convertido en aliada del Gobierno ganador, permitiendo gobernabilidad dentro de un Congreso eternamente fragmentado. A cambio se han llevado varias carteras ministeriales, apoyos en diversos estados e incluso, en el actual mandato de Dilma, la vicepresidencia del Gobierno, con Michel Temer como representante de la formación.
El papel de las empresas
El giro conservador del congreso ha dado lugar a diversas teorías. El descontento de la sociedad y las manifestaciones de junio de 2013 son la respuesta mayoritaria. Sin embargo, el director del DIAP lo achaca a la desinformación de la ciudadanía en relación al papel del Legislaivo, y añade una razón más: el alto costo de las campañas. A través de las donaciones, las grandes empresas tienen un papel fundamental en las elecciones y un gran poder de persuasión en el Congreso. "La pérdida de asientos de representantes sindicales está claramente relacionada a estas donaciones. Los sindicalistas por su formación no tienen el hábito de buscar a empresarios para pagar la campaña", señalaba Queiroz en el blog Conversa Fiada.
Los movimientos sociales son los principales afectados por este nuevo Congreso
Los 513 diputados elegidos para la próxima legislatura recibieron algo más de 80 millones de dólares para financiar sus campañas. El conglomerado JBS (dueño de marcas de carne como Friboi o Seara) el grupo minero Vale, y las constructoras Queiroz Galvão, UTC y Odebrecht, se perfilan como las principales inversoras de los diputados, según el informe de la ONG Transparencia Brasil. "Estas empresas tendrán un poder de influencia mucho mayor que otros donantes. De ahí nace el peligro de que los diputados no aguanten las presión de sus financiadores", decía el autor del informe, Claudio Weber Abramo,en el Estado de São Paulo.
Retroceso de derechos
Los movimientos sociales son los principales afectados por este nuevo Congreso. Pautas como el matrimonio civil homosexual, la liberación del aborto, la defensa de los derechos indígenas o la legalidad de la marihuana, parecen casi imposibles de salir adelante.La propuesta de reducción de la de mayoría penal de 18 a 16 años de edad, podría llegar a ser Ley en manos de este nuevo Congreso que tiene una "bancada da bala" más fortalecida, cuyo lema es: "Bandido bueno es bandido muerto".
El grado de retroceso de derechos dependerá del resultado del segundo turno y de a quien ofrezca su apoyo el PMDB. Hasta el momento esta formación se mantiene como aliada de Dilma Rousseff, pero este grupo se caracteriza por unirse a quién gane en el Gobierno, por lo tanto sería muy probable que en el caso de que venciera Aécio Neves, el PMDB dejara al PT aislado. Si la ganadora fuera Rousseff, lo más probable es que el PMDB se mantuviera como aliado y entre ambos partidos conseguirían una mayoría en el Congreso. De este modo, la presidenta Dilma podría vetar algunas propuestas más conservadoras y mantener un equilibrio.
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