KOKKINO. Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista
El encuentro de la delegación de SYRIZA con la delegación de DIMAR (escisión del PASOK) con el objetivo de encontrar puntos de colaboración política y la configuración de un marco de acuerdo con “fuerzas progresistas para la gobernabilidad del país” entre los dos partidos constituye una usurpación sin ambages de una característica fundamental de la fisionomía de SYRIZA que es línea divisoria absoluta y de contraste con el centro-izquierda.
Al evaluar las experiencias devastadoras para la izquierda de la degeneración social-liberal de los partidos socialdemócratas pero también de los partidos de la Izquierda europea, y valorando en particular las decepcionantes relaciones de los experimentos gubernamentales de centro-izquierda en principio en Francia (gobierno de la izquierda plural bajo Jospin) y a continuación en Italia (participación de Rifondazione Comunista en el gobierno Prodi), SYRIZA tiene como característica fundacional su oposición al centro-izquierda y a las alianzas políticas con los partidos del centro-izquierda.
La cita de la decisión congresual de SYRIZA en Julio de 2013, hace apenas poco más de un año, afectan por completo no sólo al PASOK sino también a DIMAR: “El bloque del memorándum ha liquidado a la sociedad griega”. “En estos últimos meses se han promulgado decenas de leyes que constituyen un disparo directo a la democracia”. “La detención de trabajadores y los despidos son responsabilidad única de este gobierno”.
Naturalmente, en los que concierne a DIMAR, el punto decisivo del congreso dice: “En el camino de SYRIZA hacia el derribo social y político y la formación de un gobierno de izquierdas salvaguardaremos nuestra solvencia y credibilidad. Las personas y fuerzas políticas, sobre todo quienes aceptaron la política unilateral de los memorándums y jugaron un papel activo en esos gobiernos apelando a su posición responsable, no pueden tener ningún espacio en el gobierno de la izquierda”.
Está claro que el encuentro de las delegaciones de SYRIZA y DIMAR se llevó a cabo en el marco preparatorio de una potencial colaboración gubernamental, como subraya la carta de Koubélis (líder de DIMAR) con los 12 puntos programáticos y la respuesta de Alexis Tsipras con sus 9 puntos programáticos. Una iniciativa así no sólo va en contra del espíritu y la letra de la decisión congresual, sino de la reciente resolución del Comité central.
La última resolución del Comité central, aunque incumple flagrantemente también las decisiones del congreso, en todo caso vincula las iniciativas políticas de SYRIZA a evitar la concentración de 180 diputados del gobierno Samaras - Benizelos para la elección del Presidente de la República por el actual parlamento. Pero como demostraron los representantes de DIMAR tras el encuentro de las dos delegaciones, “no hay requisitos previos para el inicio de un diálogo”.
Bajo estos términos, la iniciativa de una reunión de los representantes con DIMAR está completamente huérfana en cuanto a que afecta de lleno a la legitimidad democrática del partido. Constituye un auténtico “golpe de estado” centrista contra el carácter constitutivo y las decisiones del congreso, así como los órganos colectivos del partido.
En cuanto a las iniciativas políticas llevadas a cabo durante el verano dentro del marco de la última resolución del Comité central, la propia resolución preveía que para todos los asuntos decidiría la comisión permanente de los miembros de toda la dirección del partido y su presidente. Debido al encuentro de las dos delegaciones surge la siguiente pregunta: ¿estaba al corriente y de acuerdo con esta reunión toda la dirección del partido (no sólo miembros afines al presidente) y se acordaron los objetivos previstos?
El problema se hace incluso más agudo por la completa falta de información interna acerca del encuentro. Por parte de SYRIZA sólo un reportaje en “El Alba” sobre “el buen clima de entendimiento y el camino que se ha abierto”, y por parte de DIMAR declaraciones oficiales de destacados miembros que ponen el foco de interés de la organización en la colaboración – y no se desmienten. ¿Por qué, cuando tuvo lugar la reunión de las delegaciones no hubo ningún tipo de comunicado por parte nuestra y se dejó el monopolio de la gestión informativa a DIMAR?
La perspectiva de SYRIZA no es la alianza con el centro-izquierda o con otros cadáveres políticos, subproductos de la crisis de memorándum, que sólo nos hacen cargar con sus políticas de aniquilación de la clase obrera, sino el giro hacia la izquierda y desde abajo, hacia un frente unitario de fuerzas de la izquierda y hacia los de nuestra clase, los sectores populares y la juventud, donde las “reservas” políticas, sociales y electorales están lejos de haberse agotado.
El pesado coste político que pagamos con estos encuentros y acercamientos no tiene ninguna lógica, ni siquiera en el juego parlamentario (ya que DIMAR estará con toda seguridad fuera del parlamento), en un proceso de recomposición, sin influencia social y presencia en el movimiento, habiendo perdido los últimos restos de credibilidad y sido castigada tan duramente por la aprobación y gestión de las políticas de memorándums. La única “utilidad” que tiene este acercamiento político es la señalización del profundo giro al centro-izquierda y la “maduración” de SYRIZA en su búsqueda de la centralidad político en el nuevo periodo.
Sin embargo, mientras que un acercamiento a la colaboración con DIMAR no añade nada “a la derecha”, el daño que hace “desde la izquierda” es muy grande, puesto que desalienta y aleja a la vanguardia más radical y masiva y a quienes desde las otras izquierdas confiaron en SYRIZA en 2012, por poner enormes obstáculos a la política del frente único con las fuerzas de la izquierda (ANTARSYA y KKE) recompensando las lógicas sectarias de estos espacios políticos. Da así el mensaje de que SYRIZA es “más de lo mismo” y se somete a la suerte de los gestores.
Kokkino señala que el rápido desarrollo de los acontecimientos fue marcado con las candidaturas de Boudouris, Spyros y por poco también de Karypidis, ahora firmemente convertidos a un abierto giro a alianzas políticas centristas con el centro-izquierda. Esto no supone ya una desafortunada gestión comunicativa ni simplemente un error táctico, sino un enorme y devastador giro muy peligroso contra las características fundamentales constitutivas de SYRIZA como partido de la izquierda radical en ruptura con el sistema.
Teniendo tal conocimiento del peligro que representa un cambio tan sumamente radical que consideramos que se hace urgente la máxima movilización de todos los miembros, militantes y simpatizantes de SYRIZA y de la izquierda griega en su conjunto más allá de sus diferencias parciales, para cancelar este giro político y defender las características radicales y de cambio, a través de todas las iniciativas aconsejables y necesarias en los órganos y organizaciones miembro del partido.
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