Communia. Roma, 20/10/2013Traducción de Víctor Valdés Camacho, para Anticapitalistas.org.
La manifestación de Roma ha sido grande, plural, combativa y ha desmentido con su flujo y su determinación, los cuervos habituados a girar sobre las expresiones del movimiento profetizando y esperando una guerrilla urbana que no se ha visto, pero también los temores concretos de una jornada que –por cómo estaba convocada- arriesgaba ser de mera autorepresentación.
En la plaza por el contrario se ha mostrado a los ojos de quienes quieren ver más los humos de las bengalas, de una información violenta e interesada el verdadero rostro de la crisis. Los rostros y las exigencias de los migrantes, de los sin techo, de los precarios, desempleados o trabajadores, de quienes se baten contra la especulación sobre el territorio, contra los ejércitos y los servicios militares.
Ahora se abre el problema de la eficacia social y política. Entendida como capacidad de obtener resultados, conseguir victorias, que aunque sean mínimas, construyan antídotos poderosos a los golpes de la crisis. No sirve alguna traducción “politicista”, ninguna contraposición artificial entre plazas diferentes, el 12 contra el 19, o cosas del estilo. Sirve, por el contrario, demandar como se puede luchar como un “elástico” –flexible y no vinculante- un espacio de movimiento que favorezca la eficacia de sus componentes y subjetividades. Un espacio que sumando las vertientes singulares y los singulares pasajes, multiplique la fuerza de todos. Tendremos tiempo para hacer esta discusión y lugares articulados en los cuales insertarla. Falta un análisis de esta fase: los movimientos se hacen directamente políticos, no eligen la representación sino que deciden ellos mismos como dársela. Nuestra idea es que para darse una forma eficaz deben centrarse sobre la autoorganización que, como hemos ya escrito, se mantiene como nuestra vía maestra, y esto es siempre una mayor capacidad y disponibilidad para el entendimiento recíproco y para la constitución de momentos convergentes de conflicto.
En lo inmediato pensamos que los puntos fijos son los mismos que los marcados por las luchas “de campo”. Debe ser bloqueada la gestión de la austeridad con apuestas sobre el terreno de la renta y del salario para que finalmente paguen la crisis quienes la han provocado: la banca y los patrones. Debe ser coordinada la lucha contra el chantaje de la deuda a nivel europeo a partir de la campaña “Por una nueva finanza pública y social”. Deben pararse las “grandes obras” a partir del Tren de Alta Velocidad, los “grandes eventos” inútiles y dañinos como la Expo2015 y proyectos militares como el MUOS; pero también la política de devastación de los territorios y la gestión especulativa; sirve una respuesta inmediata al derecho a la vivienda, eliminando la criminalización a la ocupación y haciendo pagar a cualquier precio a los grandes especuladores inmobiliarios.
En la construcción de Communia Network estamos poniendo en el centro de nuestra acción política el tema de la austogestion y la reapropiación. Continuaremos practicándolo y lo propondremos a los sitios unitarios del movimiento. Las experiencias de práctica directa que hemos al fin realizado, encuentran mayor fuerza al final de esta semana. Así como, en la interesante fase de movimiento que se abre este otoño, se encuentra más amplia la credibilidad del instrumento político y social que estamos poniendo en práctica.
Desde hoy, la apuesta debe ser aquella que construya una dinámica que vaya más allá del 19, creando una plataforma reivindicativa precisa que ponga en la red las diversas reivindicaciones del movimiento en marcha. Una red no entre subjetividad o áreas políticas, sino entre sujetos de carne y hueso que intenten resistir en primera persona a la crisis. Si se busca hacer esto, la jornada del 19 de Octubre podrá ir más allá de si misma y reiniciar la dinámica que el 15 de Octubre de 2011 fue sofocada antes de nacer.
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