Las elecciones del domingo significaron un éxito histórico para la Alianza Roji-Verde (RGA).
Alianza Roji-Verde. Tomado de Anticapitalistas.org
Somos ahora un partido implantado a nivel nacional con representantes en todas las regiones y confines de Dinamarca. Con un aumento en votos respecto a las últimas elecciones en 2009 desde el 2,3% hasta el 6,9%. La Alianza Roji-Verde (RGA) tiene asientos en 79 municipios y en la totalidad de las regiones de Dinamarca en vez de la presencia en solo 10 municipios y un único representante en la región de Copenhague que hasta ahora tenía. El número total de concejales ha pasado de 14 a 119 y de una a quince regiones con representación.
Más aun, este resultado garantiza que la RGA tendrá presencia en la Organización Nacional de Municipios, quien negocia la economía municipal con el gobierno y hasta ahora ha estado tolerando una larga serie de presupuestos austeritarios pese a tener una mayoría de Socialdemócratas (SD) y del Partido Socialista Popular (SPP). Esto proporciona a la RGA una oportunidad para romper con el consenso de la austeridad.
El resultado en las elecciones locales es el mejor cosechado por la RGA desde su fundación en 1989, superando nuestro objetivo de 100 concejales y entre un 5 y un 6 por ciento (%) de los votos. De hecho este es el mejor resultado para la izquierda danesa a la izquierda del SPP desde las elecciones municipales de post-guerra en 1946.
En Aarhus y en Aalborg (la segunda y tercera mayores ciudades de Dinamarca) la RGA se convirtió en la tercera fuerza política después del SD y el partido liberal. Pero lo más significativo de nuestro resultado es que por primera vez estamos presentes a nivel de la política local de todos los rincones de Dinamarca. Este es un paso importante que esperamos ayude a consolidar nuestro proceso de crecimiento.
A nivel global el resultado fue una derrota de los partidos de gobierno (SD y SPP). Una derrota que refleja claramente la pérdida de confianza de muchos votantes en estos dos partidos desde que entraron en el gobierno y continuaron con la política económica neoliberal de la derecha en contra de los deseos de su base social.
El SPP perdió más de la mitad de sus concejales, pasando de un 14,5% de los votos en 2009 a 5,6% en la actualidad. El SD perdió también votantes pero mantuvo su posición como el partido más grande a nivel municipal. El tercer partido del gobierno (los social-liberales) subió del 3,7% al 4,8%. Desafortunadamente, sus recién elegidos representantes se han alineado en varios lugares con los de la derecha.
El principal partido de la oposición de derechas gano votos y se convirtió en el partido con más alcaldes, pero su éxito no fue tan grande como podría esperarse ya que el partido fue afectado por escándalos en torno a su liderazgo en los últimos meses.
El partido conservador cosecho el peor resultado de su historia, pero mejor de lo que muchos predecían debido a sus fuertes posiciones a nivel local.
La extrema derecha, el Partido del Pueblo Danés (DPP), tuvo el 10,1% de los votos. Los nuevos apoyos provienen sobre todo de antiguos votantes del SD insatisfechos con las políticas de austeridad de los socialdemócratas, así como de antiguos votantes conservadores. Es posible que la extrema derecha arrebate un alcalde al SD en el municipio de Hvidovre, en la periferia de Copenhague, pero las negociaciones aun no han finalizado. Por primera vez en su historia el DPP ha logrado uno de los siete cargos de alcalde en Copenhague.
El grupo extremista neoliberal, Alianza Liberal, logró el 2,9% de los votos que es un avance significativo respecto a las últimas elecciones municipales.
En resumen el resultado fue histórico para nuestro partido y nos sitúa en una mejor posición para defender el Estado del bienestar, la salud y la seguridad social de los ciudadanos así como para promocionar una política verde que genere empleos. Más aun, significa una oportunidad de fortalecer nuestra posición como uno de los partidos dirigentes del movimiento obrero en Dinamarca. Es evidente que los votantes recompensaron a la RGA por luchar contra los recortes sociales mientras al mismo tiempo luchaban de un modo pragmático por lograr cualquier mejora posible para la gente común y el medio ambiente.
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