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El Senado ha sacado adelante el proyecto impulsado por el propio
presidente, José Mujica, de regular el consumo y la producción de marihuana.
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Con esta medida, que incluye la venta oficial de la droga "a precios
competitivos", el Gobierno uruguayo pretende "acabar con el negocio
del narcotráfico" que según sus cálculos mueve entre "30 y 40
millones de dólares anuales".
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Los consumidores podrán adquirir a un ente estatal hasta 40 gramos por
mes o cultivar en casa hasta seis plantas de 'cannabis'.
Uruguay, una nación de apenas 3,3 millones
de habitantes, ha situado este martes a la vanguardia mundial al legalizar por
primera vez de forma integral la producción y la venta de marihuana mediante un
proyecto gubernamental rechazado en las encuestas a nivel interno y cuestionado
a nivel internacional. La sorprendente idea planteada en junio de 2012 por el
presidente José Mujica, un exguerrillero de 78 años que es famoso por su
austera forma de vida y sus críticas al consumismo, acabó por convertirse en
ley después de una acalorada sesión en el Senado que se prolongó más de 12
horas.
La iniciativa, presentada por el bloque oficialista de izquierdas Frente Amplio (FA) como una revolucionaria forma de luchar contra el narcotráfico, recibió 16 votos a favor y 13 en contra. Ahora solamente falta que Mujica promulgue la ley y que los impulsores de la propuesta aprueben un reglamento que definirá al detalle la forma que tomará el proyecto en la práctica, para lo cual disponen de 120 días.
Al igual que había
sucedido el 31 de julio pasado en la Cámara de Diputados, el FA impuso hoy su
mayoría simple en el Senado, en medio de la desesperación de la oposición, que
rechazó el proyecto en bloque. Antes del debate Mujica admitió que la nueva ley
"no es bonita" y que los ciudadanos, dos tercios de los cuales la
rechazan en las encuestas, no están "totalmente preparados" para
ella, pero pidió una "oportunidad" para ver si funciona. Durante
la sesión la senadora frenteamplista Constanza Moreira calificó la jornada de
"histórica para mucha gente". "La ley que aprobamos hoy, junto a
la de aborto y la de matrimonio igualitario (fruto también de la actual gestión
gubernamental), nos pone a la vanguardia", consideró. Ernesto Agazzi,
también del FA, reconoció que "la marihuana no es inocua" y que
prefiere que en el futuro "no se consuma ninguna droga" pero aún así
defendió la ley para "mejorar la desastrosa situación" actual. Su
correligionario Roberto Conde la justificó como una "nueva forma de acción
del Estado para cerrarle el acceso a un negocio de 30 o 40 millones de
dólares anuales" a los narcotraficantes en Uruguay.
Recordó que
"el 70 % de la droga ilegal consumida en el país es marihuana", que
ésta es de "acceso fácil" y que en torno a ella existe una percepción
"muy tenue" de riesgo sobre "sus consecuencias en la
salud", lo que lleva a un "permanente aumento" del consumo entre
adolescentes. De allí la necesidad de regular el sector, en el que el tráfico
ilegal de drogas "va a seguir siendo perseguido", aclaró además.
Entre 125 y 150.000 consumidores habituales
En Uruguay, el consumo de marihuana está
despenalizado desde hace 40 años y es relativamente frecuente ver a personas
fumando en las plazas y parques del país. El proyecto dispone la creación de un
ente estatal regulador encargado de otorgar licencias a los consumidores y
controlar la producción y distribución de la droga, que se hará efectiva en
clubes o farmacias.
Con la nueva ley los consumidores podrán adquirir hasta un máximo de 40 gramos por mes, o cultivar en casa hasta seis plantas que produzcan no más de 480 gramos por cosecha. El precio que se aplicará para que el producto sea competitivo frente al del mercado negro será de un dólar (0,63 euros) por gramo. Esa tarifa fue cuestionada por el senador del Partido Nacional (Blanco) Jorge Larrañaga, al compararla con las de los coffee shops de Amsterdam, que oscilan "entre 8 y 15 euros". Larrañaga advirtió asimismo que Uruguay corre el riesgo de transformarse "en un centro de narcoturismo".
El senador del
Partido Colorado Alfredo Solari, médico de profesión, denunció que la propuesta
"no cumple con ninguna de las salvaguardas éticas de la experimentación
con seres humanos", antes de advertir del riesgo de generar adicciones,
sobre todo entre los jóvenes. Al respecto, el senador oficialista Luis Gallo
subrayó que "todas las drogas tienen reacciones farmacológicas tóxicas
diferentes" y "no todos los usuarios se transforman en adictos".
Solari alertó
además que la marihuana afecta al "potencial de aprendizaje de niños y
adolescentes", algo "importante" para un país con
"problemas de continuidad" en educación secundaria, recordó. Para
evitar su propagación entre los jóvenes, la ley incluye programas preventivos
de control del consumo de drogas que deberán ser impulsados por las
instituciones de enseñanza.
Según datos
oficiales, unas 300.000 personas, casi el 10% de la población, admiten haber
consumido alguna vez marihuana y entre 127.000 y 150.000 lo hacen con regularidad.
La medida impulsada por Mujica, que comenzará a aplicarse en el primer semestre
de 2014, es rechazada por numerosos Gobiernos de países de Latinoamérica, una
de las regiones del mundo más golpeadas por el narcotráfico, aunque ha sido
respaldada por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y el
Gobierno de Guatemala.
- Así
funcionará la legalización de la marihuana en Uruguay -
Tomado
de 'Cooperativa.Cl"
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