jueves, 25 de abril de 2013

Paraguay: ganó el que compró más votos

DOSSIER:

- Paraguay: ganó el que compró más votos. (Martín Almada)
- Gana Horacio Cartes y Paraguay "vuelve a la normalidad", dejando atrás un golpe, una masacre y un aislamiento internacional de fachada. (Giorgio Trucchi)

Paraguay: ganó el que compró más votos

A la luz del triunfo de la Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado), una sociedad anónima  de  delincuentes, podemos afirmar que la sociedad  política paraguaya es complaciente con sus ladrones y verduga e implacable con sus soñadores.

 

Martín Almada, reconocido activista y defensor de los DD.HH. en Paraguay durante la dictadura y Premio Nobel alternativo. Publicado en Ea periódico de interpretación y análisis


El 22 de diciembre de 1992, hemos descubierto 3 toneladas de documentos de la policía secreta de Alfredo Stroessner que tiene hoy acorralado a los genocidas de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay (OPERACIÓN CONDOR). Resulta paradójico, que estos archivos hayan sido considerados desde el primer momento como un acontecimiento histórico nacional e  internacional que ha provocado múltiples publicaciones. En 2009 la UNESCO le asignó la categoría de MEMORIA DEL MUNDO. La Fiscalía General  no investigó el contenido de este Archivo hasta la fecha, consolidando la impunidad.

El 28 de agosto del 2008, la COMISION DE VERDAD Y JUSTICIA entregó a los Poderes del Estado el informe final con sus respectivas conclusiones y recomendaciones. Destacados y antiguos funcionarios y represores de la dictadura estronista pasaron a ser funcionario del Estado. Tampoco fueron investigados por la Fiscalía General los personeros de la dictadura que actuaban a través de las seccionales del Partido Colorado gobernante durante los 35 años de dictadura.

El terrorismo de Estado lleva impresa las huellas digitales de Alfredo Stroessner y de sus secuaces. Hoy como ayer, los fiscales, jueces, policías y militares arremeten contra los defensores de los derechos humanos en vez de escucharlos y protegerlos.

La elección del 21 de abril de 2013 es simplemente la legitimización del golpe de Estado ocurrido el 22 de junio de 2012. El triunfo de los nostálgicos de la dictadura permitirá la reinserción de Paraguay en el concierto de las naciones en calidad de caballo de troya para obstaculizar la unidad latinoamericana.

En Paraguay una vez más la izquierda fue derrotada. El nuevo “patrón” de esta sociedad feudal es Horacio Cartes que durante la dictadura y luego en democracia amasó una inmensa fortuna “non santas” según la prensa nacional e internacional. Compitió con él por el cargo presidencial Efraín Alegre, también de tendencia de derecha quien para fortalecer su intención de voto se alió con el partido que creó el general también golpista Lino Oviedo. Esta alianza le salió como tiro por la culata.

Como hay un profundo descrédito al sistema político gran parte de la población acudió a votar porque le pagaron por su voto utilizando para el efecto las modernas tecnologías. Ganó el que compró mas voto o sea lo que pasó en Asunción el 21 de abril fue una timba electoral.

Los graves problemas sociales no fueron motivo de preocupación de los candidatos golpistas. Siguen los latifundios, la corrupción, la injusticia, el modelo político prebendario, sigue en vigencia la doctrina de la seguridad nacional, la falta de atención medica, la falta de educación para todos.

Stroessner y sucesores esclavizaron al pueblo paraguayo por medio del analfabetismo. Además se seguirá aplicando la receta neoliberal del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. El Comando Sur norteamericano seguirá con sus maniobras antisubversivas en un país que se hace llamar democrático. Es la prueba que el CONDOR SIGUE VOLANDO.

Tampoco se preocuparon de que pasó en Curuguaty, donde fueron asesinados policías y campesinos inocentes donde los complotados fueron el Nuncio, los ganaderos y sojeros vinculados con las multinacionales como Monsanto, la petrolera norteamericana Dahiva y la multinacional canadiense Río Tinto Alcan, que explota aluminio. El reclamo de la tierra por parte de los sin tierra  permitió a la derecha desalojar sin violencia del poder a la izquierda con la complicidad del Congreso Nacional, un nido de “sapos y culebras”.

Sólo una transformación radical de la base cultural y moral de la juventud  permitirá al Paraguay hacer frente al retorno de los brujos.

Gana Horacio Cartes y Paraguay "vuelve a la normalidad", dejando atrás un golpe, una masacre y un aislamiento internacional de fachada

Cuando en junio de 2012, después de un proceso de impeachment que duró menos de 30 horas, el Senado de Paraguay destituyó al presidente Fernando Lugo, América Latina vio con creciente preocupación la perversa evolución de nuevos tipos de "golpes institucionales", así como de nuevos métodos, aparentemente democráticos, para frenar la lucha social de los pueblos y los avances de los gobiernos progresistas comprometidos con cambios sociales.

Giorgio Trucchi, en LINyM

Si el golpe que, en junio de 2009, derrocó al presidente hondureño Manuel Zelaya fue un verdadero laboratorio para testar estos nuevos tipos de golpes de Estado, y la intentona fallida contra el presidente ecuatoriano Rafael Correa, en septiembre de 2010, reforzó aún más esta hipótesis, las elecciones del domingo pasado (21/4) en Paraguay representan la cuadratura del círculo para las fuerzas reaccionarias latinoamericanas.

Con el regreso del Partido Colorado al poder -con su candidato el empresario Horacio Cartes- y la reinserción político-económica internacional de Paraguay, sólo 9 meses después de la vergonzosa masacre, fríamente planeada, en Curuguaty y el golpe "institucional" contra Lugo, no sólo se están legitimando estos trágicos hechos, sino que se sienta un precedente extremadamente peligroso para todos los procesos de cambio en América Latina.

Al momento de darse el golpe contra el presidente Lugo, el analista político y catedrático hondureño Eugenio Sosa, afirmaba a la LINyM que "con el derrocamiento del presidente Zelaya, la derecha ha aprendido que ya no es necesario actuar como en las décadas pasadas, y que los golpes militares con derramamiento de sangre ya no sirven”.

El académico aseguraba también que "es mucho menos grave, para esta derecha, apostar por nuevas fórmulas con apariencia constitucional, ya que son más aceptadas ante los ojos del mundo”.

Si en el caso de Honduras, los Acuerdos de Cartagena permitieron normalizar las relaciones internacionales con el resto del mundo y el reconocimiento formal del régimen de Porfirio Lobo, excepto el valiente gobierno de Ecuador y su presidente Rafael Correa, también abrieron paso al regreso de Zelaya y permitieron la conformación de un partido político -Libertad y Refundación (Libre)- que actualmente se posiciona como alternativa real al bipartidismo clásico del país centroamericano.

Lo que estamos viendo en estos días en Paraguay, entonces, no es más que un perfeccionamiento de este nuevo modelo, para que no se repitan esos "efectos colaterales" post-golpe.

Se dio un golpe en base a lo que prevé la Constitución, se aguantó el aislamiento parcial internacional unos 9 meses, se dividió e invisibilizó a la izquierda y los movimientos progresistas, se realizaron elecciones reposicionando a los partidos (de derecha) tradicionales y se volvió al seno de la comunidad internacional. ¡El golpe perfecto!

No es un caso que, hace pocos meses, el Congreso Nacional de Honduras aprobara una reforma constitucional que instaura la figura del juicio político, que permite enjuiciar a funcionarios públicos, incluido el Presidente de la República, removiéndolos de su cargo.

En este sentido, resulta cuanto menos lamentable el hecho de que varios presidentes latinoamericanos hayan felicitado a Horacio Cartes por su victoria electoral, abriendo de hecho el camino de regreso de Paraguay al Mercosur y a la Unasur, sin tan siquiera recordar el origen del proceso electoral que llevó al candidato del derechista Partido Colorado a la presidencia de la República.

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