sábado, 25 de mayo de 2013

Suecia: "Esto es una rebelión". Refuerzos policiales para enfrentar las protestas. Se han sumado más barrios y más ciudades

Suecia: "Esto es una rebelión"

Seis noches de disturbios en la periferia pobre de Estocolmo a manos de jóvenes de barrios desheredados de mayoría inmigrante han echado por tierra la imagen de una Suecia pacífica e igualitaria.

Los incidentes, que comenzaron el domingo por la noche tras la muerte de un habitante de la barriada de Husby muerto por la policía, que alegó legítima defensa, se fueron extendiendo a unos 15 barrios de la capital.

Informaciones tomadas de: Red Latina sin Frontera, Kaos y AFP 
 
 Quinta noche de disturbios en los barrios pobres de Estocolmo

Red Latina sin Frontera. Tomado de KaosenlaRed

Varios barrios de las afueras de Estocolmo volvieron a registrar disturbios la noche del jueves, por quinto día consecutivo, con una treintena de coches quemados, rotura de ventanas; denuncias y enfrentamientos con la policía sueca.

Ocho personas fueron detenidas tras los incidentes del pasado martes por la noche, según informan las fuerzas represivas. La violencia se sigue extendiendo a más suburbios de la capital y otras regiones del país.

En la ciudad sueca de Malmö se produjeron algunos incidentes y hasta tres automóviles fueron incendiados en un barrio periférico. Se trata de la cuarta noche consecutiva con movilizaciones de estas características, lo que supone la mayor oleada de denuncias y actos de resistencia en años en Suecia.

Las manifestaciones comenzaron el domingo en Husby, al oeste de la capital, donde días antes un inmigrante con problemas psíquicos fué asesinado por disparos de la policía en su vivienda, donde se había encerrado con su compañera, y que supuestamente había amenazado con un hacha a los agentes, que aseguraron actuar en defensa propia cuando lo acribillaron a balazos.

La Policía abrió una investigación del incidente, pero la falta de credibilidad social desató la protesta pública y los disturbios se fueron extendiendo y recrudecieron la noche siguiente con la adhesión social de habitantes de otras zonas a lo que se interpreta desde abajo como actos de justa denuncias y resistencias ante la marginación, la represión, el racismo y la indiferencia institucional.

Los medios suecos han recogido estos días testimonios de vecinos de Husby que denuncian cargas policiales contra niños y ancianos e insultos racistas de los agentes como "negros", "ratas" o "monos", lo que ha originado críticas generalizadas y la apertura de otra investigación policial interna.

La asociación "Megafon" , que trabaja con grupos de jóvenes inmigrantes en la zona, ha vinculado las protestas con el racismo y con la sensación de abandono que se vive en este y en otros barrios, con índices de paro juvenil que rondan el 20 por ciento (%) o más.

Estos hechos han abierto el debate sobre la forma de abordar el paro juvenil y la inmigración por parte del país nórdico. 

Tras décadas de modelo sueco caracterizado como estado del bienestar, Suecia, con las recetas neoliberales, ha reducido el papel del Estado desde la década de 1990, con el mayor crecimiento de la desigualdad en el área de la OCDE de economías desarrolladas.

Aunque -según las estadísticas oficiales y macroeconómicas- el nivel de vida estaría aún entre los más altos de Europa, los sucesivos gobiernos neoliberales han incrementado la desocupación y la marginación general.  Y el paro juvenil inmigrante en particular, la exclusión social como politica de largo plazo, que ha afectado con más fuerza a las barriadas con mayor abandono y pobreza luego de la aplicación sistemáticas de recortes sociales.

En concreto, según enuncia la OCDE, el desempleo entre los nacidos fuera de Suecia está en el 16 %, frente al 6 % para los nacidos en el país. En realidad se habla del 40% de desocupación en sectores de juventud inmigrante.

El diario "Aftonbladet" ha llegado a afirmar que los disturbios representan un "gigantesco fracaso" de una política gubernamental que ha llevado al aumento de los guetos en los barrios.

En estos momentos continúan los actos de protesta, las manifestaciones a favor y en contra de la denuncia social.

Los aparatos mediáticos hegemónicos, destacan por su parcialidad e intentos de criminalizar la lucha social, así como negar el análisis de las causas del descontento que motivan el surgimiento y expansión de la protesta.

No son pocas las expresiones comprensivas -e incluso de adhesión- a esta ola de protesta social. "Es una rebelión" afirman desde el grupo "Panteras por la rehabilitación social". Se proclama sin vueltas el apoyo a la juventud en lucha y sus reivindicaciones entre las que destacan la denuncia contra el racismo y la violencia policial.

"Panteras" es una organización que trabaja socialmente en barrios de las ciudades de Gotemburgo y Malmö.

En estos días otro órgano de expresión del descontento y la lucha social ha sido el portal "Megáfono(http://megafonen.com).

Se reproducen y amplian las declaraciones solidarias, tales como:
"Ustedes están en medio de la tormenta. Su mundo se está quemando. Y nos dirigimos a ustedes para decir que sabemos lo que está pasando, y admiramos cómo han manejado los acontecimientos de los últimos días. Hacen unos años también se quemaron coches en Biskopsgården. La policía aprovechó e hizo lo que quiso durante esas noches, y cuando llegó la mañana, los políticos, dijeron lo que querían de nosotros. Ya sabes: los restos ennegrecidos, vidrios rotos en la calle: parece tan fácil condenarlo cuando lo ves desde fuera. 

Y eso es lo que ahora les exigen a ustedes cuando están tratando de decir algo acerca de la revuelta. Tratan de que no se pueda explicar, sino que simplemente se unan al coro de condena, el coro que dice que es inexcusable  quemar un coche, romper una ventana..."

"Ustedes hacen bien -una y otra vez-, cuando en las noticias y programas de debate y a través de internet, insisten en explicar por qué se quema en vez de sólo condenar a los jóvenes. Quienes únicamente condenan un acto sin explicar sus causas,  condenan también los sentimientos y experiencias que han dado lugar a la acción..."

"Muchas personas dicen que hay que luchar por ti mismo, pero no es tan fácil, con los cerdos que cuelgan sobre tu hombro cada día. La esperanza de sobrevivir desaparece..."

"Creemos que es correcto señalar que no se trata de  disturbios de jóvenes o disturbios apolíticos, pero si sólo una rebelión, es una respuesta colectiva y espontánea al desempleo, las escuelas empobrecidas y el racismo estructural, o sean las causas subyacentes de lo que está sucediendo hoy en día".

"Hay un vínculo entre todas las personas. Lloramos entre sí cuando morimos. Estamos en solidaridad con los demás. Vivimos juntos en la sociedad. Le apoyamos en todos los sentidos".

"En Hammarkullen se pasea la policía montada por la plaza. En Biskopsgården las cámaras de la represión filman la entrada a los barrios. En Fröolunda llegan cada noche noticias sobre los disturbios -suenan los teléfonos y se suceden los sms, se murmura que quizás la revuelta se extienda también a Göteborg, aquí donde peleamos con los mismos problemas que ustedes en Estocolmo: la militarización de nuestros barrios periféricos, abusos policiales, desmantelamiento social..."

"Ustedes lo saben: El sentimiento de que nadie escucha, no quieren escuchar los relatos sobre la policia rasista, los abusos, la violencia institucionalizada. Quizás debe arder para que alguien decida escuchar nuestras voces. Ahora está ardiendo. Aquí estamos nosotros, juntos..."

"Si entran en los barrios como una fuerza uniformada de combate en territorio enemigo, habitado por gentes a la que llaman "monos" -o peor- y reprimen brutalmente, entonces provocan una guerra..."

No todo es silencio cómplice y las declaraciones solidarias se suceden, transmitiendose persona a persona, entre los colectivos y los canales alternativos de información. La rebelión espontánea es un grito de desafio y advertencia, un frontal Basta Ya!, de resistencia para la existencia, desde el abajo que se mueve también en el norte europeo.

 Refuerzos policiales para enfrentar la sexta noche de protestas. Se han sumado más barrios y más ciudades
 
Anoche fue incendiada otra comisaría. Al menos trece detenidos durante la noche. Policías denunciado por exceso de violencia y violación de derechos... 

Fuentes: Red Latina Sin Fronteras / prensa Libre/ Agencias. Tomado de KaosenlaRed.
Foto: Bomberos apagan coches incendiados en Rinkeby -afueras de Estocolmo-, el 23 de mayo (Jonathan Nackstrand)

La policía decidió pedir refuerzos para enfrentar la crisis que afecta principalmente a barrios pobres y de inmigrantes del suroeste y noroeste de la capital, aunque cada vez más ciudades del país se suman a la ola. En las próximas jornadas además habrá mayor presencia policial en los partidos de fútbol y en la boda de la princesa Magdalena, que tendrá lugar el 8 de junio.

A diferencia de otros países europeos, Suecia no se caracteriza por ser foco de revueltas ni descontentos sociales, producto de sus históricos altos estándares de vida, su generosa seguridad social y su fama de país hospitalario con los extranjeros. El panorama, sin embargo, pareciera estar cambiando.  Los barrios periféricos de Estocolmo son, desde principios de semana, escenario de violentos disturbios nocturnos, protagonizados en su mayoría por jóvenes que se enfrentan a la policía, en grupos que van desde cinco a 100 integrantes. Pese a que el país está asombrado por las decenas de automóviles incendiados y los negocios apedreados, los combates callejeros han dejado al descubierto el actual malestar de un conjunto de la población que no se siente partícipe de la prosperidad del país.  

La oleada de disturbios comenzó la noche del domingo en Husby, en el noroeste de la capital sueca, donde residen unas 12 mil personas, 80% de las cuales son inmigrantes. Días antes, en aquella zona, la policía dio muerte a un hombre de 68 años con problemas siquiátricos, que se había encerrado en su departamento y que, según la versión de los uniformados, habría amenazado a los oficiales con un machete. La acción de los policías desató protestas entre los vecinos, quienes acusan a los agentes de haber atacado a menores y ancianos, además de proferir insultos racistas contra la población del lugar. 

Estos dichos habrían calado hondo en los habitantes de un barrio donde uno de cada cinco jóvenes no trabaja ni estudia. Además, mientras que en el resto de Estocolmo el desempleo es de un 3,3% y el índice de personas que dependen de la ayuda social es de un 3,6%, en Husby las cifras son de un 8,8% y un 12%, respectivamente. La agencia Télam destaca que, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), el desempleo entre los migrantes es de un 16%, y de un 6% entre los nacidos en el país. Sin embargo, de acuerdo con el diario español El Mundo, incluso los hijos de padres inmigrantes tienen dificultades para encontrar un trabajo acorde con sus estudios. Esta disparidad en los números se repite en el resto de los sectores periféricos plagados de viviendas sociales en mal estado, donde también han proliferado los enfrentamientos con la policía: Hagsätra, Skogås y Rågsved, entre otros lugares.

“La segregación en Estocolmo aumenta todo el tiempo y está sucediendo rápidamente. Hay diferencias sociales muy grandes. Hay muchos jóvenes desempleados y frustrados. No me sorprende que suceda algo así”, dijo a la agencia AP la antropóloga social sueca Nina Edstrom. A su vez, la asociación Megafon, que trabaja con jóvenes de Husby, vinculó las protestas al racismo y la sensación de abandono que existe en las poblaciones. Según la Oficina de Estadística de Suecia, un 15,4% de la población nació en el extranjero, un porcentaje que va en aumento conforme se incrementa el número de solicitudes de asilo en un país con una larga tradición de acoger a quienes lo soliciten. De hecho, una gran cantidad de chilenos llegó a ese país tras el golpe de 1973. Esa comunidad cuenta con 28.425 personas y es la más grande entre los inmigrantes latinoamericanos que viven en Suecia. Tan sólo el año pasado Suecia aceptó 44 mil pedidos de este tipo, un alza de casi un 50% respecto de 2011. 

Mientras la policía investiga un “posible uso inapropiado del lenguaje o un excesivo uso de la fuerza” en Husby, a nivel político aumentan las repercusiones de los disturbios nocturnos.

La oposición socialdemócrata responsabiliza a las políticas del premier conservador Fredrik Reinfeldt del incremento del número de personas viviendo en precarias condiciones y del aumento de la brecha entre ricos y pobres.


Los disturbios no cesan en la periferia de Estocolmo. La revuelta se ha extendido ya a 15 barrios distintos, luego de que la policía asesinara a balazos a un inmigrante, en lo que los vecinos consideraron "una ejecución".

La quema de coches y los enfrentamientos a pedradas con la policía represora han vuelto a ser protagonistas en los suburbios en la madrugada del viernes. Además de los barrios que ya estaban en rebelión, nuevos grupos de jóvenes han causado destrozos en áreas al sur de la ciudad, como Hagsätra, Skogås o Rågsved.

En Kista fueron incendiadas una boutique de lujo y una escuela Montessori. En Älvsjö le tocó el turno a una oficina de impuestos y una biblioteca. En ese mismo barrio, a las 23:13 grupos de jóvenes incendiaron la comisaría local, así como también rompieron cristaleras de la estación de autobuses y varias boutiques.

En Södertörn, sobre la 1:00 de anoche fueron detenidos cuatro jóvenes que iban en un vehículo, porque llevaban "material incendiario", aunque no se aclaró si la policía se refería a la gasolina del coche. En Rinkeby ardieron 5 coches. En la estación de metro de Vällingby se destrozaron ventanas de un tren.

Los bomberos tuvieron que atender más de 70 fuegos y en muchos casos sufrieron la ira de los alborotadores, que también les apedreaban a ellos cuando intentaban extinguir los incendios ya que se ha confirmado su carácter de chivatos, usan su sistema de comunicación para informar a la policía de los movimientos de la gente.

Se ha confirmado que algunos de los detenidos el miércoles eran vecinos de otras localidades, que se habrían desplazado hasta los lugares de los disturbios para solidarizarse con los jóvenes de esos barrios.

2 comentarios:

  1. Es lo que pasa por votar a la derecha...
    Si hubiéramos hecho caso al primer derechista, seguiríamos en las cuevas apaleándonos y violándonos; al menos en lo de vivir en cuevas, algo hemos mejorado de hace 8 milenios para acá . . .

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  2. JAjaja, el chiste del primer derechista está lleno de Razón. Tanto como los Suecos, que demuestran que no solo el 3er mundo conoce en su imaginación un Mundo mejor, se puede desear ser tan libre como se pueda así eso implicara mejores escuelas solamente, si un gobierno "democrático" no responde. Es tiempo de la rebelión de las bases. Una y otra vez como proceso regenerador y engendrador de transformaciones y hasta sorpresas para la cultura humanitaria.

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