miércoles, 17 de septiembre de 2014

Debates abiertos, compromisos en marcha, solidaridades bidireccionales: América Latina en la Vª Universidad de Verano Anticapitalista

Entre los días 19 y 23 de agosto se celebró en La Granja (Segovia) la Vª Universidad de Verano de Izquierda Anticapitalista. Y en ese marco tuvo lugar un Ciclo de Talleres de formación sobre América Latina, del cual queremos socializar la información sobre su desarrollo.

Juan Montero y Txema Abaigar (Comisión Internacional)
Fotos: Esteban G., Vicente L. y Maureen Z.

L@s divers@s ponentes expusieron en las tardes del 20 al 23 múltiples aspectos relacionados con América  Latina. Y así el Ciclo comenzó el miércoles 20 con el tema
Violencia de estado y luchas contrahegemónicas en América Central, con Hugo Hernández, investigador social y miembro del Frente Nacional de Resistencia Popular-FNRP hondureño, Iskra Soto, representante para Europa de Alternativa Nueva Nación de Guatemala,  David Llorente, activista anticapitalista y doctor en ciencia política, especializado en Centroamérica y Maureen Zelaya, internacionalista salvadoreña y militante de Izquierda Anticapitalista (IA).
Este primer Taller comenzó con una amplísima visión histórica y actual de Centroamérica, por parte de David Llorente en la que se ofrecieron parámetros generales y estadísticas sobre la región y en la que destacó dos aspectos decisivos:
- La necesaria desmilitarización de la zona como requisito indispensable para su efectiva democratización.
- La situación de Centroamérica como región en conflicto entre dos bloques: de un lado EEUU, sus bases militares, sus intereses geoestratégicos y sus intereses comerciales (TLCs, ALCA...etc.) y del otro, los países de Unasur y el ALBA.


Maureen Zelaya expuso las características demográficas y geográficas de El Salvador, resaltando su máxima presión poblacional (6 millones de habitantes, más otros 2 fuera del país) y la ausencia de soberanía y puso como ejemplo el proceso de dolarización de su economía sufrido el año 2001. 

Refiriéndose a la cuestión de  la violencia de Estado en los últimos años, resaltó la lucha desarrollada contra las maras a partir de 2003, a través de políticas dirigidas a la persecución y represión de jóvenes, la cual fue endurecida posteriormente (2005) y reflexionó que esta situación se enmarca en una Centroamérica que es puente de todo tipo de tráfico (drogas, armas, personas, etc.) de ida y vuelta: de América del Norte a América del Sur y vuelta.
En los últimos seis años se venían produciendo 70 homicidios por cada 100.000 habitantes en El Salvador. A partir de 2012, el gobierno del FMLN inicia un proceso de negociación con las principales maraso pandillas y la cifra de homicidios experimenta una ligera mejoría a la baja, pero no ataca las causas estructurales de la violencia y, por tanto, conserva las condiciones para el desarrollo de todo tipo de violencia y la marginalización de más de 80 mil jóvenes que integran, aún hoy, las maras repartidas por todo el país.
Refirió que este fenómeno resume los fracasos de las políticas de ajuste estructural (PAE), de corte profundamente neoliberal, implementados en El Salvador después de los Acuerdos de Paz de 1992. Las PAE vinieron a institucionalizar las desigualdades sociales, a manera de normalizar la situación de exclusión para grandes grupos sociales quienes siguen viviendo al margen de un sistema que les excluye. Las maras, son el reflejo paralelo de esa sociedad, y desde sus estructuras de organización brindan protección y espacios que el Estado no ha sido capaz. 
En ese sentido, comenta que El Salvador es un estado capitalista asentado en estructuras sociales, económicas y culturales que naturalizan la violencia (social, económica...y de Estado). Si bien, desde la llegada del FMLN al gobierno (2009), se ha venido trabajando en políticas sociales como salud y educación, dirigidas a atenuar las desigualdades y compensar la injusticia histórica de las poblaciones olvidadas, proyectar una nueva forma de (con)vivir, etc. queda por llegar un cambio estructural para cambiar las bases generadoras de violencia.  
Iskra Soto comenzó refiriéndose a la población mayoritariamente indígena de su país, cuya constitución en 23 pueblos de culturas diversas, hace de Guatemala una particularidad en la región. Destacó que la violencia estructural histórica data en su país de la época de las colonias y de una población criolla, independizada de la corona española, racista y clasista, que da el perfil al mismo desde su independencia.
Se trata de un Estado fascista, racista y patriarcal que promueve el desarrollo de todo tipo de violencia. Sus gobiernos neoliberales estimulan la expropiación de las tierras de los campesinos, promulgando leyes que buscan generar mano de obra esclava. Al mismo tiempo invierten en todo tipo de infraestructuras que faciliten los trabajos de estos latifundios.
Hizo un recorrido histórico por la violencia en Guatemala a lo largo de los años de la Guerra Fría. Comenzó por el derrocamiento, en 1954, del gobierno popular instaurado 10 años antes, y que sería la primera invasión estadounidense en el subcontinente. Todas las técnicas represivas, secuestros, torturas, asesinatos...etc. que conoceríamos en los 70 en Chile y Argentina, fueron ensayadas en siniestra primicia en la Guatemala de entonces. El pretexto: la lucha anticomunista.
Ya en 1962, derivado de tamaña represión, surge el primer movimiento guerrillero revolucionario de Guatemala y se mantiene el enfrentamiento militar hasta la firma del tratado de paz de 1996. Si bien, como pasó en otros países, se terminó el conflicto armado pero se mantienen las causas estructurales del mismo: las brutales desigualdades generadas por el sistema neoliberal. Así "la construcción de la Paz” provocó la irrupción en el país de innumerables ONG’s que contribuyen al debilitamiento del Estado y a la ‘onegeización’ de la actividad política de los movimientos sociales activos durante la guerra, captando a líderes y cuadros políticos históricos a quienes se les condiciona su actividad política para poder acceder al financiamiento de proyectos y fondos internacionales. El país se va volviendo cada vez más dependiente y, derivada de este sistema de acumulación basado en la inversión privada y en la privatización de servicios con sus secuelas de paro y miseria, se reactiva de nuevo una represión cada vez mayor frente a un descontento igualmente creciente.
Hugo Hernández destacó los paralelismos entre los distintos países de la región en lo referente a las desigualdades y la generación de todo tipo de violencia y propuso observar Centroamérica como un conjunto. Para ello partió de 4 ideas como eje de su ponencia:
1) La burguesía diseñó el Estado para sus intereses. La democracia se encuentra secuestrada por ellos.
2) La violencia se utiliza en todos los casos como un método de control. En los años 90, al igual que en el resto de Centroamérica, ésta busca favorecer el éxito de las políticas neoliberales.
3) No se pueden atender las causas estructurales de la violencia sin atender las tremendas desigualdades en el país. 
4) El golpe de Estado de 2009 contra Manuel Zelaya reproduce los métodos de represión y violencia utilizados por el aparato estatal. Se trata de propiciar la inmovilidad (golpe de Estado) frente al reformismo (Zelaya).
Las cifras en Honduras nos hablan del país más violento del mundo con una media de 89 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Una violencia que encuentra sus fundamentos en la enorme brecha social producida por el sistema neoliberal.
El jueves 21, en una mesa titulada Luchas campesinas y luchas indígenas en Latinoamérica, participaron Ana Lucía Pérez Armijo, del Comité de Familiares de Desaparecidos/as en Honduras (COFADEH), Aitor Martínez, jurista y querellante por los crímenes contra el Pueblo Aché y sobre la masacre de Curuguaty (Paraguay), Letizia Martínez de Paraguay Resiste, Gerardo Márquez, activista social argentino y del movimiento de migración y un grupo de compañer@s colombian@s que informaron desde el público. El Taller fue presentado e introducido por Esteban Galera, miembro de Izquierda Anticapitalista
Ana Lucía P. Armijo destacó inicialmente el carácter eminentemente agrícola de Honduras y, por tanto, la importancia del campesinado entre l@s trabajadores del país. Por su posición geográfica Honduras es especialmente vulnerable al cambio climático, de hecho ya existe una sensible reducción de la franja de tiempo hábil para el cultivo. Por la importancia económica que tiene la agricultura en su país, insistió en la necesidad de combatir el modelo altamente contaminante del modo de producción capitalista.
Denunció, asimismo, la usurpación de las tierras por las multinacionales bananeras en la práctica de un monocultivo de exportación. Las tierras confiscadas y entregadas a estos nuevos latifundistas son, de esta forma, neocolonizadas.
A partir de los 90 el neoliberalismo adquiere una dimensión aún más brutal en Honduras. Se impone así la ley de latifundios que permite al campesino una propiedad de no más de dos hectáreas frente a las 209 hectáreas mínimas por propietario. En este momento de su intervención se refirió al mayor latifundista del país, Miguel Facusé, propietario de miles de has. y de una de las más importantes transnacionales hondureñas, ligado a militares y civiles implicados en el golpe de 2009 contra Manuel Zelaya y amigo íntimo de…Felipe y Letizia (l@s "monarcas”, vamos).
En Honduras, l@s campesin@s van quedándose sin tierras y sus protestas son acalladas con asesinatos. Muertes de las que, entre otros, hace ya tiempo que las organizaciones campesinas responsabilizan al propio Facusé, así como a diversas multinacionales. Otras tierras hoy atacadas en Honduras son las de los Pueblos indígenas. Las transnacionales chinas buscan expoliar estas tierras de sus minerales y grandes extensiones de este territorio han sido entregadas a la British Petroleum.
Desde el golpe de Estado de 2009 en Honduras hay una resistencia organizada que, a pesar de la brutal represión, ha llegado para quedarse. Las principales dirigentes de los Pueblos indígenas son mujeres que luchan también por la recuperación de las lenguas indígenas.
Las ciudades hondureñas se encuentran hoy fuertemente militarizadas y la resistencia, en todos los ámbitos, se hace fuerte frente a las peores consecuencias del neoliberalismo.
Letizia Molina hizo una breve e interesantísima introducción audiovisual sobre la situación en el agro paraguayo y posteriormente Aitor Martínez, entró a explicar como este país es cautivo de grandes terratenientes y del agronegocio, Paraguay es hoy un país exportador de alimentos mientras se ve forzado a importar la mayor parte del alimento necesario para el propio consumo. Esto ha provocado una pérdida total de soberanía por relación a la renta de la tierra y le ha convertido en el país más desigual de América Latina: el 89% de las tierras se encuentran en manos del 2% de la población, lo que provoca desigualdades enormes y enfrentamientos que, como la masacre de Curuguaty, ocasionó no sólo víctimas mortales sino la excusa perfecta para el derrocamiento «constitucional» del presidente electo Fernando Lugo, así como para la represión del movimiento de protesta campesino:
El 15 de junio de 2012, durante un procedimiento fiscal y policial en una ocupación de tierras en el distrito de Curuguaty (departamento de Canindeyú, en el noreste del Paraguay), se produjo una masacre donde perdieron la vida 11 campesinos y 6 agentes de policía.
Este incidente generó una situación de crisis de derechos humanos que rápidamente se transfirió a una crisis política de efectos perdurables que, como consecuencia inmediata, conllevó la destitución del presidente constitucional Fernando Lugo y el quiebre del orden democrático constitucional instaurado en el 2008. Este grave incidente se inscribe en un patrón de violencia estatal e impunidad judicial, ya que los únicos imputados por la muerte de los policías son campesinos y pese a existir pruebas de ejecuciones extrajudiciales por parte de la policía, no ha habido ningún atisbo de investigación de dichas ejecuciones.
Los campesinos imputados por esta masacre se encuentran presos sin ninguna prueba, violando todos los derechos y garantías procesales.
El Comité de Derechos Civiles y Políticos expresó su preocupación al respecto recomendando al Estado paraguayo el esclarecimiento de la Masacre de Curuguaty.
Gerardo Márquez planteó que el exterminio empieza en Latinoamérica con la colonización y llega hasta hoy. Se siguen utilizando similares métodos asesinos: venta de las tierras, movilización forzosa, asesinatos, aislamiento entre muros...etc.
Monsanto, la transnacional de agroquímicos y biotecnología estadounidense, es hoy un enemigo común para toda Latinoamérica. El eje de la lucha contra Monsanto ha de ser hoy las campañas contra las intoxicaciones y contra la propiedad de las semillas.
Destacó también cómo las democracias burguesas propician también el exterminio; los procesos electorales no tienen valor –dijo– si éstos no van sustentados en los movimientos sociales, en las luchas desde abajo. En este sentido, insistió, no hemos sido capaces de crear poder popular.
Al igual que l@s demás ponentes, y como eje vertebrador advirtió de cómo en el Estado español se estaban aplicando los mismos métodos fracasados que, en décadas pasadas, habían padecido en Latinoamérica. De nada valen, volvió a repetir, las conquistas electorales si éstas no se sostienen en un apoyo popular constante.
Finalmente un grupo de compañer@s colombian@s complementó desde el público el tema, insistiendo en un denominador común aparecido ya en los 2 primeros Talleres: la importancia de la tierra en los conflictos y en el devenir de los Pueblos de América Latina.
En ese sentido resaltaron la política de expropiación de las tierras por parte de las multinacionales como una de las formas actuales de introducción de las políticas neoliberales, condición sine qua non para alcanzar el cumplimiento del Tratado de Libre Comercio con EE.UU.. Y volviendo al protagonismo siniestro de Monsanto, recomendaron el visionado en youtube de un reportaje visual relacionado: “Documental 9.70” de la periodista colombiana Victoria Solano, y advirtieron una vez más del peligro que corren l@s ciudadan@s europe@s con las negociaciones ocultas para la implementación de otro tratado de libre comercio con Estados Unidos (TTIP).
De esta forma, pudimos ser más conscientes, y así se notó en los debates, de la máxima importancia para/en el Estado Español de la experiencia previa sufrida por estos países de América Latina. Se evidencian los peligros, pero también ofrecen soluciones políticas que, como ya hemos anticipado, necesitan de un amplio y constante apoyo popular.
El viernes 22 se llevó a cabo el Taller Formas de solidaridad internacional (¿qué solidaridad con gobiernos progresistas LA?, ¿como la solidaridad con los Movimientos Sociales?)” con Txema Abaigar, internacionalista y brigadista en diversos países, Horacio Tamburini, de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y de la Assemblea Bolivariana de Catalunya y, nuevamente nuestra compañera de la ANN guatemalteca Iskra Soto. Este Taller pretendía generar un intercambio de ideas sobre una cuestión que requiere de una mirada permanente entre l@s internacionalistas: ¿no es cierto que las solidaridades políticas de la izquierda del E.E. y posiblemente de toda Europa están planteadas con “brocha gorda”?, ¿No deberíamos ser más exhaustiv@s a la hora de analizar situaciones concretas?.
Txema Abaigar lo introdujo con 3 preguntas:  
¿Como afrontar la solidaridad en sus aspectos políticos, en los organizativos y en los logísticos?. ¿Cómo abrir espacios de solidaridad/apoyo político de ida y vuelta y que estos no tengan porque ser acríticos?, ¿Cómo resolver las solidaridades, cuando en medio aparece una colisión entre MM.SS. y gobiernos “progresistas”?. Lo concentró en una estrofa de una canción de Silvio Rodríguez: “¿Hasta dónde debemos practicar las verdades?”.
Sobre ello opinaron desde distintas vertientes, Horacio Tamburini, que hizo un repaso de lo que entendía como solidaridad internacionalista y como la había llevado a la práctica e Iskra Soto, que desgranó algunas situaciones concretas en las cuales por su experiencia y la de su Organización piensa que el intercambio de solidaridades entre el subcontinente latinoamericano y los países del norte se ha ido modificando.
Posteriormente se produjo un animado debate entre el público asistente, con visiones diversas (y a veces encontradas) sobre el papel de la solidaridad, de la bidireccionalidad continental, pero sobre todo sobre su práctica y los actores sociales y políticos que la participan.
El sábado 23 se cerró el Ciclo con un taller sobre Brigada internacional a Honduras, en el cual se informó de todo lo relacionado con la delegación de La Vía Campesina (LVC) que, desde Euskalherria/Estado Español, estuvo presente en aquel país centroamericano en noviembre de 2013, con motivo de las elecciones que se celebraron y en el cual participó una delegación de Izquierda Anticapitalista. Contamos con la presencia de Mónica Alonso, coordinadora de dicha Delegación hondureña por LVC y miembro de Mundubat y David Verdejo, miembro de IA en dicha delegación, en la que también participaron Txema, Maureen y Marta.
David Verdejo hizo una breve exposición de la política desarrollada por el presidente Zelaya, su pretensión de incluir en las elecciones presidenciales, parlamentarias y de alcaldes de noviembre de 2009 la llamada cuarta urna que pretendía, de forma no vinculante, abrir la consulta para un referéndum para la constitución de una asamblea constituyente en Honduras. Esta fue la excusa esgrimida por la reacción hondureña para llevar a cabo el golpe de Estado del 28 de junio de ese mismo año que sumió Honduras en el caos y en una espiral de violencia que llega hasta hoy.
Cerró su intervención hablando de la creación del partido LIBRE, encabezado por Xiomara Zelaya, candidata en las elecciones generales de noviembre de 2013 y víctima de un claro fraude electoral cocido, como tantas otras veces en América Latina, desde las oficinas de la embajada estadounidense.
Mónica Alonso desarrolló la labor desplegada por la Delegación en Honduras en los encuentros con los Movimientos Sociales hondureños en los días previos a las elecciones generales de 2013 así como durante el desarrollo de las mismas.
Dividida en dos grupos, la Delegación visitó 6 departamentos hondureños, se reunió con diversos sectores: magistratura, sindicatos, asociaciones de DD.HH., etc., así como con representantes de la sociedad civil hondureña. Así cabe destacar la reunión con Rafael Alegría, portavoz de la confederación mundial La Vía Campesina desde su fundación en 1993 hasta 2004; con Gustavo Arias, del Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD) y con destacadas organizaciones de defensa de los derechos humanos como la COFADEH (Familiares de Detenidos/as-Desaparecidos/as) y COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras).
De todas estas reuniones, esta Delegación recogió testimonios de víctimas de lo que calificaron como graves, extensas e impunes violaciones de los derechos humanos en Honduras: hostigamientos, escuchas telefónicas, secuestros, asesinatos, ataques a las comunidades indígenas organizadas, situación de los campesinos y las campesinas hondureños y muy especialmente, tal y como hemos visto ocurre en los demás países de la zona, las cuestiones relativas a la propiedad de la tierra. Con todo este material, la Brigada Honduras elaboró un informe sobre los derechos humanos en Honduras.
Durante la jornada electoral, la Delegación cubrió en torno a 100 mesas electorales en las que pudo recoger denuncias por fraude pero, sobre todo, puedo observar formas muy elaboradas de fraude informático y de transmisión fraudulenta de datos, con claras complicidades.
Txema Abaigar y Maureen Zelaya, igualmente presentes en el Taller y participantes en la Delegación resaltaron en ese sentido la situación de que, a falta del 20% de escrutinio, la embajada estadounidense hizo una declaración pública que daba como ganador al derechista Partido Nacional.
Ambos compañer@s informaron sobre la importancia que para IA  tuvo la participación de la Brigada y testimoniaron sobre las terribles condiciones de los movimientos sociales y campesinos en ese país, sobre todo a raíz, como hemos visto en otras intervenciones, del golpe de Estado contra el presidente Zelaya del 2009. Informaron de encuentros bilaterales con organizaciones políticas amigas y asimismo resaltaron que, a pesar del esfuerzo informativo que se está realizando desde IA para visualizar en lo posible la situación de terrorismo de estado contra el Pueblo hondureño en general y l@s luchadores/as sociales en particular, se les hace aún escaso para una mayor solidaridad efectiva. Es por ello que  se concluyó con el firme propósito de mantener vivas y en circulación, ante el actual apagón informativo, todas las noticias que nos van llegando de la extrema represión en Honduras e intentar generar ámbitos prácticos de solidaridad con la lucha del Pueblo hondureño.
Lamentablemente, sólo unos días después de terminada la Vª Universidad de Verano de Izquierda Anticapitalista, conocimos el asesinato en Honduras de Margarita Murillo, dirigente campesina, cofundadora del FNRP y del partido LIBRE, a manos de sicarios fuertemente armados. La impunidad, terriblemente, sigue su curso en Honduras. A Margarita y a tod@s aquell@s que dan lo que tienen por un mundo libre e igualitario, queremos dedicarles esta información.
Saludos internacionalistas y anticapitalistas.

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