La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, señaló que la violencia de los colonos israelíes en los territorios palestinos ocupados continúa con total impunidad, con numerosos ataques contra los palestinos y la destrucción de propiedades y olivares.
Al presentar ante el Consejo de Derechos Humanos su informe periódico sobre la situación de esas garantías en los territorios palestinos, Pillay afirmó que como resultado de esos actos, 169 palestinos resultaron heridos, más de 8.000 olivos fueron dañados, al igual que varias mezquitas e iglesias.
La Alta Comisionada también expresó preocupación por la situación de miles de palestinos detenidos en cárceles israelíes, el uso excesivo de las fuerzas de seguridad israelíes que operan en Cisjordania y la permanencia del bloqueo contra Gaza.
Crimen contra la Humanidad
Por otra parte, la Misión Investigadora Independiente sobre las implicaciones de los asentamientos israelíes en los derechos del pueblo palestino ha señalado que esta práctica constituye una forma creciente y progresiva de anexión.
Al presentar su informe este lunes al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la Misión presidida por Christine Chanet indicó que la autodeterminación no es la única garantía socavada por la colonización, ya que la población palestina vive atemorizada por la violencia que algunos colonos practican impunemente y por la posibilidad de que les demuelan sus casas.
Chanet recordó que el Estatuto de Roma estipula la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional (TPI) sobre deportación o transferencia de población de las potencias ocupantes a los territorios ocupados. “La naturaleza de esa violación lleva a la Misión a la conclusión de que podría constituir uno de los crímenes contemplados por el Estatuto de Roma del Tribunal Penal Internacional”, apuntó Chanet.
Por ello, la Misión ha instado a Israel a poner fin inmediatamente a este proceso de colonización y a empezar el desmantelamiento de los asentamientos.
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